Capítulo 1 Carta.

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"Hola ATL

Hoy te vi. bueno siempre te veo. Tu no ami.  Te ves guapo. Bueno siempre. Espero que eso no te levante el ego. Estabas con esa chica rubia. Riendo, tu sonrisa es linda. Espero que un día de estos rías conmigo y sonrías conmigo. ¿Me aceptarías si me tiñera el cabello rubio? O al menos te me acercaras. ¿Que tienen de malo las morenas? Nunca te e visto con una morena platicando, o al menos no te e visto

Que tengas un gran día, nos vemos mañana 

Tu Admiradora Secreta "

Escribí. Doble la carta.Estaba en las gradas de la preparatoria mientras veía a los chicos jugar fútbol. ATL no vino a jugar. No lo e visto. Creo que de nuevo se quedó con la rubia en los pasillos. Bueno ahí lo vi antes de venirme a las gradas. Si a veces parezco una acosadora, por cómo vigilar a ATL. Al menos  eso me a dicho Fernanda. Ella me ha dicho que le diga. Sabiendo como soy no creo que lo haga. Aparte el ni Siquiera me conoce. Solo me a visto. Viéndolo, eso es lo peor.

Baje las escaleras, con cuidado de no pisar mal y caer. Traía mis audífonos puestos. Era así como una relajación a versión de _____. Fernanda no había asistido hoy a clases. Ya que se fue de viaje. Y Sergio bueno el aun no llegaba. Así que siempre en la entrada me quedaba sola. Eso me daba tiempo para escribirle algo a ATL. Sergio le habla a ATL eso es genial.

Me fui directo en los pasillos, la mayoría de los alumnos ya se estaba metiendo en su clase correspondiente. Solo faltaban 3 minutos para que sonara la campana. Llegue a mi casillero. Saque algunos libros. Siempre llego tarde a clases, bueno no tan tarde, pero si antes de que llegue el maestro.

Lo único que hago para llegar tarde a clases es esperar que el pasillo se vacíe y así tener la oportunidad de meter la nota en el casillero de ATL. Nadie me ha notado. Eso creo. Y no por ser la típica chica invisible que pocas personas saben de ella.

Nunca pasara eso. Nadie sabrá quien soy, aparte de Fernanda y Sergio. Al menos que ellos suelten la sopa, o alguien que pase por los pasillos se dé cuenta.

La campana sonó anunciando que la primera clase comenzaba. Varios alumnos comenzaron a correr a su salón correspondiente. Cerré con mi casillero. Mire a mí alrededor. Ya no había nadie. Acomode mis libros. Me acerque al casillero de ATL. Arranque la nota de mi agenda. Esa típica agenda de color azul. Detesto el rosa. Con corazones en las esquinas y al alrededor.

-Hey ¿Asiendo de las tuyas otra vez? –Dijeron de mi lado

Me sobresalte, haciendo caer mi agenda. Mira de mi lado y estaba Sergio. Riéndose del susto que me dio.

-Eres un tonto- Me cruce de brazos

-Lo sé –Se agacho para recoger mi agenda-Toma –Me tendió la agenda

-Gracias –Coloque un mecho de mi cabello detrás de mi oreja. Hoy llevaba una coleta no bien hecha. Como siempre.

-Deberías soltar tu cabello, es muy lindo para estar amarrado –Dijo Sergio tirando de la liga que sostenía mi coleta

-¿Ahora estilista? –Tome con ambas manos la liga, para que no la sacara

Comenzó a reír. Siempre quiere hacer lo mismo con mi cabello. Ha llegado a mi casa cuando tenido el cabello suelto. Al parecer dice que mi cabello castaño luce más suelto que una mal hecha coleta de siempre. Fernanda también lo hace.

Comenzamos a caminar directo a la clase de literatura. Sergio me contaba de lo que paso en su fin de semana. Mientras yo regia de las estupideces que decía. Al fin llegamos, la puerta estaba cerrada. Diablos. Mire mi celular, 8 minutos tarde. Es el de literatura quizás. Quizás nos deje pasar a su clase. Sergio está acostumbrado a llegar tarde. El toco la puerta sin temor.

-¿Podemos pasar? –Dijo cuándo se abrió la puerta dejando ver al profesor. Sonreía como si nada

- Señor Rivera –Me miro – Señorita –Si no conocía mi nombre, ni mucho menos mis apellidos. –Otra vez tarde, ¿Cuál es la escusa ahora Rivera?

-Nos quedamos conversando en el pasillo –Dijo, y no mentía si no quedamos en el pasillo platicando.

-Se dice ligando, Sergio –Gritaron desde al fondo

-Señor Garza, silencio –Sonreí al escuchar el apellido de ATL -Pasen

Movió su mano en señal de que entramos y cerramos la puerta. Busqué mi asiento. Y tenía que chocar con la de ATL. Bueno él no me miraba, pero yo si lo mire. Como siempre. Sergio me tomó de los hombros para que caminara más rápido. Con la cabeza baja

-Hey –Escuche la voz de ATL

Subí la mirada rápidamente y sonreí, pensando que ese saludo era para mí y no en realidad era para mi amigo. Él no me saludaría. Sergio se acercó a él y chocaron sus puños, como saludo. Yo solo recibí una subida de cabeza como saludo de parte de él. Le sonreí de lado y acelere mi paso. Puse mi bolso en el suelo y saqué mi libreta anotando lo del Pizarron. Sergio se sentó a mi lado.

Realmente no quería escuchar la tonta voz del profesor de literatura, dar su tonta clase. Saque mi celular y mis audífonos. Los conecte y puse los audífonos en mis oídos. Pulse el play. Solté mi cabello para que el profesor no viera que escuchaba música. Si no me llevaría al salón de castigo. Acomode mi cabello. Mire a Sergio y me miraba divertido. Miraba la pizarra atentamente, pero no estaba tan presente en la clase, como saber de qué hablaba el profesor.

-¿Te vas o te quedas? –Pregunto Sergio, cuando quito uno de mis auriculares

Tome en cuenta que me quede como una tremenda tonta mirando a la nada, que no me di cuenta que el timbre sonó.  Le sonreí a Sergio. ATL y sus amigos seguían riendo, o haciendo tareas de otras clases. Ellos fueron los primeros en salir, esta semana me juntaría con ellos. Ya saben solo tengo a Sergio y a Fernanda como amigos, y cuando no viene Fernanda, Sergio se va con sus amigos y en ocaciones me lleva con el. Pero no había de que preocuparme nadie me veía ahí. Soy invisible no me veo 

Tu Admiradora Secreta  ATL GarzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora