Capítulo 5 No te das cuenta *

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¿Ha pasado que una persona te da mucha confianza, y cree que tu mejor amiga es su admiradora secreta? Creo que no. Ser admiradora secreta de alguien es algo tonto. Y me lo han dicho mis amigos. ATL cree que su admiradora secreta es Fernanda. Me había preguntado por la agenda donde escribían sus notas. Tuve que mentir. Era como una presión grande. El me miraba para que dijera la verdad. Según eso. Fernanda casi me mata. Literal. Sus gritos por una hora me causaron un dolor de cabeza. Más bien migraña, diría yo. Ahora el que se reía por eso esa Sergio. Y me ha dejado de hablar. Eso es lo peor. Serch en ocasiones esta distante conmigo. La última vez también discutimos por lo mismo. Serch enserio se está comportando raro. ¿Con quién me siento en el descanso? Con Dafne la chica nueva. Más bien la conozco por ser novia de mi primo. Ella asegura que le gusto a Sergio y que le diga la verdad a ATL. Nunca pasara.

Esto realmente me destroza. Mi mejor amiga enojada, por meterla en mis cosas. Y mi mejor amigo distante. Esto de algún modo me hace añicos el corazón. *No mientas, y di la verdad*. Era fácil decir eso en mi cabeza y no en persona. Estoy en un lío. Y por eso estoy en las gradas, escribiendo lo que siento como un tipo diario. Les apostaría que estoy llorando, o por lo menos con los ojos cristalizados.

-Hey, _____ -Gritaron. Mire por mis lados y nada. –Abajo – Y hay estaba ATL, con una carta para su tonta y estúpida, admiradora secreta. Subió corriendo las gradas

-¿Qué hay ATL? –Dije cerrando mi libreta. Y una sonrisa falsa tiene que salir ahora.

-¿Pasa algo?-Pregunto, yo lo mire confundida. –Sí, ya no te he visto con Sergio, ni con fer –Ahora llama Fer. Demonios.

-No pasa nada, solo no han venido hoy –Mentí, solo los vi entrando al salón. No me saludaron. Solo me miraron serios

-Eres mentirosa –Me miro serio. Oye que. Ya sabe. ¿Cómo? No estoy entendiendo. No sé a qué se refiere, a que le mentí que Fer era su admiradora o que no habían asistido a la escuela. Debo hacer una lista de mis mentiras- Fer y Sergio están en la cafetería –Río –Vamos –Jalo de mi muñeca, yo me resistí.

-No puedo –Trate de hacerme más pesada

-Vamos, no hagas que te cargué hasta la cafetería –Jugueteo. Me siguió jaloneando

-Demonios, no puedo –Grite, pero a la vez lloriquee. Literal. Estaba llorando

ATL dejo de jalarme, para tomar asiento a un lado de mí. Puse mis codos en mis rodillas, mientras mis manos cubrían mi rostro, rojo por el llanto. Esto de que tus amigos te dejen de hablar, realmente duele. *Tu, tienes la culpa*. Me remarque en mi interior. Y si gran parte yo tengo la culpa. Fernanda me dejo de hablar por mentir y Sergio bueno el realmente no encuentro la razón. Sentí como la mano de ATL daba a parar a mi espalda, acariciándola.

-¿Quieres hablar de eso? –Pregunto

-¿De que soy una tonta, mentirosa y mal amiga? Soy pésima un desastre –Llore. Y no metía. Eso soy

-Hey, no digas eso

-¿Por qué no? No me conoces bien, ni siquiera sabes de mí. No sabías que existían. ¿No te das cuenta lo que pasa a tu alrededor? Elena te engaña, casi a tus propios ojos. Tú no te das cuenta. Sergio no es mi novio. Tú no te das cuenta. Fernanda, no es tu admiradora secreta. Tú no te das cuenta. Yo...- Suspire, sacudí mi nariz con un pedazo de papel. Aún no le diré - yo solo soy una vil mentirosa ¿Sabes? No sé por qué pierdes el tiempo alguien como yo

En este momento me sentía la peor persona del mundo. La más grande tonta de todas. El primer lugar es para... _____ Por ser una gran mentirosa y mal amiga. Eso soy. Me levanté de mi asiento dispuesta a salir del maldito instituto. No me sentía bien como para entrar a las últimas clases. Se me harían eternas con esto que pasa. Metí mis cosas con gran brusquedad. ATL solo me miraba detenidamente. Estaba triste y furiosa. Puse mi mochila en mi hombro y baje. ATL no dije nada, por supuesto. Que iba a decir, dije la gran parte de la verdad. Pero eso no me liberaba del gran peso que llevaba conmigo. Siempre.

-Mira a tu alrededor detenidamente -Dije mientras bajaba las escaleras -quizás te des cuenta de la verdad o las grandes mentiras que te rodean -Finalice para después bajar rápido las escaleras. Casi corriendo. 

No soportaría seguir otras 3 horas sin poner atención en las clases. Perdiéndome en mis pensamientos. O soportando no poder gritar o llorar en cada momento. Sin más pensarlo me fui a mi casa. Mi madre no estaría hoy, le tocaba trabajar hasta tarde. No se daría cuenta que falte. Ya habían tocado el timbre para entrar del descanso. Mientras caminaba a mi casillero para meter algunos libro. Seguía llorando, era inevitable no hacerlo. Choque. Levante mi vista y Sergio me miraba serio. Yo baje la vista rápidamente. Al ver que cambio su cara al verme roja por llorar.  Me tomo de la muñeca. No me quedaría ahí. A Pesar que me ha estado ignorando.¿Ahora se preocupaba por mi?. ¿Les a pasado?. A mi no me había pasado. Hasta ahora. Me zafe de su agarre y salí corriendo. 

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-____-Gritaron- Te buscan 

Me había quedado dormida. Ni siquiera recuerdo cuando llego Sebastian. Eran como las 7:00 de la noche. Lo digo porque en mi habitación ya estaba obscura. Creo que dormir había servido un poco. Algo.  Pero no podría dormir hasta más tarde. Lo bueno es que hoy era viernes. Y podría descansar mejor. Y tal vez no pensar en el problema que pasaba. 

-No estoy -Grite cansada 

-¿Menos para mi? -Preguntaron desde la puerta.¿Qué hace aquí?No me lo esperaba realmente no me lo esperaba. 

Tu Admiradora Secreta  ATL GarzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora