Noche en Wistman's Wood

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Julieta se encontraba con su amiga Laura tomando un café en las mesas internas del pequeño pub que había en su aldea, mientras veía los copos de nieve caer. Estaba inmersa en sus pensamientos y no escuchaba a su amiga Laura que le preguntaba que le sucedía. Cuando volvió en si, le dijo a su amiga que quería aprender a dibujar como toda su familia que eran excelentes pintores pero que no tenia la inspiración que necesitaba. Ambas pagaron la cuenta y salieron caminando por la calle que tenia pequeños charcos al azar, se despidieron y cada una continuo su camino en dirección a su casa. Julieta comenzaba a sentir que el frió estaba cada vez mas intenso y comenzó a apurar su paso, a unos pocos metros de su casa vio que estaba el perro de la señora Wasinger dando un paseo por la vereda helada.

 -Vuelva a su casa o te enfermaras perrito - dijo Julieta mientras se dirigía a su casa.

Al llegar a su casa, Julieta sintió el calor abrazador de la estufa contra su rostro, una sensación cálida se apodero de su cuerpo y decidió sacarse la campera de abrigo mientras se dirigía a la cocina a anunciar su llegada pero no había nadie en su morada. Se sentó en una de las banquetas altas que tenían para su barra desayunadora, abrió el frasco de galletas y cogió una. Al terminarla fue a su habitación a comenzar la tarea de literatura. Estaba sumergida en la lectura cuando sintió el ruido de las llaves que abrían lentamente la puerta, las voces de su madre y su hermano y el ruido de las bolsas de compras que aparentemente traían consigo y decidió ir a saludarlos. En la sala solo se encontraba su madre cerrando la puerta con llave, sintió los sonidos de bolsa desde la cocina, su hermano se encontraba allí.

-Oh Julieta! No sabias que te encontrabas en casa, dentro de un rato comenzare a preparar la cena - dijo su madre mientras se dirigía a la cocina.

Recostada en su cama Julieta pensó en ir a Wistman's Wood , que le quedaba a unos pocos kilómetros de su aldea, en busca de algo interesante que dibujar entonces agarro su bloc de dibujo, sus lapices y pinturas y lo guardo en su mochila para tener todo listo para mañana. Antes de quedarse dormida recordó las viejas leyendas druidas donde se realizaban rituales paganos y que se suele "ver" hombres vestidos de hábitos blancos andando por ahí pero ella no creía en nada de eso.

La mañana siguiente cuando llego al bosque, comenzó a adentrarse por los senderos que estaban para los viajeros, pero, en cierto momento, decidió adentrarse entre medio de los arboles, dejando de lado su miedo por perderse en el.

Luego de muchos intentos de dibujos, uno mas feo que el otro, se dio cuenta que estaba anocheciendo pero no tenia ni idea en que parte del bosque se encontraba, intento llamar por teléfono a su madre pero no había señal, entonces comenzó a caminar por donde creía que había llegado. Luego de una hora de caminata se dio cuenta que solo se perdía mas entre los arboles.

Ya estaba oscuro, decidió sacar la linterna cuando de repente sintió un aullido de lobo y recordó la vieja historia de una manada de perros infernales que salen a cazar por la noche en busca de almas perdidas y de viajeros desprevenidos, ella no era creyente de ese tipo de cosas pero el clima espectral del bosque de noche ayudaba a que su imaginación vuele.

Después de un rato de caminata volvió a sentir los aullidos de perros pero mas cerca de ella, comenzó a caminar mas rápido cuando se dio cuenta que se sentían pasos detrás de su espalda y los aullidos mucho mas fuerte, entonces apago la linterna y salio corriendo por el bosque que se encontraba tan oscuro, tan frió y quieto que parecía salido de una película de terror con los aullidos de fondo. El bosque contaba con tantos desniveles, que de la nada ella tropieza y cae a causa de que iba con la linterna apagada, cuando despierta ve una manada de perros negros con los ojos rojos observándola fijamente. Uno de ellos toma la delantera caminando despacio.

-No me hagan daño perritos, yo solo vine a dibujar y me perdí - le dijo Julieta a los perros entre medio de sollozos.

De la nada aparece un pequeño perro terrier y se pone delante de ella y comienza a comunicarse con los otros perros pero el perro alfa de la manada se lanza sobre el y el resto lo sigue, Julieta se larga a llorar pero ve que es su oportunidad de escapar, se levanta y sale corriendo.

Sintió pasos que corrían detrás ella, horrorizada se dio vuelta y apareció el pequeño terrier entre los arboles, sin ninguna herida lo cual la dejo estupefacta, el fijo sus ojos en Julieta y ella sintió que debía seguirlo. Estaba amaneciendo y ella continuaba siguiendo al pequeño can, hasta que frente a ellos apareció un sendero y se puso a ladrar.

El le extendió la patita y luego desapareció corriendo, ella quedo atónita al ver que desaparecía. Luego de un rato se puso en marcha a caminar por el sendero y pudo salir del tremendo bosque, hizo dedo para que alguien la alcance a Postbridge y se adormeció en el auto. Cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en la enfermería y tenia su familia a su alrededor.

-¡¡¡Al fin despiertas!!! -dijo su madre mientras la abrazaba y se largaba a llorar.

-¿Que sucedió? -pregunto Julieta mientras sentía un dolor tremendo en su cabeza.

-Te encontró el guarda bosques desmayada en el bosque, ¡¿Como te atreves a ir sola?!

Luego de un día de revisión dejaron ir a Julieta a su casa, una vez en su cuarto comenzó a dibujar todo lo que había vivido esa noche pero nadie le creía su historia ya que pensaban que era fruto de su imaginación delirante a causa del golpe. Un tiempo después descubrió que el pequeño terrier era un fantasma llamado Jumbo que murió por una picadura de serpiente hace muchos años allí. 




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