El rostro de aquella mujer pálida, de hermoso rostro y bella piel, se desvaneció tras aquella pintoresca llama abrazadora que comenzaba a invadir la habitación,
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El rostro de aquella mujer pálida, de hermoso rostro y bella piel, se desvaneció tras aquella pintoresca llama abrazadora que comenzaba a invadir la habitación,