-Ahh...
-Ngh...
-Mmm...
La habitación estaba llena de los gemidos que ambos chicos soltaban, entre beso y beso, mientras frotaban sus intimidades entre sí. Craig sentía que no le faltaba mucho para que se viniera, y por lo que parecía, a su pareja tampoco. Así que, poco a poco y con disimulo, fue recostando a Tweek en el sofá de nuevo, quedando sobre él.
Tomó el bote de lubricante que había sacado del armario y acercó un dedo a la entrada del rubio, y, aunque este se sobresaltó, pareció comprenderlo y se dejó hacer.
Tweek estaba abrumado, acalorado y excitado. Las atenciones de Craig a todos los puntos de su cuerpo eran constantes, y él sabía del empeño que su novio estaba poniendo en que disfrutara de aquello. Y vaya si lo estaba consiguiendo. Su pecho subía y bajaba. El temor no había desaparecido del todo, y las inseguridades estaba presentes, pero el hecho de sentir a Craig propiciándole todas aquellas caricias era suficiente para que el rubio desistiese en su lucha y le cediera la victoria a su novio. Se dejaba hacer, se dejaba tocar. Trataba de respirar hondo, de centrarse en Craig, en su voz, en sus jadeos ahogados.
Notaba el dedo de su novio penetrar finalmente su entrada, y confirmó que la sensación era un tanto desagradable e incómoda. Pero no quería parar a Craig. No ahora que le había dicho que lo mejor estaba por llegar. No ahora que veía en sus ojos la ilusión en sus ojos tras haber logrado introducir un segundo dedo. Craig estaba eufórico y encantado.
Tweek echó la cabeza hacia atrás, fingiendo que lo que estaba pasando en su trasero no iba con él.
-Creo que ya está –Craig se limpió con el antebrazo el sudor de la frente. Parecía muy orgulloso de sí mismo-. ¿Estás preparado?
-¡Agh! Craig, ¿no vas a usar condón?
-Tú mismo me dijiste que no lo usara... Pero puedo ir a por uno si quieres. Compré, porque suponía que esto tendría que pasar algún día.
-¡No, da igual! –no quería que su agujero se cerrara ahora que Craig había acabado de lubricarlo. No quería volver a sentir sus dedos ahí dentro-. Hazlo ya...
Craig se aproximó a darle un beso a Tweek, mientras presionaba su miembro contra la entrada del rubio.
La sensación era horrible, molesta y dolorosa.
-¡Agh! ¡Craig! ¡Craig! ¡Sácalo! ¡Duele, sácalo! –Tweek agitaba los brazos con desesperación.
-Ni siquiera he terminado de meter la punta, Tweek –le reprochó Craig, molesto-. Joder, ten un poco de paciencia, luego dejará de doler.
Tweek notaba las lágrimas acumularse en sus ojos. Le dolía, le dolía muchísimo.
-¡Craig, me voy a morir! ¡Me estás desgarrando, seguro! ¡Noto la sangre!
-Tweek, por Dios, no seas quejica. No hay sangre, no ves que voy muy despacito.
-¡Me vas a partir en dos, y se me saldrán los intestinos! –Pero Craig parecía no hacer caso a Tweek-. ¡Craig! ¡CRAIG!
Tweek se abrazó con fuerza a su novio quien, recostado hacia adelante, sonreía satisfecho.
-Está dentro...
-¡Agh! ¡A-abrázame! –suplicó Tweek.
¿Cómo era posible que la gente disfrutase del sexo? ¡No era placentero! ¡Era terriblemente doloroso!
Craig lo miró con lástima, sintiéndose un poco culpable. Tal vez debería haberse detenido pero... era tan increíble. La sensación era nueva, y absolutamente fascinante. El interior de Tweek era muy estrecho y cálido.
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¿Cómo me amas? [Creek]
FanficTweek y Craig han sido novios desde aquel incidente en cuarto grado. Pero ahora que son mayores, ¿Cuánto puede durar un falso amor? ~CREEK~