Parte III: Mi vida, destrozada para siempre.

34 4 0
                                    

Las tres semanas siguientes fueron iguales. Quedábamos el viernes y el domingo por la tarde en su casa, y hacíamos algo romántico, como ver una película, o decirnos cosas bonitas; pero, sobre todo, nos acostábamos. Hubo un par de días que lo hicimos en las duchas, en el instituto, Nicholas decía que le gustaba más así. Decía que le daba morbo, aunque no sabía lo que significaba.

Después de esas tres semanas, Ashley me preguntó extrañada por qué no iba ya con ellas. La verdad es que tenía problemas para compaginar mi relación secreta con mi profesor de gimnasia con mis amigas... Pero no me podía arriesgar a perder a Nicholas... Mis amigas siempre iban a estar ahí, pero... ¿Y él? Podía seguir su vida sin mí, pero yo sin él, estaría perdido para siempre, por muchas amigas que tuviese.

—Ya te lo dije, un día estaba enfermo, otro día tenía que ir con mi madre a comprar, y...—dije. No me acordaba de mis dos últimas excusas. Eran muy enrevesadas y difíciles de recordar.

—Nos dijiste que tenías un campeonato de natación y que tenías que ir a un congreso de no sé qué a apuntarte, y la semana pasada era el campeonato—dijo Charlotte, que, por algún motivo, me ayudaba.

—Bueno, el caso es que esta semana no puedes faltar, es mi cumpleaños y os voy a invitar a todos a una fiesta en mi casa ¿Vale?

—Está bien—respondí. No podía dejar de lado a Ashley, mi mejor amiga, por Nicholas, no al menos en el día de su cumpleaños. Se lo comenté a este después de hacerlo en las duchas del instituto.

—Oye, Nicholas... Este viernes no voy a poder ir a tu casa, porque... Es el cumpleaños de Ashley. No te importa, ¿verdad?

—Pues sí me importa. No nos vemos mucho, y...

Le miré con una sonrisa inocente. Sabía que era su debilidad.

—Bueno, está bien, no me resisto a esos ojitos tan tiernos—dijo cogiéndome de la barbilla.

Salí de las duchas, y Cameron estaba cambiándose. Me sobresalté. Un escalofrío recorrió mi espalda de arriba abajo. ¿Nos había oído?

— ¿Qué haces aquí? —pregunté asustado.

—Acabo de llegar—respondió Cameron. ¿Había escuchado nuestra conversación?

Llegó el viernes. Mi madre había comprado el regalo que quería Ashley, y me lo había dado. La fiesta era una auténtica chulada. Nos metimos un montón de gente en el sótano de Ashley. Era súper conocida en el instituto, era una de las más guapas, y era muy buena con todos. Era bastante popular.

En la fiesta había un montón de gente. Estábamos, por supuesto, yo y Charlotte, aunque también vinieron muchas de sus amigas, como Sapphire, Pamela, Alison Caroline... Y los del equipo de fútbol, como Cameron, Nathan, Laurent, Tanner etc.

Durante esa fiesta, Cameron y Charlotte se besaron, y empezaron a salir. Alison y Laurent también se besaron en esa fiesta. Estaba flipando, todos besándose con todos.

Ashley sacó la tarta, y le cantamos el cumpleaños feliz. La verdad es que la fiesta no me estaba resultando divertida. Algunas veces, pensaba que yo no debería estar ahí. Quizá con Ashley y Charlotte sí, pero... Tenían nuevos amigos con los que yo no llegaba a congeniar.

— ¡Pide un deseo, Ashley! —exclamé, como su mejor amigo.

—Vale...—dijo muy nerviosa—. Deseo que Trevor Box me declare su amor ahora mismo.

Me quedé helado. Miré hacia el más profundo infinito. ¿Ashley estaba enamorada de mí?

¿Qué es la amistad? ¿Qué es el amor? La amistad es una relación entre dos personas, que implica una clase de amor. No obstante, se debería diferenciar mejor la amistad del amor romántico... ¿Qué sentía Ashley por mí? ¿Realmente estaba enamorada de mí? ¿Sentía amor romántico por mí? Existe una delgada línea entre la amistad y ese tipo de amor. Quizá Ashley sí estaba enamorada... Pero yo no he estado nunca de acuerdo con eso. Olvidando mi orientación sexual, nunca habría tenido nada con Ashley. Yo sí sabía identificar que estaba en mi friendzone.

Antes, durante y después del beso y la rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora