Capitulo 8: Emily

468 37 15
                                    

Narra Alison:

¡¿Otra vez me despiertan de mi sueño?! Esta vez ha sido el teléfono, y como quien me este llamando no sea importante que huya sino quiere visitar a Voldemort en el infierno.

 *Llamada telefónica*

 -¡Como no sea importante va a ser mejor que huyas!

- ¿No es importante que tu mejor amiga que, después de un mes, vuelve a estar contigo?

-¡Emily! ¿No volvías la semana que viene?

- Si pero mi padre tenia cosas pendientes en su despacho y mi madre empezaba un nuevo proyecto a las afueras de la ciudad así que… ¡volví!

-Bueno te tengo que contar muchísimas cosas nuevas. ¿Puedes quedar ahora?

- Si acabo de terminar de vaciar la maleta. ¿Nos vemos en la cafetería del parque?

-Perfecto en un cuarto de hora estoy allí.

- Vale, ¡hasta ahora!

-¡Hasta ahora!

 *Fin de la llamada telefónica*

¡No podía creer que Emily ya estuviera aquí! Hemos sido mejores amigas, en realidad la única, desde que nuestras madres se hicieron amigas en una reunión en nuestra escuela primaria. Ya en la secundaria tuvimos que ir a distintos institutos, pero seguíamos quedando por la tarde. Ella tampoco era de las populares, cosa que no entiendo pues era todo lo contrario a mi: su pelo moreno, sus ojos marrones, su tipazo, su personalidad alegre y optimista… Y aun así nunca a tenido novio, como una aquí presente que se ha caído dos veces de la cama en una sola tarde.

Me vestí con una camiseta lisa azul y unos vaqueros cortos y mis queridas vans  y salí cogiendo el móvil, la cartera y el nuevo juego de llaves;  para dirigirme a la cafetería en la que habíamos quedado. La verdad es que echaba de menos a mi amiga; pues no podía ni llamarla ni hablar con ella pues, aquella cabaña donde estaba pasando las vacaciones no tenia cobertura. ¡Mierda de cobertura! Ya me imaginaba la cara de Emily cuando le diga que mi madre se casaba este sábado y que vivía con cinco chicos en una casa nueva (y espectacular) y me quedaría dos semanas viviendo solos con ellos. Si no se desmalla es un milagro.

Cuando iba a entrar, alguien se me tiro encima dándome un abrazo de oso.

-¡Aliiiii, te he echado muchísimo de menos!- grito mi mejor amiga emocionada.

-¡Emmm, yo también te he echado muchísimo de menos!- le grite igualmente.

Después de abrazarnos y darnos unos cuantos besos en las mejillas entramos en la cafetería. Nos pedimos dos batidos de chocolate y me empezó a hablar sobre sus vacaciones. Resumidas constaban de: senderismo, bañarse en el lago (congelado), montar a caballo y leer en la cabaña. Soy yo y me voy andando antes de pasar dos días.

-Alison, ¿y tu no me tenias que contar algo?- dijo mirándome con una ceja levantada mientras bebía de su batido.

- Pues… bueno…- ¡que narices me pasaba ahora! Alison concéntrate- Pues hace unas dos semanas mi madre nos dijo que estaba saliendo con un hombre y…

Después de veinte minutos ya le había contado todo, desde cuando mi madre nos dijo que tenía novio hasta la guerra que habíamos comenzado Lucas y yo. Ella me miraba atenta sin dejar pasar ningún detalle y de vez en cuando preguntaba sobre alguno de mis hermanastros.

-Bueno, ¿y no me vas a presentar a tus “queridos” hermanastros?- me miro divertida.

- Primero, no mal pienses que te conozco y se que lo estas haciendo, porque no va a ver nada entre el estúpido engendro de mono rosa y tu;  y segundo ya quedaremos mañana o pasado y te lo presento.

-Valeee, no hace falta que me mates- me dice levantando las manos.

-Eso, tu hazme caso. Además, mi madre llamara hoy a la tuya para que vengáis a la boda. Y tú te vienes, ni se te ocurra dejarme sola.

- Vale, pero te toca venir conmigo a comprar el vestido.

-¡¿De verdad tengo que ir?! Sabes que no me gusta ir de compras, ¿no puedes ir tu sola?- le dije mirándola con mis mejores pucheros.

-Nop- me dijo recalcando la “p”- vienes conmigo si o si.

-Valee-dije mientras suspiraba.

-Me debo ir ya Ali, mañana nos vemos- dijo mientras volvía a guardar su teléfono.

-Vale te envió un Whatsapp.

-Vale. ¡Adiós!

-¡Adiós!

Vale acabo de dictar mi sentencia. Emily comprando es peor que el diablo con su guadaña.

Llegue a casa, me hice un sándwich y me fui a dormir. Hay que tener fuerzas para enfrentarme al engendro de mono rosa y a la compradora impulsiva.

En serio, mi vida no es normal. 

This is my new life with the boys- PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora