03 | batalla final

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IDEA

Totalmente mía, basada ligeramente en el trailer de Civil War y en el cómic.

SUMARIO

Tony está devastado al notar que la persona que alguna vez amó, se ha desvanecido, dejando sólo las memorias que los unieron alguna vez y que siguen dañándole con intensidad.




Era el ardor desenfrenado y absoluto de su pecho lo que evitaba la completa realización de sus acciones. 

Lo divisaba ahí, frente a él, protegiendo su anatomía de los movimientos hábiles de sus ahora enemigos, cubriéndose y atacando con su afamado escudo indestructible, bañado con los deslumbrantes colores que lo identificaban junto aquellas estrellas de cinco puntas. Pero aquello no dolía ni un poco, porque era común para Anthony estudiar al supersoldado en sus escenas de combate, arrasando con cualquiera que se dispusiera a herir a sus compañeros o a cualquier civil desprotegido cerca de la zona.

El hecho que dejaba una sensación amarga en su boca y en su pecho, era aquél de tener el completo conocimiento de que esta vez, sin importar el inefable aprecio que ambos héroes se tenían, el reconocido Capitán América luchaba con ferviente valor contra las personas que alguna vez llamó amigos o consideró algo más que eso.

Pese a que ésa era una de las tantas razones de la pelea que se llevaba a cabo, Stark al igual que el resto del equipo sabían a la perfección que el desacuerdo de opiniones se relacionaba también con la única memoria del pasado de Rogers que aún, falsamente, conservaba: Barnes. Y si bien, tras montones de promesas que habían sido mencionadas Steve y Tony, el magnate había confiado plenamente en que su pareja nunca optaría por alguien más sobre él, ahora más que nunca se encontraba destrozado ante su equivocación, manteniendo una expresión atónita y un aspecto terriblemente lúgubre.

Aspiró una gran bocanada de aire antes de comenzar a dar pasos lentos y crear un gesto que transmitía su completa nostalgia al verse delante de la única persona que continuaba robándole el aliento sin importar qué tan malo había sido su final. Su brazo, cubierto por su resplandeciente pero rasgada armadura, se levantó en el aire, apuntando uno de sus repulsores hacia Rogers, quien examinaba sus movimientos con inexpresividad e indiferencia desgarradora, brindándoles una mirada de confusión, fiándose de la obvia debilidad de Tony hacia sus celestes, gélidos y apagados ojos.

—Podemos terminar con esto de otra manera, Stark —mencionó el contrario con firmeza, sin deshacerse de su escudo ni de su posición de defensa ni por un segundo. Se encontraba listo para atacar a su oponente si lo veía necesario.

—Si no recuerdo erróneamente, has sido tú quien ha comenzado con este conflicto, ¿me equivoco? —El de cabellos brunos se acercó otro poco, para después mantenerse estático con su mano en alto.

—Han querido dañar a Buck y eso es algo que no puedo permitir. —Iron Man tragó saliva con pesadez, agradecido de que su rostro estuviese escondido tras su traje al igual que el resto de su cuerpo, así, su expresión de daño no se daría a conocer, no aún.

Sus palabras eran tóxicas ahora, cualquier frase que emitía era como una bala contra su cuerpo, porque, luego de todo, su mejor amigo o lo que aún prevalecía de él en lo que ahora se había convertido en un enfermizo y retorcido experimento de Hydradebía relacionarse con todos y cada uno de sus actos.

Tony sabía con seguridad que, sin importar lo ocurrido, Steve siempre elegiría a Bucky sobre todas las cosas en la faz de la tierra, y aquello dolía insoportablemente. Eso se había impregnado en su memoria después del montón de discusiones que habían tenido.

—Tony —repitió el capitán, ahora más débil—. No tiene que ser de esta forma.

El susodicho vaciló un momento, decayendo en la debilidad y en su roto cariño hacia Steve. Su brazo tembló efímeramente, pero después de todo recuperó su postura al pensar que él estaba del buen lado, pues sólo quería el bien para el país y todos los ciudadanos, o al menos anhelaba estar en lo correcto esta vez. Su repulsor, el arma del cual su traje estaba integrado, emitió una luz tenue, momentánea y azulada, la que se dirigió velozmente hasta el cuerpo esbelto que se cubría tras el material sólido e inalterable, mientras que el corazón del magnate se paralizó por un segundo.

Como era de esperarse, Rogers hábilmente esquivó aquello que tenía el propósito de dañarlo y contraatacó lanzando su escudo hacia el ajeno, haciéndole moverse por los aires directamente hacia la armadura.

Stark sintió su cuerpo caer hacia atrás cuando el escudo impactó contra sí y no fue capaz de evitarlo. Estaba tan aturdido y absorto en los pensamientos pesimistas en los que se había sumergido como para defenderse.

El más alto se acercó a su oponente con la respiración agitada, tomando algo de valentía antes de establecerse sobre el cuerpo ajeno y desprender la carátula que cubría el maltratado rostro de Stark. Cuando su semblante finalmente quedó al descubierto, el soldado mostró un gesto de lástima, estudiando la imagen de las cicatrices y la sangre acariciando las mejillas contrarias y resbalando por éstas para finalmente combinarse y hacerse parte de las lágrimas que manaban de sus cristalinos y rojizos ojos. Estaba acabado y aquel sentimiento lo transmitió en el momento.

—Termina con esto, cariño —dijo quien se encontraba debajo sonriendo amargamente, luciendo un último gesto de felicidad antes de lo que creía, era su irremediable muerte. Se sintió mejor al saber que su existencia estaba en las manos de lo que alguna vez se atrevió a llamar el amor de su vida—. No podré soportarlo mucho más.

El de zafiros estuvo seguro de que también se encontraba derramando lágrimas inconscientemente, pero no se detuvo mucho a reflexionarlo, ya que estaba demasiado ocupado por brindar el golpe final de la batalla.

—Lo siento, Anthony —susurró tratando de no acabar por aferrarse al cuerpo indefenso del nombrado, clavando su mirada en el destino de su puño.

Iron Man se preparó, cerrando sus párpados, siendo rodeado por un aura de tranquilidad inquebrantable, sonriéndole al hombre sobre sí y listo para su último respiro. Antes de ello, instado por sentires irremediables, dio un vistazo final a la bella cara de su antigua pareja, recordando qué tan enamorado se encontraba aún, sin importar la agresión ni las miradas de odio por su parte.

Steve apreció el que por primera vez el afamado Tony Stark se diera por vencido, pero él no era el único de ambos que tenía puntos débiles. Su acto demoró, el temor a acabar con una de las personas más preciadas para él lo carcomió, y cuando se dedicó a terminar con todo, sintió como era arrastrado hacia atrás por varios cuerpos, los cuales le privaron de dañarLe.

Él esperó algo que nunca llegó, dándose cuenta de que ahora el hombre de cabellos áureos se encontraba a la lejanía y tratando de escapar del agarre de los civiles, sin aplicar mucha fuerza en ello por temor a herirlos. El Capitán Rogers articuló un «lo lamento» con sus labios, a la vez que su mirada apagada y borrosa gracias a sus lágrimas se quedaba fija en los orbes color miel.

El de cabellos brunos se sintió terriblemente dañado en su interior, preguntándose si aquello era un efecto colateral de el amor o de la más terrible traición.

Krieg und Tragödie ↠ StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora