Primera receta

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-Buenos días - susurro Scott en mi oido. Me acurruqué en sus brazos y reí, giré, aun en la jaula de sus brazos y pegue mi cabeza a su pecho desnudo... 

¡Lo juro, no es lo que están pensando! le haré un breve resumen de lo que pasó:

Mauro me trajo a mi casa y se fue con Elena, eso fue el sábado, luego, el domingo, salimos con Thomas, Dante, Nícolas y Scott a disfrutar del día hermoso que había, pero volvíamos a mi casa y se lago a llover torrencialmente, los gemelos nos dejaron a mi y a Scott aquí, y se llevaron a Dante a su casa. Scott no se fue a su casa porque le queda súper lejos y no tiene auto... ni edad para conducir, así que se quedó a dormir, pero tenía la ropa mega mojada, y mi hermano, como seguía enojado conmigo no lo dejó tomar más que un pantalón de pijama. 

Y como mi cuarto es al más cálido de toda la casa, se acostó conmigo sin camisa, nos quedamos dormidos y ahora nos despertamos. 

-Shhh - dije acomodándome más, oí su risa y sentí como negaba con la cabeza.

-Nos tenemos que levantar ¿sabes? - dijo divertido.

-No quiero - dije, aún escuchaba como la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas y el techo, de hecho, parecía no haber aminorado desde ayer, incluso sonaba peor.

-Tenemos liceo - recordó.

-Shhh - repetí, pero él me soltó y se levanto de la cama, tomó las sábanas y de un solo tirón me las quitó - ¡No! - grite, pero ya estaba despierta, y se que si me despierto, no me vuelvo a dormir.

-¡Arriba! - grito Scott divertido, lo miré con odio un segundo y luego me levante a regañadientes, me desperece y entre al vestidor, cerré le puerta y me cambié. 

Tomé un vestido celeste brillante, unos zapatos con taco de color blanco y unas medías de nylon negras. Me dí una ducha rápida y me puse la ropa, me sequé el pelo y le hice unos bucles, me puse una campera de cuero negro con manga tres cuartos y salí. Scott me esperaba completamente vestido con la ropa del día anterior, la cual aún estaba húmeda.

-¿Por qué no te cambias? - pregunté.

-Porque tu hermano no está despierto, y me da miedo que me golpee por estar alcoholizado - respondió levantándose de la cama, lo mire fijo y resoné sus palabras ¿alcoholizado? ay no es cierto.

-Idiota - murmuré, pase por al lado de Scott el cual estaba mirándome con el entrecejo fruncido. 

Entré estruendosamente al cuarto de mi hermano, y efectivamente ahí estaba, había una botella grande de whisky en su cama, y estaba medio vacía. Enfurecida, entré a su baño y tomé el vaso en el que pone el cepillo de dientes y lo llené de agua, luego volví al lago de la cama y se lo tiré sobre su cabeza. Se sentó boqueando y tosiendo, miró a todos lados y cuando me encontró entrecerró los ojos y se volvió a tirar de boca sobre la almohada. 

-Me debes una explicación, Josh - dije con voz potente, el soltó un gruñido y, resignado, se destapó la cara.

-¿Qué? - preguntó visiblemente molesto.

-¿Qué es eso de alcoholizare un lunes? - pregunté furiosa.

-Mira, lo último que puedes hacer es juzgarme, hermanita, así que vete - respondió haciendo una señal a la puerta para que me fuera.

-Josh, eres toda mi familia, y no quiero que destruyas tu vida por un capricho con mi mejor amiga ¿si? así que levántate, haré café - dije, salí del cuarto y escuche su pesado suspiro, como se levantaba de la cama y la botella caía.

-Yo hago el café, tu cocinas ¿te parece? - preguntó Scott mientras bajábamos la escalera, yo reí y asentí, a lo mejor me ayuda a distraerme. 

