IDEAUna magnífica aportación de Cold_Joey.
SUMARIO
La magnitud de pesadillas a media noche no era capaz de llegar al límite de lo que ocurría entre ambos héroes. No era más sobre destrucción a través de combates cuerpo a cuerpo por opiniones contrariadas en distintas localizaciones de la ciudad; ahora, sólo se trataba acerca del primer paso hacia la extinción de la predilección mutua, de una absurda paradoja basada en el placer tortuoso.
A la necesidad del momento entre amoríos incontables en tierra, ocultos en la fruición de las más grandes alevosías consumadas o expuestos a la luz expectante de una luna amarga en la exageración de la magnificencia propia, lograron nacer ósculos por objetivo de una manifestación ambigua de romanticismo y deseos de fatalidad, contactos indelebles a cualquier marca en vista de supervivencia temprana que a futuro anhelase tomar el lugar de un afecto verdadero, pero quizá aguardando en el olvido mismo de el portador de lo ya impregnado en conexión. Sin embargo, coexistieron a la par de ellos los besos otorgados a destiempo como método de una descarga de emociones negativas y reservadas a escenas carnales, el tacto inhumano, consecuencia atroz de la falsedad en un amor mantenido por dos individuos entre tantos.
Demasiado de ello, de juicios sumidos en una vasta adversidad, invadió con metas de dominación la mente de espejismos extraviados de Rogers, mientras él desarrollaba presuroso actos de faltante impulso con sobras de desagrado proveniente de una mueca en su faz posteriormente neutra. Imperceptible fue el gemido en sinfonía baja que erró en escapatoria de sus labios expectantes y sumamente rojizos, siendo un intervalo imprevisto, hundiéndole sin espera en la gloria de sentimientos irrefrenables que una fricción de brasas envolventes causaba y a la vez, transmutando el disgusto exhibido por unas facciones que reflejaban el punto de su placer. Encontrándose entonces en circunstancias de complacencia en vaciedad detallada, se propuso en un silencio de meditación el prolongar el desliz de su virilidad como soldadura única entre ambos cuerpos agitados y manantes de sudor característico, aquel que se rehacía más somero cada vez, que volvía a la vida con cada embestida descuidada que otorgaba a quien persistía debajo de su cuerpo esbelto, mascullando maldiciones y liberando melodías de fruición a la par que sujetaba con fortaleza las mantas grisáceas que acompañaban la escena.
Las palmas de el hombre de hebras rubias, en diferencia de otras ocasiones compartidas lejanamente, sostuvieron firmes su postura en un lugar asignado por sus reprensiones inconscientes, siendo estáticas en las caderas ajenas con energía moderada por el hábito en la acción. Steve era sólo apto de observar la espalda ancha y arqueada con ligereza de su acompañante en cuestión, resignado por un momento final a perpetuar el olvido de las caricias a la tersura de la piel estudiada y conocida de forma palpable sin fallo, pues el aceptar el exiguo cariño mostrado en dichas situaciones luego de los conflictos había sido algo tardío, irremediable. Besos y apegos amorosos de sus anatomías habían sido eliminados de sus noches atrevidas, quedando la soledad de un simple encuentro hecho por el deber de su matrimonio, por una necesidad indeseable. Sin embargo, las evocaciones de los roces electrizantes eran y serían eternos en su mente sin excusa, reconociendo fantasmagóricamente lo dedicado con toques sutiles y sabores inherentes, anhelados.
La rítmica continúa de sus movimientos veloces prevaleció sin dubitaciones y se reforzó con gozo mediante el contacto conciso que sus cerúleos hicieron con una de las manos inquietas de Stark, la cual enfundó como una exigencia instintiva a su propio miembro de manera íntegra, atrapándole calurosa y delicadamente entre sus dedos finos, obteniendo el victorioso efecto de proporcionarse a sí muchas más emociones de las poseídas con el vaivén vigoroso sobre su extremidad húmeda, erecta y acrecentada. El transcurso en memorias que se extendía desde la punta y más tarde incluía un retorno que rebobinaba constantemente, pudo sentirse para el menor como un deleite sempiterno en sus fantasías irrevelables, volviéndose el pase hacia la mezcla de jadeos profundos que fueron emitidos por los dos hombres absortos en su excitación entera. Tony prosiguió con obstáculos inexistentes con su magnífica estimulación, experimentado con su hombría movilidades peculiares y algunas antes comprendidas para alcanzar percepciones inenarrables, reaccionando frente a ello durante el osado examen que su pareja le dedicaba en un sigilo fructífero, ya que percibió el método con el que el contrario acometía con sus penetraciones requeridas.
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Krieg und Tragödie ↠ Stony
Hayran KurguHemos luchado por la vida de incontables civiles, nos hemos entregado al peligro absoluto a costa de librar al mundo de seres inclementes y prometer una redención a la humanidad. Pero, ¿podremos acaso luchar por nuestro amor, capitán? ↠ Espléndida...