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A la mañana siguiente desperté por unos molestos toquidos en la puerta, por lo cual me levante algo cabreado a abrir, miré momentáneamente el reloj y me impresioné por la hora: las once.

Vaya que había dormido, caminé hacia la puerta y la abrí encontrándome con mi amigo Bryan, éste tenía la mirada perdida en las calles.

—Ejem... —saludé sacando a Bryan del trance—. ¿Qué te trae por acá?

Bryan me examinó con la mirada y soltó una risilla.

—¿Te desperté, dormilón? —se burló—. Venía a acompañarte a visitar a Fernanda, pero como ya no me quieres —hizo un puchero—, me iré.

—No, para nada —me excusé—.

Bryan sonrió y me aparto de la puerta de un empujón.

—Okay, veamos —anunció lanzándose en el sofá—. ¿Cómo se llama?

—¿Qué?

Bryan encendió la televisión.

—La cosa —rió.

Oh, hablaba de Alonso.

—Ya te dije, solo pensaba en la inmortalidad del cangrejo —chillé— nada más.

—Hagamos como que te creo y anda a comer que ya quiero salir de aquí, no has recogido y... —Bryan se quedó en silencio mirando el televisor, estático—. ¡No has pagado Netflix! ¡Maldito!

—No he salido más que al hospital, Mouque —expliqué— no me da tiempo.

—Cállate y vete a comer, no me tienes de buenas.

Caminé hacia la cocina a servirme algo, este chico es una diva.

§

Nos encontrábamos en la puerta del hospital, Bryan se había ofrecido a traer su auto, puesto a que el mío no circulaba. Nos encaminamos al Archivo por el pase, Bryan –como de costumbre– no paraba de hablar. Una vez en la ventanilla del archivo, hable.

—Hola Freddy —saludé al ruloso que estaba de espaldas—, vengo por la tarjeta.

—¡Hola Jos! —me saludó Freddy buscando una de las credenciales.

Miré a mi costado algo impactado, Bryan estaba en silencio. No podía creer lo que pasaba ¡Bryan estaba mudo! Sólo miraba cada movimiento que Freddy realizaba, una sonrisa boba se coló por sus labios.

—Aquí está —anunció Fred tendiéndome el gafete y como de costumbre, también la bitácora, comencé a llenar los datos cuando noté que Freddy miraba a Bryan, con cierto terror—. Hola ¿Se te ofrece algo?

Bryan lo miraba aún sin decir nada, lo golpeé haciéndolo reaccionar, a lo cual este habló.

—Ehm, hola —balbuceó sin saber que más decir.

—Freddy, él es Bryan —lo presenté, mi amigo sonrío de lado, un poco bobalicón—. Estará viniendo de vez en cuando a ver a Fernanda.

—B-Bueno, nos estamos viendo ¿eh? —se despidió Bryan dándose la vuelta y golpeándose en la pared que estaba detrás suyo— Estoy bien.

Freddy aún lo miraba con cierto terror, no podía culparlo aveces hasta a mí me daba pánico estar con Bryan.

Caminamos hacia la habitación de Fernanda, no podía evitar no buscar a Alonso con la mirada, siempre estaba aquí.

—¿A quién buscas? —habló mi castaño amigo sacándome del trance.

—¿De qué hablas? Claro que no estoy buscando a... —pude distinguir una mata de cabellos pelirroja pasar frente a mí— nadie.

Bry sonrió de lado y miró en mi dirección, encontrándose con Alonso, soltó un grito ahogado.

—¿Yoz! ¡No me digas que...! —me miró para volver a posarla mirada en Alonso— ¡Preséntamelo!

Bryan me jaló y me llevó donde Alonso, antes de soltarme de golpe, haciéndome chocar con él.

—¡Ouch! —gimió.

—L-Lo siento Alonso —balbuceé—, en verdad lo siento.

Me miró, de nuevo con los ojos llorosos y tenía más venditas en los brazos.

—No es nada —sonrió—. ¿Quién es él?

Miré en la dirección que lo hacía Alonso, encontrándome con Bryan. Comienzo a pensar que debería comenzar a ser menos raro, en verdad daba miedo.

—Oh, él es Bryan Mouque —lo presenté—. Es mi...

—Novio, soy su novio —Bryan sonrió ¿Pero qué mierda?— un gusto.

—Oh, el gusto es mío —Alonso hizo una mueca—. Soy Alonso Villalpando, amigo de Jos —Me miró—. Bueno, iré a ver a Freddy debo hablar con él.

Se dio la vuelta y salió rumbo al Archivo, suspiré y miré a Bryan cabreado.

—¡¿Qué diablos fue eso, Kevin?! —chillé furioso.

Bryan sonrió triunfante.

—A eso... le llamo paso uno —anunció—. Sé que te atrae, no te había visto poner esos ojitos desde... Abraham.

—Pero...

—¡Cállate! —espetó— Te ayudaré a conquistar a Alfonso.

—Alonso —gruñí.

—¿Qué más da? Te ayudaré.

—Si mira quién lo dice —bufé—. Aterrorizaste a Freddy.

—¿Eso hice...?

—¡Si! —chillé—. Y deja de ser tan raro, a este paso Freddy te pondrá una demanda de abuso sexual.

—¡Pero no lo he tocado! —chilló.

—Pero lo violaste con la mirada.

—Ya cállate, Canela —me jaló—, mejor vayamos a ver a Fernanda, que a eso veníamos ¿no?

—Claro.

Caminamos hacia la habitación de Fernanda, pero no podía dejar de pensar en el plan de Bryan ¿Funcionaría? Esa mueca de Alonso había sido de celos...

Sólo quería aclarar lo que sentía por Alonso.

"Efímero" [JalonsoVillalnela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora