Capítulo 2

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-Joordi! ¿Qué tal? -le contesto al momento

-Pues bien. Justo acabo de salir de trabajar. Grabamos mañana y me han dicho que vaya para Madrid. ¿Y tú?

-Muy bien. ¿Así que grabas en Madrid eh?-digo un poco enfadada.

-Si.. ¿Por qué? ¿Vendrás conmigo? -me pregunta risueño. Arrugo un poco la nariz pero sonrío.

-Claro... ¡Ya es tradición borrico! -ríe en voz alta y continúo- ¿Me pasas a buscar?

-Claro. Te veo en media hora en tu casa. Hasta ahora Laurita- se despide y corta la llamada.

Pienso en la primera vez que me pidió que le acompañase al programa. Samantha creyó que era su novieta y que al fin el "sex symbol" del programa conseguía novia. Eva reía y me decía que le cuidase. Que él era un desastre. Y yo negando con cara de tomate que no eramos pareja.
Mientras, el traidor de Cruz hablaba con Pepe.

Reí en voz alta y aparqué el coche. A los segundos veo delante de mi casa. El chef más sexy de toda España. Jordi está sentado en mi portal con movil en mano y riendo. Cuando cierro la puerta del coche mira en mi dirección y se levanta mientras que con una mano me saluda.

Camino hasta él mientras le devuelvo el saludo y al llegar a su lado me da un beso en la mejilla.

-¡Laurita!-dice alegre mientras me abraza.

Le devuelvo el abrazo y al momento, un olor dulzón me llega a la nariz. Eso y olor a pescado.

-¡Hueles a pescado! ¿Qué todos tus clientes han pedido pescado hoy? -Jordi ríe pero no me suelta.

-Más o menos...-de pronto siento una mano en mi espalda baja que va ascendiendo y antes de que llegue le pellizco.

-¡No empiezes chef! ¡Qué te veo!-grito medio en serio medio en broma. Jordi se ríe y me suelta. Yo cojo mis llaves y abro la puerta, entro seguida por él que al momento va a la cocina y abre la nevera.

-Jordi...-Aviso sabiendo perfectamente lo que hará. Él pasa de mi completamente y grito frustrada.

Voy a mi habitación y me quito la ropa mientras oigo el sonido de ollas en mi cocina. Niego con un suspiro y cojo una maleta donde pongo simplemente un pijama, un neceser, ropa de recambio, zapatos...

Al momento que cojo mi ropa interior, Jordi abre la puerta con una copa en la mano y unas olivas. Grito y le lanzo lo que tengo en la mano. Qué para mi mala suerte es un sujetador negro de encaje.

-¡Sal de aquí por dios! -grito enfadada. Sabiendo que estoy medio desnuda y con solo mi ropa interior puesta. Él sólo se acuesta en mi cama y mira mi maleta abierta con el sujetador en su mano. Yo pataleo hasta que me rindo y le miro.

-Jordi...-digo vencida

-Dime...-dice imitando mi tono de voz-¿Te he dicho lo sexy que te verías con este sujetador?-dice mirándome mientras gira el sujetador con su dedo.

Me sonrojo y me acuesto a su lado mientras le doy una patada para que se vaya.

-¡Vete! ¡Me estoy cambiando pervertido!-grito como una niña pequeña. Jordi se sienta y me mira a los ojos sonriendo.

-Me he dado cuenta Lau-baja un poco la mirada y niega un poco con la cabeza-¿No deberías ponerte ropa? -dice descarado. Me levanto y voy al armario a buscar la ropa para tapar mi desnudez.

Aunque claramente, sin importarme demasiado que Cruz esté en mi habitación. Le encanta fastidiarme y sabe como. Nunca me ha molestado éste tipo de cosas a menos que no vayan para más. Me siento cómoda a su lado porque su mirada no pasa más allá de mi barbilla. Abro el armario y cojo el vestido veraniego y unas sandalias.

Me giro y veo al chef tomando gin tonic mientras guarda mi sujetador en mi maleta y al percatarse de que le miro me sonríe y me guiña un ojo.

Me acerco aún medio desnuda a él y cojo la copa y bebo un poco del contenido. El alcohol baja por mi garganta y sonrío. Está buenísimo. Jordi me intenta quitar la copa quejándose que es su bebiba y yo me niego riéndome.

Al final acaba en la copa sobre la mesita de luz y un Jordi encima mío haciéndome cosquillas. Le quito a patadas de encima mío y me coloco el vestido rápidamente. Cierro la maleta y me pongo las sandalias. Jordi traga el contenido de su copa y coje la maleta mientras me mira riendo.

-¡Ya vale! ¡¿De que te ries sinvergüenza?!-Le grito exasperada mientras me siento en la mesa donde ya está servida.

-¡Hoy por fin vas a comer dignamente!-río negando y levanto una ceja-Mira lo que he preparado...

Sirve la comida, donde esta vez no lleva nitrógeno.

-¿Ésta vez no le has puesto esferificaciones de puerro y yo que se?-pregunto sarcástica.

-Es que no me dejas...-Dice él apenado mientras yo me río con ternura.
Comemos y me sirve el postre. Yo como siempre flipada por su cocina y con el poco tiempo que lo ha hecho sonrío y le doy las gracias mientras alardea que "ha hecho su mejor plato para mi".

Recojemos todo y me pongo las gafas de sol y salimos de mi casa para montarnos a su coche.

-¡Pon música!-digo entusiasmada. Él me hace caso y de pronto suena "Recuérdame" de Pablo Alborán.

-¿Tú no le conocías?-le pregunto al jóven chef mientras oigo la canción.

-Fue al programa. ¿Por qué? -dice mirando a la carretera- ¿Te gusta?

-No... No me encanta pero tiene algunas canciones que me gustan mucho-digo con sinceridad. Cruz niega un poquito y ríe.

-¿Me has intercambiado Lau?-dice en broma.

-Ya sabes que eres mío siempre tonto. -le respondo en el mismo tono. Le doy un beso en la mejilla y sonríe.

Me giro y miro por la ventana. El día es precioso y de camino a Madrid. El sol resplandece encima de nosotros. Apoyo la cabeza y poco a poco me quedo dormida.

  -¡Laurita!-oigo mi nombre y un suave toque hacen que me despierte.

-¿Hemos llegado ya? -digo bostezando.

-Que va. Pero he parado para ir al baño. ¿Vienes?-pregunta con doble sentido

-Ai... Vamos. -Él se baja y cierra la puerta mientras me estiro un poco y sacudo mi vestido del largo de mis rodillas, un poco menos.

Miro el sitio y reconozco la gasolinera donde hemos parado casi por más de 3 años. Cada vez que Jordi va a Madrid. No dudo siquiera en ir con él.

La primera vez fue muy incómodo decirle. La segunda ya no tanto... Y así hasta ahora. Amigos desde hace muchos años, pareja por otros. Pero claramente. Lo que menos me esperaba encontrarme delante mío era a esa chica con una gorra puesta. Y que Jordi se acercara y dijese.

"Hemos estado hablando de ti hace poco"

Mis Dos DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora