Capítulo 1

107 6 0
                                    

Me encuentro en un bosque, estoy perdida y no sé que hacer. No se si estoy loca pero escucho sus voces, me dicen que ellos siguen ahí y nunca me van a dejar sola.

Comienzo a correr rápidamente puedo sentir que ellos siguen ahí, mis latidos se comienzan a acelerar y mi respiración también. Siento unas lagrimas correr por mis mejillas y de verdad, estoy llorando de emoción. Ellos siempre han estado ahí conmigo y siento que estoy cerca, hasta que..

-Señores pasajeros, les tengo que informar que estamos a punto de aterrizar, abrochen sus cinturones y revisen sus cosas antes de bajar ¡Gracias!

Todo había sido un sueño, ellos no estaban ahí para cuidarme, ni consolarme. Estoy sola, los necesitó, sé que algún día los volveré a ver ahora solo me queda esperar.

Ya había llegado, bajo tranquilamente del avíon y voy a recoger mi maleta. Estoy esperando, hasta que me llaman por ello, camino apresurada y cuando estoy a punto de llegar, siento un empujón y caigo sentada, esperé que la persona al menos se disculpara pero no, me miró y se fue, antes de que no lo pueda ver le grito.

-¡Oye¡ Qué te pasa, fíjate por donde vas - él voltea a mirarme y camina dando zancadas hasta que lo veo frente a mí, tiene una sonrisa burlona, es un poco más alto que yo, tiene el cabello desordenado, tiene una piel bronceada y tenía un cuerpo bien trabajado, hombros y espalda anchos, llevaba puesto unas gafas de sol, un jean desgastado y una camisa que se ceñía muy bien a su cuerpo y unas zapatillas deportivas.

-Perdón, no te pude ver eres muy chata -él se estaba burlando de mí yo no era chata, solo me llevaba como 5cm más alto que yo.

-¿Disculpa? Tú no eres tan alto..Aishh no sé que hago hablando con un idiota como tú mejor me largo -estaba a punto de irme cuando siento que me toma del brazo.

-Preciosa no te enojes te hace ver fea -lo miré acusadora y me solté de su agarre y caminé apresurada le pedí disculpas a la señorita y me entregó mi maleta. De verdad era un idiota estaba furiosa como se atreve a llamarme así hasta que siento que alguien me toca el hombro y volteo furiosa.

-¡Ahora que quieres¡ - le grité y me di cuenta que no era él - James, cuanto lo siento pensé que eras otra persona y dime ¿A que veniste? - aunque conocia perfecto a que venía la razón Mi padre.

-Señoríta, su padre me ha mandado a recogerla dice que tiene hablar urgente con usted. Toda su familia la está esperando, harán una pequeña fiesta por su llegada.

-¡¿Enserio!? James estoy muy cansada, tuve un vuelo agotador, puedes decirle que no quiero ninguna fiesta -mis padres estaban locos, pero esto era muy raro.

-Lo siento, señorita pero la fiesta ya esta echa y no debe dejarlos plantados. Ellos se han esmerado demasiado.

-Esta bien, voy a ir y no estes feliz porque si lo acepté fue por ti.

-Esta bien señorita ahora vamos a su casa.

Y ahí estaba yo, sentada en la parte trasera de la camioneta mirando todo a mi alrededor las calles de Londres eran hermosas nunca me canso de admirarlas cada día son mejores.
Miro de frente hay una casa muy grande, parecía un mansión, en realidad era una mansión. Estaba pintada de blanco tenía un jardín inmenso con una gran variedad de flores pero ahí estaban mis flores preferidas ¡Las Rosas! Son mis preferidas en especial las rojas y las blancas. Tienen un aroma especial.
Bajo del auto y a la primera persona que veo es a mi madre, a pesar tiene algunas arrugas y una que otra ojera igual se ve hermosa, tiene una contextura ancha, piel clara, unos grandes labios rosados, el pelo ondulado. Algunos dicen que me parezco a ella pero somos muy diferentes. Mi hermana si se parece mucho a ella.

-¡Hija! Wow te ves muy hermosa,hoy asombrarás a todos.

-Madre no debiste hacer es..-fui interrumpida por ella.

-Ni lo pienses, ahora sube a tu cuarto que ya van a llegar los invitados.

Me lleva del brazo y me sube a mi habitación, antes de irse me guiña el ojo y se va.

Mi habitación sigue como antes es amplio con baño propio, tres lados de las paredes están pintadas de un azul pastel muy claro y en el otro lado está pintado de un azul zafiro perlado me fascina ese color es muy especial. Al lado de mi cama está un pequeño librero ahí están mis libros favoritos y al frente mi armario.
Me dirijo al armario y elijo un vestido casual de color blanco que me quedaba un poco más arriba de la rodilla con un cinturón negro de broche dorado, unos tacos negros con un lazo al costado.

Cepillo mi cabello un poco y me hago una media cola, me pongo un labial rosa ligero, me rizo las pestaña y me echo un poco de rimel y sombras en los ojos. Hago que todo se vea muy casual, natural y ligero me gusta así.

Siento el sonido de varios autos y escucho a mi madre tocar y por fuera me dice que tenía que bajar. Suspiré, estaba nerviosa, pero tuve que tomar valor y me dirigí al jardín.

Estaba a punto de salir hasta que escucho la voz de mi hermana, volteo a verla y está más bella que antes.

-Hermana, has vuelto y te ves más hermosa -ella era mi hermana, Karla, es hemosa y vestía un vestido color celeste pastel y tenía un moño en la cabeza.

-Karla, tú también estás igual de bella, pero si me disculpas tengo que salir.

-Okey, esta noche tendrás varias sorpresas -¿sorpresas? Y ahora que hizo mi mamá, le sonrio y salgo al jardín, me encuentro varias miradas conocidas pero no me acuerdo quienes son, todos voltean a verme y susurran cosas. Mi papá voltea y me indica que vaya con él, sube al frente, mientras yo me quedo en la mesa donde estaba sentado y dice :

-Gracias a todos los amigos y familiares por venir, es como una bienvenida a mi bella hija Lucía - sí, esa era yo, se preguntaran quién era yo pues soy la hija del dueño de una de las empresas más ricas de Londres, pensarán que soy la chica mimada que le cumplen todos sus caprichos, pero esa no soy yo, prefiero alejarme de eso y comportarme como una chica normal. Tengo 17 años, mido 1.70, ojos negros medio chinos, cabello lacio y no soy de esas chicas que tiene el mejor cuerpo pero estoy en algo. Me gusta viajar, lo hago para olvidar mis problemas y de mis padres, ya que ellos nunca están en casa y yo me quedo sola, en fin -Este día va a ser el día más feliz porque mi empresa y la de mi mejor amigo, Artur, han decidido unirse y por eso celebramos, el compromiso de mi hija Lucía y el joven Daniel, es una felicidad inmensa. Muchas Gracias por estar acá.

Mi padre estaba loco o qué, me había comprometido con alguien que ni siquiera conocía, yo no iba a hacer esto ahora ya entendí por eso me hizo venir antes, de verdad lo odio. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando veo a mi padre acercarse y junto a él está un chico pero se me hacía familiar...¡¡Ahhh!! No puede ser es el chico del aeropuerto, él es mi prometido.

Sin Previo AvisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora