Capítulo 28: Amenaza de broma

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Maratón 2/3:

Capítulo 28: Amenaza de broma.

Narra Alison:

-Entonces dices que tu torpeza es culpa de Lucas, ¿no?

-¡No! Digo, ¡sí! ¡No sé! Bueno sí sé. ¡Mierda Emily!-exclamé gritándole al teléfono.

Maldita sea, me estaba liando. Después de darme la quinta ducha, contando aquellas en las que participó la manguera del diablo, llamé a Em para así poder desahogarme; pero, ¡esta muchacha me estaba volviendo loca! Toda la culpa era de ese idiota y no mía. ¿Cómo iba a ser yo, si fue él por quién me caí?

Y ahora, mientras el idiota se duchaba yo intentaba calmarme y así no arrancarle los ojos y jugar al pin pon con ellos. Sí, soy demasiado macabra pero, ¿qué más da?

-No vayas a hacer eso Alison- habló una muy enfadada Emily sacándome de mi perversa imaginación. ¿Cuándo aprendería a tener la boquita cerrada?

- Oye, ¿se puede saber por qué ahora te importa que le pase al engendro de mono? ¿No estamos juntas en esto?

-Sí, sí... Ah, me acaba de decir mi madre que llegaremos mañana para la hora de comer. Ni se te ocurra dejarme sola con tus primas prostitutas, ¿entendido?

-A sus órdenes mi capitana. Y, ¡no soy un anticristo para que te haga semejante tortura!

En ese momento salió Lucas del baño, mirándome con cara de estreñimiento y de muy pocos amigos. Decidí que era mejor dejar la conversación para mañana.

-Em, mañana hablamos ¿sí?

-Okii, y no lo asesines. Prefiero hacerlo contigo- terminó con una voz malvada propia de una gran Maléfica.

Cogí mi libro de la mesita de noche y me tumbé horizontalmente en la cama dispuesta a terminarme ese best seller. Sin embargo, mi querido compañero de cuarto no tenía nada mejor que hacer que poner música a todo volumen. ¡¿Ya entendéis por qué no lo soporto?! Y luego soy yo la inaguantable, tiene huevos.

- ¿Puedes bajarle el volumen al ordenador?- pregunté todo lo pacientemente que mi característico carácter podía.

- Vale...

Esperad. ¿Qué acababa de pasar aquí? ¿El engendro de mono rosa me hizo caso por una vez en su vida? No puede ser verdad. Me pellizque para ver si era verdad y, Dios sí que lo era. Me froté los ojos para despertar de ese fantástico sueño pero, ¡era verdad! Esto solo pasa una vez en la vida, así que pedid un deseo que seguro se os cumple.

"Eres demasiado exagerada idiota. Pero he de decir que yo he deseado un unicornio rosa."

Gran elección, mapache. Ya te lo pediré alguna vez para ir a Narnia.

"Ya paso de pelear contigo. Eres demasiado idiota para entender que no soy un maldito mapache"

Tras un bailecito de mi yo interior, comencé a leer.

Un beso y dos peleas épicas después; una voz me despertó de mi lectura. Como no, era el hijo de fruta y de Snow, el sin facción y la rata inmunda de Lucas. Del ordenador provenían unas voces de más chicos, pero yo solo pensaba lo más macabramente que mi mente podía en Lucas. Aunque Emily me haya pedido que no lo haga; esta vez jugaré con sus dos pelotas al billar.

Silenciosamente, me acuclillé a su lada y con mi voz más grave, le pedí que bajara la voz o que se fuera a otra habitación. El idiota que no tenía aprecio a su vida solo me dio una media sonrisa y me contestó "Te jodes".

Damas y caballeros, niños y niñas, viejos pervertidos y señoras practicantes de sumo con bolso; se desató la Tercera Guerra Mundial.

Me tiré encima suya con toda la fuerza de mi ira y mi rodilla se posó encima de sus genitales.

