Un Amor Prohibido (Sciles)

Capítulo 7

Capítulo 7

P.O.V Jason

Vi como el muchacho moreno, Scott creo, se llevaba a Stiles, estaba a punto de seguirlos, pero me detuve, ellos eran amigos no podía interponerme.

Así que me di la vuelta y entre a clase, tuve que presentarme por ser nuevo, no preste mucha atención a las clases, a la hora del almuerzo me quede en las escaleras leyendo, no soy alguien muy social y la verdad prefería leer, pasaron las horas, hasta que llegó la hora de la salida.

Le marque a mi mama, ya que yo todavía no tenía carro, y no me sabía muy bien la dirección de nuestra nueva casa, solo sabía que a nuestro lado vivía el sheriff del pueblo.

Mi mama llego después de 5 minutos de haberle marcado, pude notar que estaba muy tensa, ya que sus puños estaban blancos de la presión que estaba ejerciendo en el volante

-Mama ¿ya me dirás lo que pasa o te esperaras hasta en la noche? -le pregunte, pude ver que se estaba debatiendo internamente sobre si contarme algo o no

-Hijo... Hay algo que tengo que decirte... Solo... No me vayas a odiar, ni a enojarte conmigo -dijo mientras una lagrima caía de su ojo, verla así, vulnerable y triste me rompió el corazón

-Mama -le dije con toda la ternura y amor que tenía- no hay nada en este mundo que hagas para que yo te odie, eres mi madre, dejaste tu trabajo para poder criarme, hiciste todo lo que estuvo a tu alcance para darme todo, tu eres mi héroe mama, eres la mejor -dije sin poder evitar soltar unas cuantas lágrimas, era cierto, yo amaba a mi madre-

Pude ver como eso la tranquilizaba, y la hizo sonreír, no había cosa que amara más en el mundo que ver a la mujer más maravillosa de este mundo (mi madre obviamente) sonreír.

Llegamos a la casa, deje mi mochila en el piso, ya que todavía no teníamos los muebles, esos llegaban hoy, ayer en la noche que llegamos mi mama y yo pusimos una cobija en el piso y ahí dormimos, pero a mí no me importaba, solo me importaba mi madre.

-Bueno amor, siéntate en... ¿el piso? -dijo con una sonrisa, no pude evitar reír, en serio amaba a mi madre, así que como ella dijo me acomode en el piso, ella saco su billetera y saco la foto de un hombre, un hombre al que esperaba no volver a ver, un hombre que un día se fue sin siquiera despedirse, mi padre.

Mi mama pareció ver todo el enojo que sentía hacia la persona que se encontraba en la foto, estaba a punto de preguntarle que tenía que ver esa foto con lo que me tenía que decir cuando tocaron a la puerta, mi mama fue a atender y yo solo pude ver la foto de mi padre con odio, escuche los pasos así que levante la vista, y me encontré con una de las personas que también odiaba, Miguel, mi tío Miguel.

- ¿Qué haces aquí Miguel? -no trate de esconder todo el odio y rencor que sentía hacia el-

- Supongo que no se lo has dicho -dijo volteando a ver a mi madre, no supe cómo reaccionar o que decir-

- Si estas saliendo con el herman.. -empecé a decir, pero mi mama me callo con una de sus miradas, así que me calle.

- Bien -dijo mi madre, se veía muy nerviosa- amor... Realmente no sé cómo decir esto pero... Estamos en peligro -al instante me petrifique, esperaba todo menos esto-

- ¿Qué quieres decir con eso mama? -le dije muy preocupado

-Hijo, hay una historia que tenemos que contarte, pero para que nos creas, tienes que ver algo primero... Miguel -dijo haciendo un gesto con la mano a Miguel, así que volteé a verlo.

Los ojos azules de Miguel se hicieron más azules, tan azules como el mismo cielo, su piel se volvió más blanca y de su espalda salieron unas alas.... Unas alas blancas, y tupidas, eran... Hermosas, era lo más hermoso que había visto en mi vida, era simplemente majestuoso, al instante me quede sin habla.