Capítulo Dos

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8:03 A.M.

Fui caminando a trabajar, nunca he sido una persona que le guste ir en automóvil, aunque admito que me encanta mucho las motocicletas.

Era temprano aun, apenas se habían apagado las luces de las calles y el sol asomaba sus rayos.

Yo trabajo en Somodó, uno de los restaurantes más valorados del Distrito de Gràcia.

Hector Ramos es el dueño de Somodó, él es el padre de mi mejor amigo Felipe.

También es mi padrino ese fue un detalle que pasé de largo, obviamente de alguien tenía que cuidar de mi... Yo aun no tenía ni tengo la mayoría de edad.

Cuando ocurrió el accidente él me ofreció vivir con el y su familia, pero no acepté; vivir con ellos al frente de mi antigua casa me haría daño, recordar cada dia que ya no tengo a mis padres a mi lado terminaria con una gran depresión más fuerte que la que tuve al recibir la noticia de la muerte de mis padres.

Al no aceptar su propuesta me dijo que por lo menos le dejara darme trabajo en Somodó para que pagara un apartamento donde yo eligiera vivir, y también dejara que pagara mis estudios.

Para él, el dinero no era problema básicamente era millonario, con las ganancias gracias al Somodó, compró otros dos resturantes el L'Eggs y un restaurante Vasco, el Ipar-Txoko.

Dueño de esos restaurantes sólo en el Distrito de Gràcia, también era dueño de varios restaurantes en todo Barcelona y Madrid.

El es muy bueno conmigo, me trata como su cuarto hijo, aunque no lo sea.

***

9:00 A.M.

Llegué a Somodó, entré y estaban Tío Hector y Felipe solamente.

- Hola a todos -. Saludé con una sonrisa.

- Luke -. Dijo Felipe y se dirigió a abrazarme.

- Pero muchacho, ¿que haces aquí?, si tu turno empieza a las 10:00 A.M. junto a Felipe -. Dijo el Tío Hector.

- Lo sé Tío Hector, pero hoy me levanté muy temprano, y no soy de los que se quedan en la cama los días de semana a menos que no quiera o no tenga que hacer algo.

- Bueno, sí... ¿Y en que te haz venido?

- Caminando.

- Hijo, ¿Para que te pago, si no usas tu dinero? -. Me dijo riéndose un poco.

- Jajaja, oh vamos, si usted sabe que me gusta caminar.

- Jajaja ven aquí, chico -. Me agarró y empezó a rascar mi cabeza con sus nudillos.

- Aahh!! Que pare, que duele coño!! jajajaja!! -. Grité, mientras intentaba safarme de su agarre.

Me solté y me arreglé el cabello; me molestaba un poco que se metieran con mi peinado.

- Bueno, chicos, ¿comenzarán a trabajar ahora o a la hora de su turno?

- ¿Tu no tenías que ir a una junta con el señor Jefferson, papá? -. Dijo Felipe

- Si, pero programamos esa junta a las 11:45 A.M., porque él tiene que resolver un problema con su hijo primero.

- ¿Qué tipo de problema, Tío?

- ¿Y a ti que te importa, coño? Jajajajaja -. Me reclamó Felipe riéndose y golpeándome la cabeza.

- Aahh!!, bueno pues quiero saber, ¿tienes algún problema con eso?

- No, pero...

- Entonces callado gilipollas jajaja.

- Ja ja ja, seguís siendo unos críos, aun no maduráis niños.

- Usted tampoco Tío, tan maduro no es jajaja.

- Es cierto, papá, tan maduro no eres jaja.

- ¿Qué me estáis diciéndo?

- Nada, no estamos diciéndo nada -. Respondimos al unísono Felipe y yo.

- Más les vale, bueno, ¿tomaréis el turno de las 10:00 A.M. o no?

Felipe y yo nos dimos una mirada rápida y nos dispusimos a responderle a su padre.

Él y yo eramos como hermanos gemelos aunque no nos pareciéramos, a veces pensábamos lo mismo con sólo mirarnos... Pero este no fue el caso.

- El de las 10:00 A.M. -. Contesté yo

- Pues el de ahora -. Dijo Felipe

- Oohh vamos tío, dejame descansar un poco, vengó de caminar casi una hora.

- Pero, ¿para que caminas? si después te quejas.

- Porqué tu sabes que no me gustan los automóviles.

- ¿Por qué no te compras una motocicleta?

- ¿Por qué crees que camino y no gasto en transporte?

- ... Touché.

Tío Hector, entró a la pequeña oficina de administración y se quedó allí unos 15 minutos al parecer ya se había cansado de vernos discutir.

Felipe y yo nos sentamos en una de las mesas y conversamos de varias cosas mientras llegaban el resto del personal.

- Ey, tío... ¿Iremos a ver Ted 2?

- ¿Como no capullo? Jajaja

- ¡¡Tías con pollas!!

- Oh dios mío, estoy muy enfermo, necesito ayuda.

- ¡¡No existen las tías con pollas, sólo los tíos con tetas!!

Nos moríamos de risa, sólo deseabamos ver esa película.

- Hola, chicos, ¿De qué habláis?

Yo reconocía esa voz donde fuera, era Sarah.

- Hola, Sarah -. Respondimos al unísono Felipe y yo.

- Pues...

- Hablábamos de una peli que veremos en el verano -. Respondió Felipe.

Lo miré fijamente enfadado sin que Sarah se diera cuenta y el sabía la razón.

- Bueno, me alistaré... -. Sarah se dirigió a los vestidores pero sin antes tocar mi hombro.

Cuando desapareció de nuestra vista, me enfoqué en Felipe.

- ¡¿En serio, tío?! - Le reclamé enfadado.

- ¿Qué hice?

- Sabes que hiciste, no te hagas gilipollas... ¿Para qué coño le dijiste?

- Bien, la cagué lo siento.

- Pfff, no importa, tío.

- ¿Aun no la superas, capullo?, ya ha pasado un año y medio.

- Ya la superé, no siento nada por Sarah... Pero no puedo decir lo mismo de ella; sigo sin creer que tu padre la contrató.

- Bueno, tu sabes lo increíble que ella es en la cocina y como sabe desenvolverse al cocinar, apenas lleva 6 meses y ya es la consentida del Chef Yoshima.

- Si, si... Capullo.

***

Todo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora