Capitulo 7

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Martina sostuvó mi mirada por unos minutos y después soltó un largo y molesto bufido.

—es que sigo sin creerlo, dios Jorge, Dafne te controla! — me gire a verla con los brazos cruzados y fruncí mi ceño — hay algún problema con eso?.

—estas hablando en serio?, le acabas de dar 700 pesos a una niña de 6 años, que mierda tienes en la cabeza? — cerré mis ojos y negué lentamente, Martina podía hacer lo que quisiera pero jamás podría quejarse de la forma en la que críe a mi hija, eso sería lo único que no le permitiría.

—no tienes derecho a quejarte, no estuviste ahí durante todos estos años, sabes lo difícil que fue críarla?, Dafne vive y sueña con su mama desde que de chica encontró la carta que tu le escribiste... no vengas aqui a decirme lo que hice bien o lo que hice mal a la hora de críar a mi hija — Martina un tanto incómoda se cruzó de brazos y desvío su mirada tratando de enfocar otra cosa que no fuera yo.

—tu tampoco estuviste ahí — susurro con seriedad Martina mientras me miraba.

—no me vengas con eso Martina, si no puedo estar en la vida de Fede es porque no me lo permites, no es culpa mía que cada que vez que trato de conocerlo tu me lo prohíbas, aquí tu fuiste la que se fue, no yo .—Martina me observó con sus ojos acuosos y negó lentamente

— sabes por que me fuí y sabes el porque no lo puedes conocer...

—Mamá hoy hablo de ti ... Dafne escuchó y le tuve que comentar de tu existencia, le contare sobre ti, ese será su regalo de cumpleaños —Martina negó rápidamente y de un saltó se levanto para acercarse a mi.

—es que no piensas?, como mierda le vas a contar a Dafne sobre mi sin decirle la verdad?! — yo la mire con enojo y sostuve su mirada —he podido hacerlo antes, podré ahora.

—tenemos que decirles, ellos no se merecen esto. Se suponía que la idea de no conocer a Dafne y Fede era para que cuando se enteraran no se sintieran traicionados, como mierda le haremos ahora que ella me conoce ?, me odiara!, ellos tienen que saber — la tome de los hombros y la sacudí un poco algo cabreado por su comentario

—me estas jodiendo ¿no?, ¿cómo mierda quieres decirle a una niña de casi 7 años que su mama es la chica que saludo en la mañana y que tiene un hermano gemelo?, ¿cómo mierda piensas decirle eso sin que sufrá un colapso mental?!— grite un tanto más molesto, la gente afuera de mi oficina se giraba a ver hacia adentro, tal parece mis gritos y los de Martina se habían subido un poco de tono, soltelé a Martina un tanto dolido y con torpeza camine hacia la silla de mi escritorio.

—colapso mental?...

Logró artícular Martina mientras me miraba con detenimiento, yo asentí.

— Dafne tiene problemas, el sueño de querer una mamá es más fuerte que todo, solía tener ataques fuera de control, estuvo en rehabilitación y se ha recuperado...no todo es de color rosa aquí...

—lo siento — fue lo único que soltó Martina mientras me miraba y se cruzaba de brazos —no volveré a meterme con tu forma de críar a Dafne y jamás me volveré a interponer, pero tienes que arreglar esto, sino podemos hablar tiene que haber una forma de quitar este sufrimiento, es doloroso estar lejos de ella, se que lo entiendes...

—ve a la fiesta mañana, todo se podra arreglar ahí..., solo no lleves a Fede, si Dafne y Fede se conocen todo se volvera mucho mas difícil — Martina asintió y mordió su labio con nerviosismo. Me levanté con cuidado de mi silla y con resignación me acerque a Martina odiaba verla así, la acerque a mi y con fuerza la abrace, ella respondió el abrazo y enseguida comenzó a llorar.

—encontraremos una forma de estar en sus vidas sin que ellos se enteren de la verdad, te lo aseguro...

Después de un gran e increíble momento incomodo, Martina y yo nos habíamos arreglado, las cosas con ella siempre habían sido asi, teníamos peleas demasiado intensas y después lograbamos tranquilizarnos como si nunca hubiera pasado nada, ambos eramos orgullosos pero cuando se trataba de nosotros reconociamos nuestros errores casi al instante, tal vez eso era lo que extrañaba de ella, lo tan bien que me conocía o tan solo como su simple presencia me alegraba el día. Habíamos acordado algo, tal vez no era el mejor plan pero al menos seríamos felices por un tiempo, ambos conoceríamos a Dafne y a Fede y trataríamos de lograr tener una relacion con ellos mientras buscabamos el momento ideal para decirles la verdad, mientras tanto Dafne y Fede no deberían conocerse, así que durante el tiempo que Martina estuviera aquí y Fede en Argentina, el no se le mencionaría para nada a Dafne... solamente esperaba no haber tomado una decisión completamente estúpida, sabía que no era buena idea pero tanto ella como yo queríamos ser parte de la vida de nuestros hijos, y entre más pasara el tiempo perdíamos la oportunidad.

¿Cómo conocí a tu Madre?              p a r t e  1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora