Un capuccino, por favor [Shikamaru]

Capuccino 6: Amigo gay...¿quién?.

Capuccino 6: Amigo gay...¿quién?.

-Sadakito, princesa, reina, bella, hermosa..-murmuró tierna Murasaki, pero la pelinaranja no despertaba-, ¡estúpida de mierda, vaga sucia despierta y vé a hacer de mesera!-gritó.

La ojicafé se despertó asustada, luego vió a Murasaki, quien estaba cruzada de brazos y conteniendo sus ganas de matarla.

-¡Qué rayos te pasa!-gritó.

-¿Que qué me pasa?. Mira vaga, acabas de llegar y entras directito a dormir, así no se vale. O trabajas o te vas.

-Que humor del demonio-masculló.

Salió de la oficina de Ren, pasó la puerta que conectaba con la cafetería. Sus lindos ojos cafés estaban buscando una mesa con clientes que no hayan sido atendidos por Daisuke, y lo encontró. Se acercó a ellos para tomar su pedido.

-¿Qué van a pedir?-preguntó.

-Dos cafés con empanadas especiales, por favor-dijo la señora.

-Enseguida-sonrió Sadako, y fué donde Akine, entregándole el papel.

-¿Por qué no me despertaste?, Murasaki por poco me deja sorda-reclamó la pelinaranja.

-Lo hice, pero duermes como muerta. No despiertas con nada, no sé como rayos vas a la escuela-dijo Akine, mientras preparaba los cafés.

-Que lindo verte trabajar Sadako-sonrió Murasaki, apareciendo de la nada, y con buenas vibras.

-Eh...si-asintió confundida.

La subjefa se retiró sonriente, y con un aura angelical rodeándola.

-Su bipolaridad me dá miedo-comentó Sadako.

-A todos. Ten-le entregó la bandeja con los dos cafés y sus empanadas.

La muchacha fue y dejó esos pedidos en la mesa correspondiente, recibiendo un educado "gracias" por parte de la señora y su acompañante.
Sadako fue a acompañar a Akine mientras le llegaba alguna mesa. Se puso a ver a todos los clientes, grupos de amigos, familias, y parejas. Había una chica de cabellera verde lechuga, y varios piercings en su rostro, en sus cejas, naríz, labios y orejas, también tatuajes y vestida de puro negro. Ella estaba con un chico, simpático, sin tatuajes, piercings o algo por el estilo. Vestido con un simple jean, una camisa, y sus zapatos.

Bajó la mirada con una mueca de tristeza. Vivió 16 años intentando aceptar que tenía el pelo de un color....singular, un anaranjado, igual al de Juugo. Pero de él era más bonito, o al menos eso pensaba Sadako. No, no sufría bullying, solo que no le gustaba el color anaranjado que tiene, sus padres siempre le dijeron que eso la hacía especial. Pero se negaba a creerlo.

-Oye, ¿en qué tanto piensas?-preguntó Akine, captando su atención.

-En..nada. Solo tengo sueño-bostezó falsamente.

-O-ok-aceptó Akine, nada convencida.

Sadako fue a atender a más clientes. La cafetería cerraba 8 en punto de la noche. Y ya eran las 7:49, faltaban diez minutos y por fin iría a dormir sin que la despertaran..como lo hace Murasaki. El tiempo pasó rápido, la chica de pelo verde, se iba a retirar junto a su amigo, ambos se agarraron de la mano, entrelazando sus dedos. Entonces se dió cuenta que no era solo su "amigo", esos dos eran pareja.

La pelinaranja estaba por cerrar la puerta de la cafetería, pero un pie se interpuso en su acción.

-¡No, por favor!-gritó un castaño-, no puedo estar sin tomar un café.