Lee era mi novio, fue el primero que tuve, el único motivo por el que estaba con el era por mi forma de ser, era muy tímida y creía que no era la gran cosa, y pensaba que nadie más me iba a querer, además, fue el único que seguía interesado en mi después de una cena en mi casa, el motivo de esto es que al correr de la cena, mi hermano le juega bromas al chico, y papá, le interroga.
Dos meses después de empezar a salir, él me mostró su verdadera forma de ser, me hacía creer que no era suficiente, y que no iba a encontrar a nadie, porque era fea y no lo suficientemente buena, y que, por ende, al única oportunidad que me quedaba era estar con él y complacerle. Y así lo hacía, le hacía la comida, me vestía como me ordenaba, y le dejaba tocarme si eso quería.
El día en que termine con él lo hice con la escusa de que ahora viviría muy lejos (mentira), y que mi hermano era un sádico que no me dejaba salir (mentira, es sobre protector, pero no tanto).
Nunca imaginé que el podría venir a mi casa a intentar llevarme con él, tampoco imaginé jamás que Scott intentará detenerle.
-Suéltame, esto no es contigo - dijo el con una voz fría, esa que usaba para decirme lo poco que era.
-Ella no es un objeto, no te pertenece, déjala, que si quiere se ira contigo - respondió él con una voz calmada.
Sabía que si no le hacía caso a la primera el sólo nos causaría más daño.
-Iré con él - dije con la mirada en el piso, sabía que el sonreía.
Volvió a tirar de mi y camine tras él hasta llegar a su auto, me subí y el hizo lo mismo, comenzó a andar, llevándome a su departamento.
Al entrar el me miraba con rabia.
-¡¿Quién te has creído para dejarme?!No eres nada ¡nada! Nadie te quiere, no sirves para nada, eres una desgraciada, mírate como estas vestida nada más, como si fueras alguien... nena, pensé que ya habías entendido, pero no, tienes que ir y creerte alguien - me dice haciéndome sentir como la mierda, tener ganas de morir, porque lo peor es que él tenía razón. Comienzo a llorar y él me abraza- eres mía, no lo olvides... ahora - dice separándose un poco de mi para poder observarme mejor, hace una mueca y señala el cuarto - ve, cámbiate y has pop y galletas, miraremos una película.
Asiento con la cabeza y me dirijo al placar que hay dentro de la habitación, agarro un suéter de los tantos que tengo aquí, es largo, tanto, que tapa la mayor parte de los shorts blancos que me pongo, una e las mangas se me cae, dejando al descubierto mi clavícula. Salgo del cuarto y voy a la cocina, él ya esta ahí, le sonrío y me pongo a trabajar, me remango para no manchar el suéter y me pongo de puntillas de pies para agarrar la bolsa de harina que hay en la alacena, pero soy demasiado bajita, no llego ni a tocar el segundo estante. Lo miro y hago un puchero, él ríe y baja la harina y el azúcar para mí, yo le doi un beso como muestra de mi agradecimiento.
Empiezo a preparar la mezcla y alguien toca a la puerta.
-Deja yo voy, tu termina de hacer mis galletas - dice sonriendo, la verdad es que es muy amable, claro, cuando no esta enojado, yo asiento con la cabeza y él se va. Segundos después aparece por la puerta de la cocina con Tayler en brazos. Tayler es su sobrino, yo lo adoro, tiene tres años, unos rizos castaños adorables y unos compasivos ojos cafés. - Saluda a la tía Tayler - dice él, si, ya me puedo considerar tía.
Deja al niño en el suelo y éste corre hacia mi con los brasitos extendidos hacía arriba esperando que yo lo agarre. Sacudo mis manos a un costado de mi cuerpo, quitando la harina que había quedado en ellas y lo levanto, le doy una vuelta en el aire y él ríe, le doy dos besos y le pongo el cachete par que me bese él también, lo hace y me deja un montón de baba, Lee ríe al igual que yo mientras me limpio y dejo al niño sentado en la barra de la cocina.
-¿Qué cocinas, tía? - pregunta curioso - se ve dico ¿puedo pobad?
-Galletas cielo, las favoritas de tío Lee, - le digo, y me agacho como si fuera a contarle un secreto y agrego - chispas de chocolate.
-Oh - exclama él abriendo los ojos, mira a Lee el cual nos observa con un sonrisa - ¡También son mis favoritas tía! - grita levantando los brasos como si estuviera en una montaña rusa y agrega, todavía a los gritos - ¡has muchas!
