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El tiempo se me vuelve corto, y haberlo abajo me terminaba de ponerme el arete. Tomo mi bolsa, y cierro la puerta de un portazo. Al montarme en el ascensor, iba acomodándome un poco, al bajar vi que estaba recostado de su coche y se iba Guapísimo. Abrí la llave y no me quitaba los ojos de encima, eso me encantaba. Me sonrío y abrió mi puerta.
-muy bella caroline, muy bella-dijo admirándome y haciendo que yo me enrojezca-
-Gracias sr, usted tampoco se queda atrás-dije nerviosa
Mientras íbamos en el carro, hablamos de nuestras vidas, de las cosas que nos pasaron tiempos pasados. Ya que no me quería decir a dónde íbamos era sorpresa, e odiado las sorpresas desde que me entere que santa no existía, ósea toda mi vida.
-le vendare los ojos porque su sorpresa especial, no puede verla. Como le he dicho es sorpresa-dijo sonriente, mientras que yo fruncía el ceño.
-Odio las sorpresas-dije seca
-quieres que me vaya de tu vida, esto es algo que nunca se lo he enseñado a nadie de mis ex novias, si no quieres esta sorpresa me iré de tu vida- dijo seco, y furioso
¿Quería que se fuera de mi vida? NO, grita mi subconsciente.
-está bien quiero ver-dije sonriente a lo igual que el- te quiero guille
-yo también te quiero Caroline, no sabes cuánto- al decir eso me muerdo el labio.
-llegamos-dice viéndome seductoramente.
Al chequear el lugar era hermoso, era una casa en algo así como un campo. Se abrieron los portones, y pude ver más de cerca. Todo es bellísimo, y me encanta.
-es una de mis casas, aquí. Es como una especie de campo-dice el en tono tranquilo.
- es bellísimo.
-Tú eres bellísima- dijo en tono seductor.
Al decir eso me sonrojo, y lo único que le puedo hacer es sonreírle.
Vamos-dice tomando de mi mano.
Bajamos y me llevo por una especie de camino, llenos de antorchas. HERMOSO, grito a mis adentros.
Me quiero sentar en el césped.-dije sonriendo.
Está bien-dijo confuso.
Una señora salió de la nada, y puso en mantel para sentarnos.
Él me sonríe, me muerdo el labio y se acerca un poco a mí. BESAME, grita mi subconsciente.