Desperté en mi habitación con un ligero dolor de cabeza, había trabajado bastante ayer en la noche.
Sin mirar busqué en mi mesa de noche una aspirina, logrando que casi se derramara el vaso de agua encima de todo.
Me senté en mi cama, no podía ser tan flojo para no fijarme en lo que yo hacía, agarré la tableta de aspirinas, saqué una.
Me tomé la aspirina y dejé el vaso vacío en mi mesa de noche un momento y me acosté nuevamente mirando el techo de mi habitación.
Cerré la vista un momento, pensé en todo lo que tenía que hacer hoy y acomodé en mi mente que sería lo primero que haría en la mañana.
Abrí mis ojos y miré el despertador.
6:48 A.M.
- Pfff, joder, tan temprano -. Dije a la nada, cerrando nuevamente mis ojos.
Me levanté y caminé hasta el pequeño balcón de mi apartamento, abrí las cornisas y la ventana y salí.
Apoyé los brazos en la valla de metal cargándo mi cuerpo sobre ellos mientras contemplaba la bella vista de Barceloneta.
Sentí una pequeña brisa helada mientras veía como se movían las ramas de los dos árboles que tenía al frente.
Mi piel se erizó y suspire lenta y profundamente, entré a mi cuarto y miré el despertador
6:51 A.M.
- Me queda bastante tiempo
Me puse ropa deportiva, salí de mi apartamento y caminé hasta la playa.
***
Entré a mi cuarto completamente sudado, ¿Quién no lo esta después de trotar 45 minutos?, miré la hora en el reloj de la sala de estar
7:48 A.M.
- Bien
Me dirigí al baño, sacando primero una toalla del armario, entré y cerré la puerta y me duché sin apuro.
A veces tenía días donde hacía casi todo sin ánimo; al parecer hoy era uno de esos días.
Tampoco tendría que sorprenderme mucho hoy era lunes, aunque fuese el primer lunes sin clases del año, lo sentía como un lunes cualquiera.
Terminé de ducharme, me vestí y me fui a trabajar.
ESTÁS LEYENDO
Todo Por Ti
Teen FictionSi la gente pudiera darse cuenta de lo alguien puede llegar a hacer por amor