Yo río y asiento, continuo revolviendo la mezcla, escucho como detrás de mí Lee y Tyler hablan de porque les gustan de este tipo o alguna cosa de esas. Saco la bandeja ya aceitada y comienzo a poner pequeños montones de mezcla para poder meterlos a hornear, termino de llenar la bandeja con toda la mezcla y la meto al horno, dejo las cosas sucias en el lavaplatos y saco la popera par preparar el pop.
Cuando las galletas están listas las saco del horno con mucho cuidado y las dejo en la encimera para que se enfríen. Miro a los chicos los cuales se empezaron a acercar a la bandeja, los apunto con las espátula provocando que se detengan.
-No, aún están calientes, se van a quemar, -dije aún amenazándoles con la espátula miré a Tayler el cual me miraba con ojos suplicantes - vayan, lávense las manos y pongan la película, les llevare las galletas - ellos asintieron y salieron corriendo de la cocina para acatar las órdenes que les había dado.
Saque las galletas con cuidado y las puse en un plato, puse el pop en un bol y prepare un baso de refresco para cada uno, agarre los vasos y los lleva a la sala de estar, los deje en la mesa y volví para llevar las galletas y el pop. En el momento en que deje las galletas en la mesa, ellos saltaron al ataque. Me reí y me senté entre Lee y Tayler con el bol de pop en las piernas.
-¿Qué película eligieron? - pregunte a Lee.
-Se llama Problemas en el submundo - respondió mirándome.
-Cielo, esa peli no es para Tayler - comento yo.
-Si, si lo es- me dice él apretando fuertemente mi mano, yo asiento y él pone la peli.
Estábamos llegando al final de la película y tocan la puerta, yo suspiro, aliviada de no tener que ver más de ese filme, es horriblemente aterrador, me levanto pero Lee tira de mi para que me volviese a sentar, él fue a abrir la puerta y escuche unos gritos, y cosas cayéndose. Puse pausa a la película y camine hasta la el umbral de la sala de estar par ver que pasaba, me sobresalte al ver a Lee en el piso, levante la vista y me encontré con Scott y Josh recuperando el aliento, Josh estaba magullado y le sangraba el labio.
-¿Que... - no pude terminar de hablar porque Josh se se me acercó y me cargo sobre su hombro, salio del edificio y vi una camioneta roja, dentro estaban Dante (en el asiento del copiloto) y Greg (al volante). Mi hermano abrió la puerta trasera y me dejo allí.
-¿Estas bien? - pregunto preocupado - ¿Te hizo daño?
-Yo estoy bien, ¿cómo supieron donde estaba? - pregunté.
-Scott es su primo, me dijo que sabía donde te llevaría y que el no es un buen tipo, - explicó - ¿Te hizo daño?
-No, es decir, me agarró un poco fuerte, eso es todo, tranquilo - dije intentando tranquilizarlo, para mi mala suerte cuando le hiba a tocar el hombro la manga del suéter se corrió y dejó al descubierto mi brazo, el cual estaba lleno de pequeños ematomas que empezaban a notarse poco a poco, unos cuantos a lo largo del antebrazo y uno que formaba un aro alrededor de la muñeca.
-¿"No es nada"? ¿"tranquilo"?¿¡Cómo carajos quieres que me tranquilice?! ¡Eres mi hermanita! ¡Eres todo lo que me queda! ¡¿quiénse cree para hacerte esto?!
-¡Melodi! ¡Josh! ¡Corran! - mi hermano volteó y lo vimos corriendo con Tayler en brazos en dirección al auto, automáticamente me moví hacia el interior del auto dejando espacio suficiente para que los chicos entrarán.
-¿Tía, que pasa? - pregunto Tayler, yo estire los brazos y lo agarre, y lo abrace, él se acurruco en mi pecho, y sentí como temblaba y sollosaba mientras le acariciaba el pelo.
Llegamos a la casa y baje con Tayler en brazos, no podía creer que volvía al pasado, es horrible y doloroso.
Ahora, lo que más me interesa, es que no volver a ser quien una ves fui, poder cuidar de Tayler, y tener una vida normal de una chica de 16 (casi 17) años de edad.
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Unos Ojos Color Plata
DiversosMelodi Gonzáles es una chica poco fuera de lo común, con un alocado cabello castaño con reflejos dorados y unos bellísimos ojos color plata. Vivía con sus padres y su hermano menor hasta que un accidente automovilístico acaba con sus vidas. Ahora e...