-Lo siento pero no estoy de humor para "joderme"-dije con mi mejor sonrisa malévola, mientras él se contraía intentando que no le diese un golpe mayor. Benditas películas de karate y las clases gratuitas de mi madre por mi doceavo cumpleaños de judo.

Narra Lucas:

¡Esa idiota y loca me había amenazado con dejarme sin descendencia! Por no hablar que me ha echado de la habitación para que ella pudiera leer a gusto. No puedo si quiera tener una video llamada por Skype tranquila con mis amigos. ¡Maldita mundana!

-Lucke, ¿solo llevas dos semanas con ella y ya te mangonea así?- dijo un demasiado bromista Dan.

Quería contestarle que no era así, pero todos ellos habían visto lo ocurrido hace unos minutos.

- Y bueno, ¿cómo son las primas de tu hermanastra?- dijo Eric intentando restarle tensión al ambiente.

- A ver Britany y Jessica son un tanto... Pizzas

Os explico. Las siglas P.I.Z.Z.A., refiriéndose a una chica, significan Puta Idiota Zorrísima Zorra Amante del maquillaje. No me juzguéis pero estábamos en la pizzería de Susy cuando se nos ocurrió y no es que seamos muy imaginativos.

- Están buenas, ¿no?- dijo un desesperado Rubén. Estos chicos están demasiado desesperados.

"Inclúyete amigo mío. Que estas demasiado necesitado de atención."

- Demasiado idiotas pero teniendo esa madre no me extraña.- dije susurrando. Estando en el dormitorio de los gemelos y después de esa escenita durante la cena, no me extraña que hayan hecho algún agujero para observar a mis hermanos. No debo imaginarme esa imagen, no quiero ir a un psicólogo de por vida.

Y hablando de los reyes de Roma, los más vanidosos entran por la puerta.

-Papá nos acaba de echar la bronca por tontear con nuestras "primas".- dijo Max tirándose en su cama.

- Con esas dos no me liaba ni harto de vino, ¡no estoy tan necesitado por favor!-exclamó el otro gemelo acercándose a mí- Hola chicos, ¿qué tal?

- Dejémonos de tonterías y ayudadme que necesito vengarme de esa niñata. Vamos a planearlo ahora que estamos todos juntos.

- Hay que meter a Anna en la broma; por su culpa mi portátil murió con la miel.

- Por no contar el número de moratones que tengo. ¡Parezco un vestido de gitana!

-Debe ser épica, algo que nos haga quedar por encima- continué.

- Pero que no tengamos peligro del gran castigo- dijo Eric- que mis padres están últimamente con ganas de echarme broncas. Y que el instituto está a la vuelta de la esquina y como que debemos empezar a lo grande.- todos asentimos. Sabíamos que el comienzo del curso escolar era primordial para mantener nuestro poder en la sociedad estudiantil.

- Voy a buscar el cuaderno de las bromas- dijo Rubén perdiéndose de la visión de la webcam.

-Esto...- comenzó Max a decir. Si él no encontraba las palabras para decirlo entonces era algo fuerte.

-Venga dilo.- lo animé.

-Papá nos cogió el otro día y fuimos a echar la matrícula para nosotros y para... las chicas.

¡¿Qué?! ¡Esto no podía ser! ¡Me arruinaran toda la popularidad que conseguí en los últimos cuatro años!

-Su antiguo instituto les pillaba demasiado lejos de la nueva casa y el nuestro era el más cercano. Además, dijo Grace que así podrían estar juntas Emily y Alison, y tener....

-¡¿Esas dos estarán JUNTAS?! ¡¿En el mismo instituto?! Dios mío esto será peor de lo que había esperado...

- Ya traigo el cuaderno con todas nuestras bromas... ¿Chicos?-dijo asustado Rubén al ver nuestras caras.

Esto iba a ser peor de lo que habíamos planeado, mucho peor.





This is my new life with the boys- PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora