Prólogo

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Poema Introductorio.
Es un sueño de solo una noche que cambia todo,
Mundos que se acaban uniendo en uno solo por mas imposible que sea,
Separados no podrían existir pero juntos se complementan uno con otro.
Es muy difícil que se despidan...es fácil que se sonrian,
Quieren estar juntos...piensan todo el tiempo en el otro,
No lo aceptan porque es complicado,
Sin embargo es algo que los llena de alegría pero sobretodo, es algo increíble de ver.

-Saluden a su alteza, el príncipe heredero Seigi Diego Velázquez Quintana.
De inmediato entro a la sala un joven de 17 años con complexión delgada, de cabello castaño, de tez morena y ojos verde claro.
- Hijo mio, dinos que se te ofrece- dijo el rey Alfonso, muy confiado de cumplirle cualquier cosa.
- Lo he estado pensando padre y creo que lo mejor para es aprender todos los idiomas y acentos que sean necesarios. Ya me se la mayoría de los idiomas conocidos por lo que he decidido aprender acentos.
- Ya has pensado en cual acento aprender hijo mio- le pregunto su madre tranquilamente.
-Si madre, de hecho ya escogí el acento que quiero aprender.
-Y cual has escogido hijo mio.
-He decidido aprender el acento mexicano.

-¡Guardia!- exclamo el rey Alfonso.
-¿Que se le ofrece su majestad?
-Traiga al secretario.
En menos de un minuto ya estaba ahí el secretario, cansado de correr pero preparado para servir al rey.
-Estoy a sus ordenes, su majestad.
-Mande a traer un profesor especializado en...
-Espere padre, me falto decirle algo.
-Secretario puede retirarse.
-Entonces me retiro su majestad.
-¿Que te falto decirme hijo mío?
-Padre quisiera que me diera permiso para salir de España y aprender este acento en Mexico.
-Eres demasiado joven para ir a un país extranjero, ademas tienes que prepararte para ser el sucesor al trono de España, ya que eres mi único hijo.
-Estoy consciente de ello padre. Por lo que quiero pedirle un año, después de ese plazo volveré a España a asumir mis responsabilidades como sucesor al trono de esta nacion.
La reina Alejandra vio la determinación de su hijo y supo que debían darle una oportunidad.
- Alfonso creo que ya es hora de que nuestro hijo empiece a independizarse de nosotros, cuando herede el trono de España estoy segura que esta experiencia le va a servir en el futuro.
-Tienes razón Alejandra. Tu madre y yo te damos el si pero, vas a tener escolta, sirvientes, una doncella de cámara, un doctor por si algo llega a ocurrirte así como guardaespaldas, un secretario personal, un asesor financiero, ademas de una cocinera y un amo de llaves. En fin la servidumbre necesaria para cumplir tus necesidades como príncipe heredero ¿Entendido?
-Pero padre no necesito...
- He dicho ¿¡Entendido!?
- Si padre, como usted diga.
-Hijo mío yo estoy de acuerdo con tu padre respecto a tu seguridad y tus necesidades, recuerda que no eres un joven de la servidumbre eres parte de la familia real cualquier cosa que te pase allá pondría en riesgo el futuro de nuestra nación; así que... aceptas los términos de tu padre o no vas ¿Que decides?
-Madre perdón por preocuparla, tiene razón el futuro de España correría peligro si algo me pasara. Padre acepto tus términos pero, con la condición de poder escoger el colegio que personalmente me interese.
- Te concedo tu petición hijo mío. Mañana tendrás un avión a tus servicios.
- Gracias padre prometo no defraudarlo. Y gracias madre por esta oportunidad prometo no decepcionarla.
- Confiamos en tu palabra y cuentas con nuestra bendición hijo mío. Puedes retirarte, tu madre y yo tenemos muchos asuntos que atender.
- Con su permiso me retiro- dijo Seigi al mismo tiempo que hacia una reverencia.

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