''Amor Prohibido''

cap 12 {♥}

Narras tú:

Llegamos al hotel en silencio, kendall había quedado algo celoso por el encuentro con Ryan.

Tu: ¿Amor?

kendall: Ajam.

Tu: Ya no me ignores.

Se giro y se paro frente a mí.

kendall: No puedo creer que le hallas dicho que mañana volveríamos.

Tu: Toca excelente amor, sabes que solo tengo ojos para ti.

~Bese sus labios.~

El me tomo despacio y me guió hasta la cama. Ambos nos desnudamos con suaves caricias de por medio.

Sus dedos abrieron mis húmedos pliegues y juguetearon con la parte más sensible de mí ser. Me quede paralizada por un instante. Las sensaciones eran placenteras. kendall me hizo volverme hacia él, de forma que ambos quedamos tumbados de costado, uno frente al otro. Cuando un dedo invasor se hundió en mi interior un par de centímetros, me quede sin respiración. Mire hacia abajo y observe su grueso y largo miembro. Alargue el brazo para tocarlo. Lo encontré suave, pero duro. 

Los labios de kendall beso mi cuello y luego levantó la cabeza para mirarme. 

Sin perder un segundo, hizo que apoyara la espalda en la cama, se colocó sobre mi y apoyó las manos a ambos lados de mi cabeza. Retrocedió y me embistió levemente, repitiendo el movimiento una y otra vez. Cuanto más profundamente avanzaba, más cerca estaba el deseado clímax. Una vez que llegamos al orgasmo descansamos tranquilos con nuestros cuerpos aun unidos.

kendall: Te amo.

Tu: Yo también.

Ambos dormimos placenteramente. 

Por la noche kendall se despertaba a comprobar que aun tenía su miembro dentro de mí. Me apretaba mas contra el y volvía a dormirse.

Narra kendall:

Me desperté bruscamente al oír un vigoroso golpe en la puerta principal. Miró el reloj y vio que las manillas señalaban apáticamente un poco más de las cinco de la mañana. 

¿Quién podría llamar a esa hora?

Mire a mi costado, un largo rizo de pelo castaño, perteneciente a mi compañera de cama, se deslizó por mi brazo. Definitivamente sentía pereza. Quizá debería quedarme en la cama durante el resto del día.

Volvió a escucharse un pesado golpe y, de repente, me di cuenta de que era peligroso que nos vieran. Me puse una bata y entreabrí la puerta.