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(…)
Llevaba dos días en el hospital más cercano de donde estaba ella, estoy muy preocupado no despierta, no se mueve, tiene muchos cables pegados a su debilitado cuerpo. Esa no es mi chica, me siento muy mal por eso, su familia ha venido a verla. Shantal esa pequeña niña que parece muy fuerte, me abraza y me pregunta si en algún momento despertara no le he tenido nada que decir, solo abrazarla al ver sus diminutas lágrimas salir.
Ya habían pasado horas, estaba recostado a la camilla tocando sus nudillos y veo que se mueven, me paro de inmediato y veo que abren sus ojos cafés.
-Quiero agua-dice ella.
Busco en el refrigerador, le sirvo y se la doy.
-gracias-dice- donde estoy Guille?
-en un hospital-dijo con cara de felicidad- tengo que llamar a una enfermera amor-dije saliendo
Traje a la enfermera que he visto entrar aquí, creo que su nombre es nora.
-estas muy bien-dice ella- la doctora Steele, vendrá a revisarla dentro de un momento ya que estaba en operación con su permiso-dice.
-disculpe, mi prometida puede comer?-dije.
-cosas livianas-dice.
-muchas gracias.
Y ella sale de la habitación.
-una pregunta, tu prometida?-dice riendo.
-amor si mi prometida, sé que lo serás. Cuando te lo iba a decir fue el peor día de mi vida-dije casi botando una lagrima.
-no llores amor, ven acá-dice.
Le hice caso y me acerque a ella.
-quiero un beso-dice, me le acercó y le doy un diminuto beso.
-te extrañe mucho-dije.
-yo también, ese era un sueño profundo del que creí que no despertaría jamás-dice ella, y pongo cara enfada-no te molestes-dice.
-Caro, tienes que llamar a tu sobrina, nunca creí ver a una diminuta niña con corazón de hierro, verla así, me partió el corazón por que no podía decir y hacer nada-dije.
-préstame tu teléfono, lo hare ahora-dice, y saque mi móvil de mi bolsillo para entregárselo.