Íbamos entrando a a la cocina y escuche como el teléfono de base sonaba, lo tomé y atendí, extrañada, ya que nadie nos llamaba nunca a ese número.

-¿Hola? - pregunte, al otro ralo escuche un sonido, que estaba a medio camino entre una carcajada sarcástica y un bufido de exasperación.

-¿Te das cuenta de lo molesto que  es el que digas "hola" después de que te haya llamado mil veces en la última hora? - preguntó Elena con clara frustración e ira retenida en la voz -  todo bien contigo y tu hermano, pero no me banco eso de que me ignoren, tanto consiente como inconscientemente, - suspiro, tranquilizándote - mira, no llamo para reprocharte... bueno, en parte... ¡como sea! llamaba para preguntarte que ibas a hacer hoy que cancelaron las clases por la alerta - me quedé en silencio un segundo, estudiando sus palabras.

-¿Qué alerta? - pregunté, ella volvió  a hacer ese sonido.

-Te acabas de levantar, ¿no? hay alerta naranja y dijeron que se cancelaban las clases - dijo, me la pude imaginar con esa sonrisa que pone ella cundo sabe algo que los demás (casi siempre yo) no saben.

-Creo que me voy a quedar en casa - dije - a lo mejor como algo y... 

-¿Qué vas a cocinar? - interrumpió, reí divertida ante la energía que lo puso a esas simples palabras.

-No se, algo de chocolate - dije para molestarla, ella hizo un sonido de deseo - si... tal vez.

-Eres mala - dijo - te salvas de que no me coma todo porque aprecio mi vida y no saldría con esta lluvia.

-Bien, cuídate y no salgas ¿si? Adiós - me despedí.

-¿Quién era? - preguntó mi hermano bajando las escaleras con una camisa a medio prender y pantalones de trabajo.

-Elena, me aviso que hay alerta naranja - respondí entrando con él a la cocina, Scott estaba sentado sobre la isla con una taza de café humeante en las manos - cancelaron las clases - les informé a ambos.

-Que bien, tengo resaca - comento Josh tomando otra tasa de café.

-Y yo aún sigo dormido - dijo Scott dándole un sorbo a su café, hizo una mueca y lo dejo a su lado - agh, le puse sal en vez de azúcar.

-Qué quieren comer? -pregunté.

-¿Te acuerdas de la receta que hacía tu mamá? esa de los muffins de café y chocolate - dijo el ojiris - me muero por uno de esos.

-Claro que me sé esa receta, fue la primera que aprendí... era la favorita de papá - respondí, le indiqué a Scott que bajar y saque los ingredientes que estaban a mano.

-¿No son hermanos?  - preguntó Scott.

-De hacho, medio hermanos - respondí comenzando a preparar la mezcla - mi padre, se casó con su madre, y lo tuvo a él - señalé a mi Josh, quien trataba de robar mezcla - luego, se divorciaron, y mi papá se volvió a casar, con mi madre, nos tuvieron a mi y a John, su madre murió cuando yo tenía cinco años, y le dejo su fortuna, y cuando papá murió, me dejo la gran mayoría a mi, y el resto a él. La empresa en la que trabaja es la de su madre - agregue. 

-Podemos hacer un "día de recuerdos" ¿no? como el que hacíamos con papá - comentó mi hermano.

-¿Qué es eso? 

-Es un día que dedicamos a recordar, papá nos obligaba a hacerlo, y la verdad es, que aunque no eran mi día favorito, era lindo - contestó mi hermano.

-Perfecto, en cuanto saque las magdalenas del horno comenzamos - dije.

Así que así pasamos el día del paro, divirtiéndonos viendo fotos y vídeos viejos.  

HOLA!!! tengo una pregunta para ustedes ¿quiénes quieren la historia de Elena? díganmelo en los comentarios, bueno, eso es todo. No se olviden de votar, que tengan una linda existencia

Adiós personas, personitas y alienigenas

         -Azul Luna.



Unos Ojos Color PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora