Capitulo 8

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Tome un gran respiro antes de entrar a la oficina del director, habían solicitado mi visita a la oficina del director antes de entrar a clase, era algo sumamente importante según mi madre, si el director tenía una mala impresión de mi, sería adiós definitivo a mi carrera como basquetbolista o a mi entrada a cualquier escuela en el país, así que los nervios eran justificados.

— Joven Blanco... Buenos días el Director Figgins lo esta esperando — asentí levemente mientras seguía a Yulie la secretaria particular del director de la escuela, di una mirada rápida por la recepción y la mire ahí sentada, alente un poco mi paso, Violetta observaba con nerviosismo sus uñas, se veía tan inocente y perdida que realmente me genero una ternura inmensa que hubiera durado más de no ser por el fuerte carraspeo de la señorita Julie.

— Señor Figgins el Joven Blanco — susurro la peliroja mientas abría la puerta y me dejaba pasar, observé como Violetta levantaba la mirada al escuchar mi nombre me miro por unos segundos antes de que yo entrara por completo a la oficina del director.

—Joven Blanco tome asiento —

Susurro el director mientras apuntaba la silla enfrente de su escritorio, asentí levemente mientras tomaba asiento y observaba como la señorita Julie salía de la oficina.

— sabes por que te llame, ¿no es asi? — asentí levemente y junte mis manos algo nervioso — mi madre dijo que tendría que firmar una carta compromiso el primer día señor, estoy listo para firmar cualquier cosa, juro aplicarme, lo menos que quiero es que me corran.

El señor Figgins asintió y se recargó en su silla con algo de tranquilidad, observe su oficina, era enorme y con tonalidades cafes, casi toda la oficina se veía antigua pero eso no quitaba el hecho de que uno supiera que fácil todo el cuarto valía por lo menos 1 millon de pesos.

— Jorge... esta vez no te haré firmar nada, eras el mejor de la clase y eres mi mejor deportista, si firmas una carta compromiso eso te quitaría la oportunidad de ser cápitan de cualquier equipo, solamente confiare en tu palabra. Necesito que subas esas notas y asegures ningún problema dentro del campus, de no ser así me temo que te tendré que expulsar del área deportiva, podrás seguir en la escuela pero ya no podrás ser parte de ningún equipo. Sabes que lo extracurricular nunca va sobre la conducta y tus notas, espero y lo entiendas. — asentí levemente mientras tragaba un poco de saliva nervioso.

—te entregare tu nuevo horario y te acompañare a tu salón. Se por lo que paso tu familia y por ello te estoy respaldando, no me hagas arrepentirme — dicho eso dio 2 pequeñas palmadas sobre mi hombro y salió de su oficina, me levante algo asustado, el señor Figgins me pedía demasiado pero tendría que hacerlo, no podía decepcionar a mis padres.

Salí de la oficina y seguí al señor Figgins que me entregó un papel, lo mire con delicadeza y asentí levemente la mayoría de las clases por lo que veía las compartía con Mercedes. Mis padres habían tratado de que Mer y yo compartieramos la mayor parte posible de horas en la escuela, sería la única forma en la que ambos nos respaldaramos, el ser populares había cavado nuestra propia tumba al momento de que nuestros problemas familiares salieran a la luz. Y Mer y yo no estabamos dispuestos a dejar que alguien se burlara de nosotros.

—acompañenos señorita Castillo, usted comparte algunas horas con el señor Blanco asi que los dejare juntos — Violetta me miro por unos segundos indefinidos donde por la rápidez del momento no pude entender muy bien su expresión facial, ambos comenzamos a caminar al paso del Señor Figgins, el colegio era grande, habría una larga caminata incomoda hasta que llegasemos al salón.

¿Cómo conocí a tu Madre?              p a r t e  1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora