Capítulo 1

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Era una fría tarde de Julio de 1891 me dirigía al mercado en busca de alimentos para mi madre y mi hermanita, llevaba las ganancias de mi último trabajo, un par de monedas, espero que me alcance aunque sea para un poco de pan y bebidas. Fui hasta la panadería del señor Casimir.

—Buenos días señor Casimir—salude con una sonrisa.

—Buenos días Albany ¿Cómo se encuentra tu madre y tu hermana hoy?

—Mucho mejor, muchas gracias por preguntar.

—Yo supongo que es lo que estarás buscando.

—Sí señor, si no es mucha molestia.

—Para nada, en seguida vuelvo—asentí y él fue a la aparte de atrás de la panadería—bien, aquí tengo tres figasas de pan y... este es el pan de ayer pero espero que les guste lo mantuve en buen estado y un jarrón de leche para que puedan acompañarlo.

—Pe... pero señor Casimir, esto es más de lo que pudo pagar.

—No te hagas problema, solo dame lo que tengas—le entregue las dos monedas que era la mitad de lo que valía todo eso.

—Muchas gracias. Prometo pagárselo.

—Cuídate en la calle—me despedí y me dispuse a ir derecho a mi casa.

Pero por supuesto que la mala suerte me persigue. Al pasar por el puente que atraviesa el lago del pueblo me topo con tres jóvenes un poco mayores que yo.

—Pero miren quien anda dando vueltas—dijo el más alto

— ¿Qué traes ahí niño?—el según me arrebató la bolsa de la mano.

— ¡Hey! ¡Devuélvemelo! ¡Ahora!—me le abalance pero el tercero no me dejó pasar.

—A un lado niño, ni lo intentes.

—Suéltame, mierda—presionaba mis dientes por la furia.

— ¿Qué dijiste?—y no me dieron a siquiera respirar que me dieron un golpe en la mejilla y salieron corriendo dejándome tirado en el frio suelo y llevándose toda mi comida, eso me iba a durar como dos semana. Suspire profundo. Ahora que haré. Estaba desesperado, no me atrevía a volver a casa y ver el rostro de mi madre cuando se entere de que perdí toda la comida. Bajé del puente y me acerqué a la orilla del lago y me senté en una roca que se encontraba allí.

No puedo creerlo. Me tomé la cabeza con desesperación, no sabía qué hacer, no tenía dinero, ni comida, nada. Suspiré profundamente y una pequeña gota salió de mi mejilla, la sequé rápidamente y con furia.

—Eres un estúpido ¿Cómo pudiste dejar que eso sucediera? ¡Ah!—grité para sacar la bronca que tenía dentro, cuando de pronto veo algo que se asoma por el agua ¿Qué es eso? Miré detenidamente, se estaba acercando. Me paré como un rayo, no dejaba de observar eso, cuanto más se acercaba más inquieto me ponía, cuando legó a una distancia donde pude distinguir que era, ya que se me hacía casi imposible por la niebla noté que se parecía a una cabeza humana, me horroricé pero... era diferente a un cadáver, en un momento salió del agua dejando ver también un torso, era una mujer de piel pálida en un color blanco tirando a rosado igual que sus cabellos los cuales eran largos y se veían sedosos, se acercó a mí con una mirada curiosa, tenía unos labios pálidos, violetas y muy hermosos, sus manos parecían aletas de pez, estaba desnuda, su cabello empapado cubría uno de sus pechos, en seguida sentí como mi rostro se calentaba así que aparté mi vista dirigiéndola al cielo, allí pude ver lo hermosa y redonda que estaba la luna brillaba más que nunca. Me distraje tanto que no noté la mano de la criatura sobre mi pie, me sobresalté y me quedé tieso, dirigí mi mirada a la parte de su cintura y noté que no tenía piernas, su lugar había escamas. Con su brazo se sostenía de mi tobillo y parecía hacer fuerzas para salir del agua, al notarlo la ayudé, la tomé de las axilas y la levanté, la dejé en la arena húmeda ella levantó la vista y miró el lago— ¿Quién eres?—le pregunté nervioso. Hubo unos instantes de puro silencio en el que no sabía qué hacer.

No me respondió simplemente tomó mi mano y apoyó la suya en la mía dejando un amuleto para luego arrastrarse a pura velocidad hacía el lago de nuevo. Me quedé contemplando como desaparecía entre las olas que no me di cuenta que a mi lado se encontraba el señor Casimir.

—Albany ¿Te encuentras bien? Encontramos a unos chicos con tus compras. Quedarte tranquilo el oficial ya los tiene... ¿Albany?

— ¿Eh? ¡AH! Si, muchas gracias—apenas logre sacar mi vista del agua para llevarla a mi mano, en ella había nada más ni nada menos que una pulsera completamente dorada, me percaté de que sea oro y la guardé en mi bolsillo apresuradamente para que nadie la vea.

Notas de Autora: ¡Hola! Aquí eh vuelto con una nueva novela, esta vez será de amor, mucho amor. Ah pasado un largo tiempo desde "Los Skir" nunca subí el epilogo porque creí que sería mejor dejarlo en algún final abierto por si se me ocurre continuarla algún día, pero de momento los dejaré queridos leyentes con "ADAY, el corazón del agua" Por favor disfrútenla tanto como yo al escribirla. Nos vemos en el próximo capítulo!!!


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