Séptimo año

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El verano en Baker Street iba por la mitad, el joven Sherlock, de 17 años, estaba infiltrado en un caso mágico junto con su tío Lastrade, el ministerio de magia y la policía muggle; Sherlock pasaba mucho tiempo en el ministerio, cosa que a la señora Hudson lo le agradaba del todo.

Una noche Sherlock llego solo en la madrugada a Baker Street, tenia un cigarro en la mano y tres parches de nicotina en el brazo izquierdo. Abrió la puerta como pudo; la señora Hudson lo escuchó y salió a recibirlo, y a regañarlo por la hora de llegada.

Cuando la señora Hudson vio a Sherlock, un adolecente, con el cigarro encendido y los parches en el brazo, con la cara demacrada y una mala pinta, se espantó, corrió hacia Sherlock que se empezaba a desmayar y lo cacho en medio del aire.

MH: por dios Sherlock, ¿qué es esto? ¿dónde haz estado?, solo mírate.

SH: es por un caso señora Hudson.

MH: no me importa jovencito, hablare muy seriamente con tu tío por la mañana.

Al día siguiente Sherlock despertó tarde, con dolor de cabeza y varios moretones en el cuerpo, no sabía que había pasado; cuando salió a la sala de su departamento estaba su tío Lastrade parado junto a John y la señora Hudson.

Sherlock solo llego a captar la presencia de John y se echo a sus brazos, John lo recibió pero no del mejor humor; ver a Sherlock tan demacrado lo puso serio y triste al mismo tiempo.

GL: Sherlock, podrías explicarnos donde estabas ayer por la noche.

SH: era para un caso tío, tú lo sabes perfecto.

GL: el trato era vigilar de encubierto, más no hacer lo que los demás hagan.

MH: Greg.. tú sabías que ahí se drogan.. y aún así mandaste a un adolecente a vigilar, ¿estas loco?

GL: lo hice porque confié en él, nunca pensé que esto pasaría.

Sherlock seguía amarrado a John, sentado en sus piernas hecho un ovillo. El tío Lastrade y la señora Hudson discutieron un largo rato. Sherlock hundía más la cara al pecho de John a cada regañada de su tío.

Esa noche John se quedo a dormir, no le dirigió la palabra a Sherlock en todo el día, lo cual estaba volviendo loco.

SH: ya por favor dime algo, lo que sea.

JW: que quieres que te diga Sherlock. ¿qué nunca pensé verte así?, ¿qué todo estará bien?

JW: tú sabes perfecto porque no hablo con mi primo Anderson, el que es muggle.

SH: pero John.. yo no te voy a obligar a que pruebes nada si no quieres.

JW: pero estas metido en eso y una persona con problemas de adicción es muy difícil de tratar. Y sabes una cosa Sherlock.. yo no voy a dejar que te pase algo solo porque tu eres un adicto, pero si las cosas empeoran.. no quiero ni imaginarlo. (Decía con la voz entrecortada)

Sherlock se lanzó a sus brazos aunque no lo estaban recibiendo. Cuando John sintió el peso de Sherlock lo abrazó con fuerza.

JW: no te quiero perder...

SH: no lo harás, te prometo, que no lo volveré a hacer, porque no quiero que te alejes de mi.. te necesito a mi lado más de lo que crees.

Se acostaron juntos en la cama de Sherlock y se quedaron ahí acurrucados el uno en el otro, sintiendo su calor. No se habían visto en casi todo el verano y estar juntos de nuevo los ponía contentos.

PotterlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora