Capítulo único.

543 54 9
                                    

El amor tiene facciones distintas.

El mundo no quiere enamorados pero ama las historia de amor.

Sin embargo ¿Como hacer cuando no sabes seguir a tu corazón?

--"No hay espacio para esto arriba"--el hombre regordete y rubio empuja el maletín en mis manos, su rostro se muestra fastidiado. Asisto sin más, cuando el tren empieza a moverse con mas velocidad, tomo mi asiento y este se retira.

Por primera vez decido observar a la persona sentada frente a mi, su cabello rubio brilla con los rayos del sol que entran por la ventana, los ojos azules son chispeantes y se mueven del papel en sus manos a mi rostro, su piel es blanca, lleva una bufanda oscura, un saco marrón y unos vaqueros gastados. Es realmente atractivo.

Trató de ignorarle y abro el libro de anatomía que he traído conmigo, el lapicero en mi mano derecha hace trazos sobre los dibujos de la válvulas del corazón ubicando sus nombres. Mi mente trata de enfocarse en el mar de letras que me ofrece el libro, pero su mirada me quema cada facción de mi rostro. Carraspeo un poco antes de verlo a los ojos y confrontarlo, su rostro enrojece y rápidamente sonríe.

--"Disculpa pero ¿Que se supone que estas haciendo?"-- no quise sonar brusca e inútilmente trato de ser amable, aunque tuve la delicadeza de una lija contra piel.

Él parece aún mas avergonzado y la libreta tiembla entre sus dedos--"Es una vieja costumbre"--tiene un acento francés que me llama la atención--"No quise molestarte"-- la hoja queda frente a mi, hay libres trazos de mi rostro detallado con delicadeza, es realmente asombroso.

Sonrío un poco--"Vaya..¿Tan seria es mi expresión?"--

Él desconocido rubio se ríe, de forma melodiosa y envolvente--"Parecías realmente concentrada"--añade--"¿Qué te parece si tu lo intentas?"--.Estira el estilisado lapiz de grafito y la libreta, su rostro se desfigura en una mueca graciosa, quito el libro de mi regazo y lo remplazo con la libreta, empiezo con lineas dudosas y él relaja su expresión dejando que cada uno de sus rasgos se plasmen en la pureza del lienzo.

Sus ojos pequeños y azules, la mandíbula fuerte y cuadrada, nariz respingona y sus provocadores labios masculinos; hasta detalle cada una de las hebras de su cabello.

--"¿Y bien?"-- le doy la libreta bastante conforme con mi trabajo pero sin duda el suyo es mejor.--"¡Es increíble!¿A donde aprendiste a dibujar así?"--.

--"Mi padre era artista. Yo también quise serlo"-- su boca se abre a punto de decir algo; pero se ve interrumpido cuando el tren se detiene abuptro.

<<Pasajeros se les informa que por fallas técnicas haremos una parada de cinco horas en San Francisco. Pueden bajar si así lo desean>>.

El hombre rubio ya esta de pie a mi lado con la maleta colgando de su fuerte hombro, me dedica una mirada profunda que me revuelve el estomago--"Esta es mi parada."-- su cuerpo no se movía, seguía a mi lado esperando algo de mi.

--"Bueno, fue un gusto hablar contigo"--.

--"¿No bajaras?"--

--"No, debo estudiar para un examen"-- señaló el libro de anatomía en mi costado y él duda unos segundos antes de darme la espalda.

Viajeros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora