Capítulo 9

624 22 27
                                    

Abro los ojos, despacio y sonriendo lentamente. Unos brazos musculosos me rodean. Me giro con cuidado y le miro. Bueno, gracias por la noche Pablete, pienso con tranquilidad. Menos mal que no es un completo desconocido... Me aparto de él y me pongo una camiseta suya. Típico... Pero como excusa, puedo decir que no encontraba mi propia ropa.

Cogo el móvil y le envío un mensaje a mi amiga. "Nos vemos en la cafetería de siempre??" Pienso como puedo llegar hasta allí y suspiro. Tendré que pedírselo a Pablo. Apago el móvil y lo dejo en la mesita de noche para poder buscar mi ropa. Está claro que necesito una ducha urgente. Sin preguntarle al dueño del departamento me meto en su baño, huele a limpio. Vaya... Digo en voz alta. Chico ordenado. Rio en voz baja y me meto en la ducha, está claro que la necesitaba si pensaba salir por ahí.

-Lau, quieres algo para desayunar? -oigo a través de la puerta. Que mono

-¡Noo gracias! -chillo como puedo- ¡He quedado con una amiga para desayunar! -me ducho lo más rápido posible y me cambio al conjunto de la noche anterior. Mierda, no puedo ir así vestida a una cafetería. Parezco que voy de resaca y ni siquiera he bebido.

-Lau... ¿Te dejo esta ropa?-le miro enfadada. Primero por haber entrado sin tocar la puerta y segundo, por tener ropa de mujer en la mano -Es de mi hermana. Pensé que quizás ese vestido no es adecuado para ir a... A desayunar con una amiga. Creo que tenéis más o menos el cuerpo parecido.

-Gracias Pablo -digo sonriendo. Me alegro de que me haya dejado ropa. Un tanto fresca. Limpia. Él me sonríe y cierra la puerta. Menudo hombre...

Al salir del baño cogo mi móvil, un bolso para meter el vestido y le doy dos besos a Pablo.

-Gracias.. Por la cena -rio un poco, él me entiende

-Gracias a ti, a tu disposición Lau -me da otro beso en la frente y me acompaña a la puerta. -¿Te llamo, sí?

Asiento y me marcho. A ver... Dónde estoy. Miro mi gps y bueno, tengo 20 minutos de caminata pero creo que podré sobrevivir. Por suerte, el día era bueno, la gente caminando, sonriendo. Incluso besando. De pronto noto como mi corazón se quiebra un poco. Besar, Jordi. Cinco meses... Necesito hablar con él. Por el amor de dios Laura, soy su mejor amiga. Me siento como la peor persona del mundo. Mierda. Me froto la cara y maldigo, no es justo. Me he comportado demasiado... Adolescente celosa, tengo 28 años. ¿Me considero adulta?

Niego y abro mi móvil, necesito enviarle un mensaje ya. Necesito pedirle perdón, tengo que decirle... Qué le echo de menos. Voy a abrir su contacto pero mis manos se bloquean. Lágrimas quieren salir y quiero gritar de angustia. No puedo enviarle nada. Tiene que vivir su vida, feliz alejado de mi. Camino un poco más rápido y me doy cuenta que he llegado a la cafetería. Entro y veo directamente a Eva y me acerco. Cansada y enfadada por la noche anterior me siento y.. Me quejo.

-Wow wow wow -dice mi amiga- Ahora viene Sammy, necesitamos saber que pasa contigo. Y con el otro. Pero ese es un caso perdido. Igualitos los dos

-Eva... No estoy de humor. O lo estaba. Hasta que recuerdo que tiene novia y... No puedo mirarle a la cara y seguir estando ahí para él. No me gusta... Pero somos tan íntimos... Como hermanos. Me preocupo, es todo -digo totalmente segura. Eva me mira y niega. Está cansada, igual que cierta dueña de un catering luego de explicarles la misma historia. Cansancio, mucho trabajo, Jordi es mi hermano. Somos muy íntimos, no funcionamos bien juntos.

-O más bien dirías... Os necesitáis. Funcionáis cuando estáis juntos...- agrega Samantha con cuidado - Te voy a ser sincera. He oído... Bueno, Pepe nos ha dicho algo. Ya sabes, él tampoco puede hablar con él. Y a nosotras no nos dice nada. No rinde en el trabajo, quizás le estén por quitar alguna que otra estrella Michelin si continúa así.

Dios mío que he hecho. Miro a Samantha y a Eva con rabia.

-¿Por qué no me lo habíais dicho antes? Es horrible. Es mi culpa. Tengo que hablar con él -digo segura. Esas estrellas Michelín significan todo para él. Si las pierde se hundirá. - Tengo que llamarle. Tengo que hacerlo....

-Cariño... Ahora no es el momento y lo sabes. Tienes que ir a hablar con él cara a cara. Tiene que saber que te importa. Te necesita... -agrega Eva. Y sé que tiene razón, ella tiene muy buena relación con él. Supongo que han hablado, aunque no me lo diga.

Y de pronto noto como una parte del puzle encaja. Cris queriendo hablar conmigo, la insistencia de Eva. Pablo... Miro a mis amigas y en un susurro suelto lo que mi corazón desea decir y lo que mi cabeza no me ha permitido en todo este tiempo. Suelto la verdad después de 5 meses sin hablar con él, las palabras salen de mi boca y veo como mis dos amigas se miran entre ellas sonriendo y asintiendo.

Tengo que volver a Barcelona

Mis Dos DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora