Blue » Harry Styles

«Capítulo dieciseis»

—Así que querías evitarme y alejarte ¿eh? —gruño Harry— con razón tenias tanta insistencia en volver a tu departamento o en ir a Boston.

—No Harry —respondió Mackenzie rápidamente— no era eso yo de verdad.

—Ya no me interesa —la interrumpió— haz lo que quieras. ¿Quien te va a extrañar de todos modos? —le dijo fríamente y se fue.

—Lo lamento, Mack —hablo su castaña amiga—. N-no sabía que él estaba escuchando.

Pero la verdad era que si se había dado cuenta, solo que lo había hecho a propósito, lo que ellas querían era que Mackenzie se vaya de Los Ángeles y en lo posible que no regresará, puesto que no la soportaban.

—No importa —le respondió Mack, quitandole importancia al asunto—. Luego hablaré con él... Todo lo que les conté es secreto, lo saben.

La verdad era que Mackie no les había contado todo a sus supuestas amigas, se había saltado la parte en la que estuvieron apunto de hacerlo en el lago, no se los dijo porque esos detalles quedarían solo entre ella y Harry. Nadie debía enterarse.

[...]

— ¿Harry? —Mack toco la puerta, para luego entrar en su habitación—. ¿Podemos hablar?

—No —le respondió—. Imagino que ya debes tener tus maletas listas, ¿no?

—Claro que no —respondió, arreglando su cabello detrás de su oído—. Quería aclararte lo que sucedió hoy... pe-pero es complicado, Harry.

— ¿Qué es lo complicado? Si te mudaste tantas veces, preparar tus maletas no debe ser tan difícil, ¿cierto?

—No iré a ningún lado, Harry.

—Pues es una lástima, ¿sabes?

— ¿Estas diciendo que quieres que me vaya? —sintió un nudo formarse en su garganta.

—Eso es lo que querías ¿no? —levanto a cabeza y la miro por primera vez en lo que duro toda la conversación—. Si quieres puedo ayudarte a armar las maletas.

— ¿Sabes que, Harry? —Mack se había tragado ese nudo y respondió—. Vete a la mierda, Styles. Vine aquí para aclarar lo que escuchaste, pero al parecer no te gusta mi presencia aquí y si tanto quieres que me vaya, lo lograste, me iré de tu casa.

— ¿A dónde te vas, Mackie? —preguntó Anne.

—A Boston —respondió Mack, mirando enojada a Harry—. Con permiso, tengo que armar mis maletas y hacer unas llamadas.

Mackenzie entro en la que era su habitación temporalmente y sacó su maleta debajo de su cama, escucho a alguien tocar la puerta por lo que se acerco a abrir, encontrando a Anne al otro lado.

—Mackie, ¿podemos hablar?

—Claro, Anne —respondió más calmada— pasa.

No podía enojarse con la persona que la había acogido en su hogar y la había alimentado durante esos días. Mackie adoraba a Anne, era una mujer sumamente comprensible y adorable. Raras veces se enojaba pero enseguida se le pasaba y todo volvía a estar como antes.

— ¿Por qué quieres irte, cariño? ¿No te sientes cómoda con nosotros?

—No, claro que no —respondió la castaña— es algo complicado, Anne. De todas formas yo debo irme cuando acabe la escuela. Tengo una beca para estudiar Psicología en la Universidad de Boston donde trabaja mi tía.