Capitulo 2

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Di un ultimo soplido de aire y quite la llave de mi auto, mi orgullo y dignidad siempre terminaban quedando atras despues de una tragica cita, me costaba entrar a la casa de mis padres sabiendo que ambos comenzarian con las preguntas emocionadas y que al final siempre terminaria respondiendo con un "ella se fue" de mi parte, no me gustaba ser el cachorrito triste de mis padres, mis hermanas vivian felices de la vida una viajando y otra en una de las ciudades mas bellas del mundo
, tenía que aceptar el hecho de que estaba celoso, no odiaba mi vida y jamas en mi vida me arrepentiria de mi hija pero a veces me preguntaba que seria vivir en otro lugar en otra ciudad. Odiaba el hecho de que el imperio Blanco en pocos meses cayera sobre mis hombros.

Habia estado trabajando como pasante en una pequeña empresa de publicidad, Jimy, Sebastian y mi madre querian que me preparara un poco antes de entrar de lleno a la empresa, necesitaba experiencia mucho mas cuando toda la familia Blanco, mi padre biologico y todos los socios creian en mi y me brindaban su apoyo, tal vez esa maldita empresa era lo unico que me detenia de huir de México , no me gustaba decepcionar a la gente y no lo volvería hacer en mi vida.

Llegue rendido a la puerta principal de la casa, con notable cansancio abrí la puerta y me adentre a la gran y solitaria mansión de mis padres.

Deje mis llaves en el resividor y comence a subir las escaleras con lentitud, eran las 8:30 de la noche aun era temprano y sabia que mi pequeña seguía despierta, su hora de dormir aun no llegaba, subí con un poco mas de velocidad las largas y numerosas escaleras, habia un silencio sepucral en la casa, no sabia donde se encontraban todos los empleados domesticos o si quiera mi nana, estaba acostumbrado a ser resivido por varios saludos, y un pequeño balbuceo por parte de todos los empleados del hogar. Algo aturdido por la sitaucion comencé a caminar con un poco mas de velocidad hacia la habitacion de mi hija, aunque Dafne hubiera saboteado mi cita, las ganas por ver su enorme sonrisa y sus lindos ojos verdes eran mas grandes que mi leve enojo por sus tácticas inteligentes para terminar con mis citas.

Una vez a fuera de su habitación note que habia demasiadas voces provenientes de su recamara algo confundido toque la puerta con un poco de fuerza para que dentro de aquel gran escandalo pudieran escuchar los toquidos de la puerta. Aleje mi mano y opté por cruzarme de brazos unos segundos después la puerta de la habitación había sido abierta por Saúl nuestro mayordomo y chofer personal, abrí un tanto mis ojos algo divertido por la situación.

Saul se encontraba bañado por completo en harina y algunos rastros de huevo, el me brindo una pequeña mueca y abrió mas la puerta para que yo me pudiera adentrar a la habitación de mi hija

— pero que les sucedió?— pregunté divertido mientras miraba a medio servicio doméstico dentro de la habitación de mi hija en el mismo estado que Saúl, detras de la puerta del armario mi madre y Dafne salieron con un cambio totalmente nuevo para mi hija — jugar en la cocina no es bueno — susurro esta vez mi nana un tanto sonriente mientras les mostraba la puerta a todos los chicos del servicio, con un leve asentimiento ellos salieron de la habitación de Dafne

— ibámos a hornear un pastel, pero al momento de empezar la mezcla de la nada comenzó una guerra de comida — susurro mi madre un tanto sonriente mientras agradecía a mi nana y a Saúl por ayudarlos a recoger el desorden de la casa

— con razón no habia nadie abajo —

—la guerra de comida se extendió por casi todo el corredor principal, los chicos ayudaron a mi mamá Ceci y a mi a limpiar todo el desastre que ocasione... fue divertido y demasiado pegosteoso —solté una leve carcajada al observar el cabello de mi hija lleno de huevo y harina me acerque a ella y saque un pedazo de cascaron de huevo de su cabello

—veo que se divirtieron debí quedarme...

— bueno tu también te fuiste a divertir asi que nosotros también lo mereciamos — susurro mi hija mientras daba leves brincos sobre su cama, negué sonriente mientras la observaba dar pequeños brincos , me sente en su cama y mire con nerviosismo a mi mamá

—Dafne querida entra a bañarte con nana, tu Jorge, tengo que hablar contigo, solo deja voy y me doy una rapida ducha — asenti lentamente al ver la seriedad de la voz de mi madre, ella salio por la puerta de la habitación y me dejo solo en mis pensamientos.

Solté un poco de aire y decidido a ir al despacho de mis padres me levante de la cama de Dafne, antes de terminar mi recorrido por toda la habitacion de mi hija escuche su voz resonar por toda la habitacion

—pa, te puedes quedar a leerme un cuento antes de que te vayas a dormir— observe como Dafne asomaba su cabeza por la puerta de su baño, asenti levemente y me acerque a su estanteria de libros buscando uno que estuviera lo suficientemente corto y aburrido para que mi hija se durmiera rápido.

Mi madre por alguna razon quería hablar conmigo y lo mejor seria no hacerla esperar .

¿Cómo conocí a tu Madre?              p a r t e  1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora