Las crónicas de una chica ¿no enamorada?

Cap. 8

Por fin había llegado el tan deseado viernes, aunque ayer hubiese tenido altas esperanzas en que ese día mejoraría, no fue así.

Isaac me recogió para irnos a la escuela y durante el trayecto veníamos bromeando, diciendo tonterías – lo típico de nosotros- y nos empujábamos mientras caminábamos. Entre esos empujones Isaac logró aventarme con bastante fuerza y choqué con un chico que salía de un carro, él traía un café por lo que se pueden imaginar lo que pasó, me sentí terriblemente mal cuando noté que su café estaba chorreado por toda su playera y me sentí con una vergüenza demasiado gigante cuando volteé a la cara del chico y resulto que era el hermano de la pelirroja, el chico nuevo del que tenía curiosidad por conocer pero mi buen amigo Ethan aun no nos presentaba, vaya manera de conocerlo por mi cuenta. Sólo recuerdo que le pedí mil disculpas mientras que Isaac se sostenía de la pared de la tienda de café gracias a las carcajadas que le habían dado, bien esto lo pagaría, en lugar de ayudarme se estaba riendo, perfecto; el chico fue bastante amable aunque sonaba un tanto irritado, me dijo que tenía una chamarra con la que podía tapar la mancha de su playera, yo insistía en que por lo menos me dejara comprarle otro café, no me lo acepto pero me dijo que tal vez después, se metió en el carro y éste arranco con dirección a la escuela. Bueno que más quería, ¿que me diera un aventón después de lo que pasó?, eso ya sería demasiado cliché para mi vida, aunque él había dicho que sí me aceptaba un café en otro momento, de pronto me sentí como la típica chica de una novela, pero recordé que seguía sin saber su nombre y ni siquiera me dio su número de celular, perfecto.

Me quedé en mi casa pensando en los ojos de aquel chico eran cafés, pero no café ordinario como los míos, si no café amielados, claros, que no sé que me hacían sentir, opté por sentir alegría por las risas que me causaba cada vez que recordaba lo del día anterior, viéndolo desde la perspectiva de Isaac, ahora entiendo porque se reía tanto, ahora me siento un poco mal por el golpe que le di en la cabeza por haberse reído en vez de ayudarme. Definitivamente si quería algo con ese chico estaba realmente loca, no tenía oportunidad, menos con lo que había ocurrido, si acaso tal vez tendría una pequeña oportunidad de solo  ser su amiga, como siempre me había pasado.

-¡Marien! ¡Despierta se te hace tarde!- gritó mi mamá, la verdad no quería ir a la escuela, pero no podía faltar, hoy entregaba algunas tareas importantes, como parte del proyecto de Yzma, lo cuál me recordó que hoy por fin saldría con Ethan al cine, este día tenía que ser grandioso.

Cuando llegué a la escuela vi a Ethan que se bajaba del carro en el que él chico de ojos café bonito se había ido el día anterior, lo peor fue cuando noté que del lado del piloto bajaba la pelirroja con su sonrisa de niña bonita, y de la parte de atrás del carro salía ojos café bonitos. Isaac me tomó del brazo para conducirme a la entrada de la escuela, decidí seguirlo ya que por alguna extraña razón, al ver a Ethan rodear a esa chica por los hombros me quitaron todas las ganas de salir con él hoy.

Y a este día se le quitó lo grandioso. Era hora del descanso y me dirigí al sauce llorón y Molly, mi mejor amiga iba a mi lado. Le contaba lo que había sucedido en la mañana y la forma en la que me sentí, cuando termine de contarle solo me miró con una cara que no me gusto, una sonrisa de oreja a oreja aparecía lentamente en su rostro dándole un aspecto siniestro y por un momento no sabía si levantarme y salir corriendo del sauce o esperar a que me estrangulara.

-¡Tú estás celosa!- lo dijo entre una clase de susurro-grito.

-¿Yo? Claro que no, por supuesto que no, que tiene ella para que le tenga celos, sólo es una chica y ya- no entendía porque ya varias personas me decían eso, Isaac, la voz del duende que vivía en mi cabeza y ahora Molly- y aparte Ethan e Isaac son como hermanos para mí-.

- Si claro, entonces actúas como una hermana sobreprotectora ¿o qué?- Molly me miró con una de esas caras sarcásticas que tiene, achinaba sus ojos verdes, levantaba un ceja y hacía una clase de media sonrisa extraña-.

- ¡Sí! Debe ser eso, las pocas novias de Ethan, siempre las conocía por su parte antes de que lo fueran, y ésta chica aun no me la presenta, ni el nombre me lo ha dicho-.

De repente todo fue más claro para mí

- El hecho de que no me la presente aun, tiene mucha importancia, debe de ser por algo importante, como que ella le parezca un partido difícil de ganar y siempre me las presenta cuando él esta seguro de que podrá con ellas-.

Sip, ahora lo entendía todo

-¿Entonces por qué los celos hacia ella? Y ¿por qué crees que es un partido difícil para él? Por favor es Ethan.

- Okay, Okay, espera son muchas preguntas para mí. Primero los celos- dudé un poco para darle una respuesta- supongo que como no la conozco no son celos lo que siento más bien me preocupo porque no quiero que le haga daño a Ethan, a pasado por muchas decepciones y no quiero que le den una más-comenté un tanto segura de que esa era la respuesta indicada.

-¿Entonces por qué los celos? Actúas más como una chica enamorada celosa que como una hermana sobreprotectora-. Y Molly seguía con lo mismo.

-¡QUÉ NO SON CELOS!- creo que lo entendió bastante bien, se acurró en una parte del tronco del árbol para esconderse de mí, sí que lo entendió.

- Está bien si tú lo dices.- Molly regresó a sentarse a mi lado- Ahora contéstame la otra pregunta-.

-¿Cuál otra?- realmente no me acordaba de cuál.

-De la chica siendo un partido difícil para Ethan, tal vez- el tono sarcástico otra vez.

-Oh ya, ya me acordé, bueno ella es.... es, pelirroja y bonita, más bonita que las pasadas novias y..., su hermano es bastante sexy y creo que puede ser una chica un tanto creída, se ve que nada en dinero a juzgar por el coche, era un Cadillac negro convertible y de los clásicos-. Abrí mis ojos de más al recordar ese coche, era realmente hermoso.

- ¿Y eso qué tiene que ver? ¿Crees que a Ethan le guste las creías? Porque lo que recuerdo es que ustedes se la pasaban riendo de los ricachones de la mesa 'popular'-.

-Es cierto, pero la gente cambia, ¿no?, puede ser que por eso Ethan ya no se junte con Isaac y conmigo, tal vez,- se me hizo un pequeño nudo en la garganta por lo que iba a decir- tal vez ya no quieres estar con... nosotros porque le quitamos fama- susurré mirando hacia ningún punto específico en el césped.

-No lo creo, ese no es el Ethan que conozco, no se atrevería a dejarte por fama ni por nada más, eres demasiado importante para él como para hacerte algo así- solo atiné a mirar a Molly, no la escuchaba del todo bien porque seguía pensando en lo que yo había dicho.