Amor De Verdad... (Mario Ruiz.) Segunda Temporada De La Apuesta.

Capitulo 3.

~Mario~

Después de 3 meses de estar tirado en esa cama, Lucia aparece diciéndome que leyó aquella carta que le escribí.

- Debo decir que lo que te dije aquella noche en la playa es cierto. Te amo y no dejare de hacerlo.- suspire- me dolió mucho seguir con la apuesta. Sabia que nos lastimaría a ambos y mira aquí estoy ojeroso y de la mierda pero frente a ti. Frente a la chica que amo con todas mis malditas fuerzas.

No sabia que decirle, la verdad nunca pensé que ella regresaría. Pensé que se quedaría en España con Juan y su novio. Pero debo decir que Lucia es una chica demasiado fuerte, y claro, podría pasar por todo esto si paso por lo de su hermano.

-Pensé que te quedarías en España. Por que eres fuerte y pensé que me superarías, pero yo no pude hacerlo.

-Mario, no te supere. Estuve tirada 2 largos meses de mierda en una cama como tu. Estaba como tu, tenia mi teléfono en tu perfil por si actualizabas algo. Quería saber como estabas, quería llamarte y decirte que eres un pendejo pero te amo. Y me lo impedí por que no sabia si en verdad me amabas o solo lo decías para no empeorar las cosas. Y eso me dolió.

Realmente no sabia que hacer. No sabia si besarle, o seguir parado frente a ella.

-De verdad, lo lamento mucho. Se que te hice demasiado daño, y lo acepto. Pero te amo como no tienes una idea. Me enamore de ti como un idiota, y por eso quise dejar esa maldita apuesta pero Sebastian no me dejo. Debes creerme.

-Y te creo. No hay mejor reflejo de haberte visto tirado en esta cama, hecho una mierda.

-¿Me darás una segunda oportunidad?

-No como novio, pero si como amigo.

Una sonrisa se me escapo. La primera en tres largos meses.

-¿Puedo hacer algo antes de ser oficialmente tu amigo?

Lucia lo único que hizo fue asentir con la cabeza.

Me incline a su altura y junte nuestras frentes. Podía sentir su respiración alterada, y claro como su corazón latía con mucha fuerza.

Me acerque aun mas ella, a centímetros de sus labios para ser exactos. Lucia cerro los ojos y se dejo llevar al igual que yo.

La bese, eso era lo único que necesitaba para poder seguir. Ella respondió mi beso. Sabia que lo necesitaba tanto como yo. Yo la necesitaba, necesitaba verla y tenerla cerca.

~Lucia~

Bese a Mario. Lo necesitaba tanto, volver a probar sus labios. Necesitaba tenerlo frente a mi, ver sus ojos, sus labios entre abiertos. Necesitaba de el.

Me destrozo mucho verlo así. Nunca pensé que el estaría así. Pensé que siguió con su vida, y ami me olvido como yo lo huera hecho, pero ninguno de los dos pudimos olvidarnos.

Terminamos el beso.

-Amigos- dijo nervioso.

-Amigos- confirme.

Salí de su habitación dejándolo con una sonrisa en el rostro. Mi respiración estaba aun alterada, así que me quede un momento pegada en la puerta para tranquilizarme un poco y después salir a la sala con los dos Sebas.

-¿Todo bien?- pregunto Sebastian

-Si- conteste fría

-¿Quieres algo de tomar?- pregunto Sebas.

-No, de hecho ya me voy- sonreí un poco

-Ni hablar. ¿Quieres que te acompañe?

-Vengo en el carro. No hay tanto problema.

-Esta bien. Estamos en contacto- afirmo Sebas.

Me despedí de los dos antes de salir y subir a mi auto para llegar a mi casa. Cuando llegue me di cuenta de que estaba completamente sola en esa grande casa. Nunca lo había estado. Siempre estuve acompañada de Juan, o de Mario, pero nunca sola.

Subí a mi habitación y tome una mochila. Eche mi pijama, y la ropa que usaría al otro día, mi maquillaje. Tome la mochila, las llaves de mi auto y conduje hasta la casa de Sebas nuevamente.

Toque el timbre y me recibió Villalobos.

-¿Que haces aqui?- pregunto muy sorprendido.

-Me di cuenta de que estoy completamente sola en mi casa- sonrei mostrando los dientes- ¿Esta Sebas?- pregunte.

-Esta con su novia- contesto- Pasa y lo esperas.

-Gracias- camine a la sala donde estaba sentado Sebastian. Me sente en uno de los sillones y espere.

Estuve jugando con mi telefono un buen rato, despues comenze a ver la pelicula de terror que estaba viendo Sebastian.

-¿Enserio?- me miro- ¿Con el diablo adentro?

-¿Que? No la habia visto- explico.

Rode los ojos antes de voltear a ver la tele y seguir viendo la pelicula.

-Luci- hablo Arango distrayendome de la pelicula- ¿Que paso?

-Estaba sola en la casa. Sin nadie. ¿Me puedo quedar?

-Claro. Pero hay un problema- hizo una mueca Arango y Villalobos.- Nuestras camas estan comoletamente ocupadas. Nuestras novias de quedan aqui.

-Ah- tome mi mochila y me pare.- Mejor me voy.

-Esta la mitad de la cama de Mario- agrego Villalobos.

-Mejor me voy- dije sonriendo.

-Ya estas aqui.- Insistio Arango.

Camine por el pasillo en el que estuve horas atras. Con muchos nervios,pero esta vez aun mas.

No sabia como llegaria a su habitacion y le diria:-"Vengo a dormir contigo"

Sin darle cuenta de como avanzaban mis pies ya estaba a unos cuantos pasos de la puerta de la habitacion de Mario.

Gire la perilla con nervios nuevamente, abri la puerta y me lo encontre de nuevo en la cama.

-Hola- murmure nerviosa.

-Pense que ya te habias ido.

-Me di cuenta de que en la casa estatia completamente sola. Vine aqui para ver si podia dormir con Sebas pero esta su novia y me mandaron aqui.

Mario rio levementr antes de hacer un poco de espacio en su cama y darle unos pequeños golpes con la palma.

-Ven aqui- asenti y comenze a caminar en direccion a la cama con mis nervios aumentando a cada paso.

Me sente nuevamente en el borde de la cama para quitarme los tenis que traia.

-Gracias- susurre.

-Sabes que por ti lo hago todo- confeso Mario.

-¿Puedo pasar al baño?- pregunte nerviosa.

-Eso no se pregunta.

Tome mi mochila y me adentre en el baño para cambiarme y despues salir a la cama.

Me acoste a un lado de Mario. Realmente estaba cansada.

-Buenas noches- dije con una voz ronca.

-Buenas noches- fue lo ultimo que escuche antes de quedarme profundamente dormida.