recuperando relaciones

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Mi madre llegó con los ojos cristalizados, yo asustada fui corriendo a preguntarle, que tal le había ido, cuando de repente se echa a llorar cual catarata.

Mamá: hija, he visto a la hermana de tu padre, se ha enterado de todo y me ha dicho que se va ha de dedicar específicamente a arruinarnos la vida.

(me quede blanca como la cal, cada vez que ibamos con mi padre de vacaciones ella siempre se tenía que venir, porque no tenia ni un puto duro, se iban los dos de fiesta y de que llegaban a casa los dos borrachos como cubas les tenía que cuidar)

Yo: quizás nos vio llegar y entrar en casa, ¿le has contado que nos quedaremos en Málaga a vivir?

Mamá: no, no he tenido tiempo, en cuanto me ha visto me ha cogido y me ha soltado esas palabras.

Yo: madre mía, y encima sabe donde vivimos, bueno, nosotras actuaremos con normalidad... Por cierto ¿has encontrado trabajo?

Mamá: yo si, de dependienta en una tienda ¿y tú?

Yo: si, es un restaurante donde los camareros tienen que ir en patines, yo soy camarera... Bueno mamá date una duchita que se te pase el susto y luego ya veremos lo que hacemos.

(La verdad es que estaba nerviosa esa arpía de mi tía no iba por las buenas, ella es capaz de cualquier cosa, es pronto para poner una orden de alejamiento, porque todavía no hay pruebas concluyentes, así que habrá que esperar) mi madre salió de la ducha se metió en su cuarto y salió de lo más elegante, pretendía llevarme a una fiesta que había visto anunciada.

Mamá: hija vamos, vistete

Yo: ¿para que, Adonde vamos?

Mamá: he visto una fiesta anunciada y quiero llevarte a ella, para recuperar el tiempo perdido

Yo: que buena idea mamá, voy a cambiarme.

Cogí un vestido blanco y un cinturón marrón con unas sandalias romanas marrones, me hice dos trenzas de raíz, me maquille un poco, (no me gusta mucho el maquillaje) cogí el bolso con todo lo necesario y nos fuimos.

La Luz Que Me IluminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora