Katherine
Desde la oscuridad de mis pensamientos, me pregunté constantemente el motivo de mis acciones, que es lo que me impulsaba a luchar desde que me quedé sola, desde el momento en que adopté el apellido de mi madre, no tengo nada que perder o ganar.
Tengo mas dudas que respuestas... Mi espíritu se siente cansado de pelear, pero mi cuerpo siempre está buscando una larga batalla, en momentos como estos, siento que dependo de Samantha para no sentirme vacía. Con respecto a ella, siempre regresa a mi vida como si algún hilo invisible nos uniera... no puedo comprender que es lo que me tiene atada a su vida.
Abrí los ojos después de que intenté recuperar el sueño por varias horas, después de que perdí la conciencia me sentía muy débil, aún no estaba completamente recuperada de la última vez que estuve encerrada y esto me costó mucha energía, a penas tengo la conciencia de que la noche anterior no estuve aquí, las imágenes que rondan por mi cabeza eran de pesadilla, primero escuché música y luego completa oscuridad, senti las yemas de mis dedos húmedos y un extraño olor a óxido que me inundó la nariz, sé que era sangre.
Los gritos en mi cabeza se volvían un eco lejano de la noche anterior, luego se convertían en silencio, finalmente se detuvieron, y pude pensar con calma.
Aunque mi cuerpo estaba completamente exhausto por la superficie fría y dura en dónde tuve que pasar la noche, me levanté, está celda no la recordaba.
Camine a los barrotes y golpee en repetidas ocasiones hasta que mi voz se escuchó en todo el pasillo.
—¡Hey!, ¡hay alguien ahí!, ¡ayuda!—la fuerza de mi voz y de mis golpes resonaba por el largo pasillo.
Insistí por un largo tiempo, hasta que mi garganta se sintió seca, me senté de nuevo en el piso, mire mi ropa y pude reconocer pequeñas manchas de sangre seca sobre mi pantalón. Hice el intento de recordar la noche anterior, concentrándome, pero vinieron a mi recuerdos más antiguos que me golpearon como un balde de agua fría. No pude evitar sostenerme las sienes por el dolor que me produjo mi cabeza.
Me ví a mi y a Jacob, en nuestra primera cita real, cerca de un acantilado durante el atardecer, el y yo habíamos pasado el tiempo suficiente para dejar de vernos como enemigos, yo lo distingui como alguien mas cercano a mí, sin interés en servir a una orden o a una hermandad.
—Ya no eres muy intimidante sin tus armas.
—Y tu ya no eres tan irritante
—Yo soy un ángel, pero me gustan los demonios como tú.—Ambos reímos.
—Katherine
—Si, Jacob
—Desde que te conocí he tenido otra perspectiva de vida, no me importa tu linaje o tu compromiso, quiero que seas mi compañera de vida
—¡Jacob!, acaso es una declaración de amor—reí ligeramente
—No, es una promesa.
Solté un pequeño grito por el dolor y regresé al presente.
Había un hombre frente a la celda, me sonrió y me dejó una charola con alimento. Un pedazo de pan seco y un vaso de agua, lo deslizó por los barrotes hasta que llegó bastante cerca de mí.
—¡Espera!—ignoré el charol y trate de detenerlo.—¡NO TE VAYAS! Por favor... No sé lo que está pasando...
El hombre ni siquiera volteó y desapareció por los pasillos, de la rabia le di un golpe a la pared lo suficiente fuerte para lastimarme la mano. Varias lágrimas recorrieron mis mejillas y otro recuerdo invadió mi mente.
Está vez estaba yo, junto a Samantha, era un recuerdo más borroso.
—Trabajo para el hombre más poderoso de Londres, la cuna de la industria. No voy a negociar por migajas de pan.
—Señorita, no la estamos ofendiendo, estamos pasando por una crisis, por favor un poco más de tiempo.
—Dios hizo el mundo en solo siete días, usted ha tenido un año completo para pensar en nuestra oferta y hacerla realidad, cada vez que tenemos esta discusión solo me trae excusas—ella se acercó hasta quedar a su lado, le acarició el rostro—el señor Starrick es un hombre paciente y justo, pero usted le ha hecho enojar.
Ella chasqueo los dedos y se fue de la sala, dejándome con el hombre a solas, el hombre me miró a los ojos con un profundo temor e intentó escapar de la sala, yo lo detuve como si se tratase de un juego del gato y el ratón, cuando logre someterlo, mis manos dejaron de tener el control.... mis pulgares se dirigieron a sus ojos, intentó alejarme pero yo me dejé llevar por el gusto de la sangre, cuando escuché el grito del hombre y sus ojos hundirse, terminé con su vida cortando de un tajo la yugular.
Salí del recuerdo con los ojos llenos de lágrimas, el corazón se me aceleró... esa mujer no era yo.
Mis párpados se sintieron más pesados al igual que mi respiración, me desmayé.
Desperté sobre el piso de la celda, Katherine se desvaneció después de ver a través de mis ojos, era tan gratificante sentir como su corazón le rompía la moral, esto de habitar su cuerpo es sentir como su propia hipocresía me alimenta.
La noche había llegado, desconozco el tiempo que dure dormida, dejar que la mente de Katherine estuviera consciente tanto tiempo me habia debilitado, pero aún tenía las energías suficientes para seguir órdenes.
Samantha ya me estaba esperando afuera de la celda, sus ojos estaban sobre mi.
—¿Te lastimó?—Asentí y me acerque a ella quien miro mi mano y la curo con una venda.—Nunca fue muy prudente con su salud.
—No solo eso, es una sentimental de mierda.
—Debes considerar que está un poco herida, está vez la ví despierta más tiempo, creo que eso te está afectando.
—Si, siento que he perdido mucha fuerza.
—Se puede arreglar, lo importante es que estamos juntas otra vez.
—No solo depende de mí.
—Lo se, no dejaré que te vayas tan fácil esta vez, lastimarla físicamente ya no es tan efectivo como antes, la voy a lastimar en el corazón.
—¿Puedo asesinar a Jacob?—sonreí ingenua
—Esa es tu misión principal, ten paciencia, es un hombre con mucha fuerza, podrás atacar cuando esté vulnerable.
—No veo el momento de oler y sentir su sangre, la sangre del maestro asesino.
—Sé que te emociona mucho—la veo realizar el vendaje con delicadeza—pero tienes que darme tiempo.
Asentí y ella terminó de realizar el vendaje sobre mi mano, el dolor aún era intenso.
—No es la forma en la que trabajo, pero lo haré.
—Jacob es un hombre fácil de manipular, su hermana era la voz de su razón y ahora que ella no está, se siente incompleto.
—La fuerza de Jacob nos serviría mucho, lastima que tiene un sentido innato de la justicia.
—Es lo que pensé, pero no creo que pueda cambiarlo.
—Si, es mucho desperdicio—un hombre llegó y se detuvo junto a la puerta de la celda con un maletín,
—Tu eres la única que no me decepciona—me sonrió y me entregó un sobre—aquí hay una lista de nombres, los sobrevivientes de la fiesta, confío en que terminarás tu trabajo.
—Siempre puedes confiar—me coloqué las armas del maletín.
—Te espero temprano, antes de que ella regrese.
Me incline frente a Samantha, antes abandonar la celda.
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No me olvides [En Edición]
FanfictionTodo comenzó por un secreto que no pude guardar. Aprendí que todo tiene que ser cuestionado, de eso se trataba la vida, templarios o asesinos, guerra o paz, era algo inevitable para nosotros...la cuestión, era entender, que era lo mejor para ambos...