Bruises; [ns]✔

14. Promesas

Niall se encontraba en la cocina del departamento, el aroma a panqueques y café amargo llenaban el lugar, se encontraba solamente con una camisa de abotonar grandes con estampados lineales, la de Harry la noche anterior.

Se había dedicado a lavar el baño, limpiar el cuarto y todo el apartamento. Para que no quedara huella de la estupidez que había hecho en el baño. Se mordió el labio y recordó todos los momentos que había vivido con Harry Styles, que ahora se encontraba durmiendo en su cama.

El rubio se encontraba tan concentrado que no escuchó cuando Louis y Zayn entraron al apartamento, éste segundo fue directo a la cama y se acostó aún con sus armas y el chaleco puestos. Mientras que el castaño observó a su amigo y una sonrisa ancha se osó en sus delgados labios, al ver la camisa tan peculiar, y más tocas las mordidas y chupones en sus piernas y muslos traseros.

Él sabía que al fin lo habían hecho.

Se acercó sigiloso y con la nariz llena de aquel rico olor, mientras que con su zurda le agarró la nalga a su amigo, apretándosela y viendo como su cuerpo se exaltaba. — Alguien se la pasó súper rico anoche.

Niall le vió y no dudó pegarle con la paleta de menear la masa. — ¡Cállate! Tú llevas como celo en gato, ni siquiera te apareces. —Le dijo mientras que lo abrazaba por sus hombros, siendo correspondido.

—El asunto es, mi duende; que ya estoy acá y tienes que contarme todo. —Le susurró mientras se separaban y besaban sus labios, corto y rápido. Como los amigos como ellos acostumbran a hacer.

¡Y qué amigos!

Niall sintió y apagó todo para contarle a su amigo. Vio cómo su rostro pasaba de alegre a angustiado, enojado, hecho una furia. A triste y con sus ojos lagrimeando. Luego sonriendo ampliamente y una mirada sucia y pervertida en él, ganándose unos regaños y luego una sobada de mejillas.

—Y... ¿Qué tal?

— ¿Qué tal qué?

— ¡Hay por Dios! —Se dedicó a arruinarle el cabello, desarreglándose. — ¿¡Qué cómo te cogía!?

—Eres un vulgar. —Le murmuró mientras arreglaba las cosas para la mesa y empezaba a sonreír. —Estuvo genial... Oh Dios Louis. —Dio unos cuantos brinquitos.

Louis sonrió e hizo un gesto obsceno con sus manos y luego con su boca mientras reía. —Supongo, tienes una cara de sexo. —Le dijo mientras iba a despertar a Zayn para comer todos.

Horan rodó los ojos y fue también por Edward, levantándole y encontrándose con muchos besitos en sus labios y que lo cargara sobre su hombro, solamente con un bóxer que le quedaba súper apretado.

Harry le hacía sentir como si la vida era buena y justa.

Desayunaron juntos y los cuatro quedaron en pasar el último viernes del mes en las cabañas de los chicos, juntos. Lo que significaba que el último día de Niall sería el domingo y lunes. Aquello había motivado a los chicos a que pasaran como una verdadera familia.

Había algo que los empujaba a hacer eso, y todos esperaban que no fuera una verdadera despedida.