Capitulo 5: La reunión

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Dos noches después del asesinato de la vieja Alice, dos chicos y una chica, cuyos nombres eran Thomas, Caleb y Sarah, se hicieron presentes al llamado de la mucama, ellos serian los encargados de cumplir el plan del anciano.

Les había abierto un extraño quien por la noche no vieron su cara, solamente los condujo al salón mientras decía: Esperen aquí, en unos instantes vendrá mi amo a recibirlos. Mientras esperaban, los chicos decidieron romper el hielo y presentarse:

- ¿Que tal? Mi nombre es Thomas, ¿alguno tiene idea porque nos citaron aquí?.

- Soy Sarah, encantada.- 

- Clara y concisa cariño, me gusta - dijo Caleb mientras esbozaba una sonrisa seductora- Caleb, un humilde servidor. Al decir esto hizo una reverencia, mientras Sarah y Thomas lo miraban con ojos muy abiertos- seguramente sea porque ayer no escuché el sermón del padre y me dormí. Eso o deudas -

Mientras hablaban entre ellos, la puerta del salón se abrió y se hizo presente el señor Cooper, quien se acerco despacio a la mesa y les hizo un gesto que se acercaran a el.

- Buenas noches, mi nombre es Steve Cooper, yo quería hablarl.. - fue interrumpido por Caleb quien dijo: ¡Eh,yo a usted lo conozco! un día salió en la tele por unos problemas con la policía ¿No es así? - Si muchacho, soy ese que tu has visto, pero por ahora quisiera que te limites a oírme ¿ Puede ser?

- Si señor- y se acomodó en su asiento, mientras Thomas lo miraba y pensaba: "Este tipo es de esos que quieren llamar la atención, si debo convivir con este imbécil, voy a enloquecer".

El señor Cooper reanudó su discurso: - Bien, quería decirles lo siguiente, estoy enfermo, y mi medico personal me ha pronosticado muy poco tiempo de vida,y al no tener hijos, mi fortuna se perdería  y yo no quiero eso, por eso los he convocado.

- Lo que usted quiere decir - Thomas se incorporó en su asiento- ¿es que nos hagamos cargo de su fortuna? - Así es joven, exactamente, dijo el señor Cooper.- Ahora bien, ustedes van a vivir en esta casa los tres solos, seguirán con sus vidas normales, esto quiere decir trabajo o universidad, pero vivirán aquí, dormirán aquí y comerán aquí. 

Sarah miraba atentamente la expresión del señor Cooper mientras decía todo lo anterior, y en eso vio por el rabillo del ojo que alguien observaba desde la ventana que tenia a su derecha, pero cuando miró ya no había nada, a lo que volteó la cabeza de vuelta con miedo y siguió escuchando.

- ¿Y cuanto tiempo piensa que debamos quedarnos? nuestras familias querrán saber de que se trata todo esto, yo por mi parte pienso decírselo a mi madre, no creo que quiera perderme de nuevo eh - dijo Caleb mientras cruzaba los dedos por arriba de la mesa y ponía expresión seria.

- Tranquilo Caleb, no será mucho tiempo.

- Ahora bien, usted quiere que nos hagamos cargo de la fortuna, por mi está bien. Pero ¿ que ganamos nosotros? O mejor aun, ¿porque nosotros?. - Sarah que había estado en silencio todo este tiempo, se había levantado de su silla y cruzó su antebrazo encima de su pecho, y mientras gesticulaba con la otra mano para darle énfasis a lo que decía- Quisiera tener todos los detalles, no me agradaría quedarme en la casa de un desconocido sin saber a que me "enfrento".

- ¿Que ganarían? mi fortuna en su entera totalidad, y eso comprende: esta casa, dos autos, mi patrimonio financiero, y diversas cuentas en bancos ubicados en el mundo. Y los elegi a ustedes porque veo que necesitan esta oportunidad, sus familias necesitan progresar y lo saben perfectamente. 

- ¿Pero como decidirá quien es el afortunado? - Dijo Thomas.

Antes de contestar, el viejo se levantó y trajo un whisky de un aparador, junto con tres vasos. - ¿Imagino que ustedes beben no?- y se dispuso a servir un poco en cada vaso.

- ¡Eso ni se pregunta, es obvio que si! dijo Caleb mientras extendía el brazo y tomaba uno de los vasos. El resto tomó sus vasos mientras el viejo lo alzaba y al grito de "¡Salud!", los tres bebieron.

- Al final, no contestó mi pregunta, ¿Como decidirá el afort...- no llegó a terminar la frase- Eh, ¿soy el unico que se siente mareado?

- No, yo me siento igual, ¿que nos pasa?- Sarah dejó su vaso y se restregó los ojos y parpadeaba preocupada.

- ¡Oiga! ¿Que les ha hech...? - No llegó a terminar la frase, cayó de lado mientras los demás también caían. En eso, el anciano se acercó a Thomas y le susurró algo que Caleb jamas olvidaría:

- El afortunado será el único que sobreviva. - Y dicho esto, Caleb cerró sus ojos lentamente,sin fuerzas para mantenerse despierto, y al girar la cabeza, vio como dos zapatos negros se acercaban a el.




La última voluntad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora