5| ~Pequeños secretos

118 16 0
                                    

      — ¡Aly, despierta! ¡Alissa! —escuché una voz femenina entre mis sueños y sentí algo moverme para lograr que reaccionará de la hipnosis; ni siquiera pude terminar de soñar como debería.

      — ¿Qué? —pregunté frotando mis ojos.

      —Tenemos aproximadamente media hora para ir a las clases.

      —De acuerdo, cálmate Brianna, no me agites más; ya no me hace falta —finalmente me senté para ya no volver a caer en el transe, busqué a alguien con la mirada, al escuchar el sonido de la ducha dejé de hacerlo— ¿Es Ryan?

      —Sí, intenté ingresar primero a la ducha, pero se adelantó —se sentó a mi lado.

      —Tendrás que acostumbrarte, tú lo quisiste así —finalmente me levanté y me dirigí al armario posicionado al costado de mi cama.

      —Tienen que apurarse, llegaran tarde a clase —hablaba saliendo del baño.

      —Tú ingresaste antes —dije

      —Y no lo lamento —rió

      —Idiota —golpeé levemente su brazo y esperé a que Brianna ingrese al baño.

Ryan mantuvo su visión hacia Brianna, esperando que cerraran la puerta— Dejaste que ella entrara primero, ¿por qué?

      —A diferencia de ti soy una persona agradable.

      —Sí, llegarás tarde por fingir amabilidad.

      —No finjo —rodé los ojos— y no importa ¿Qué esperas para irte?

      —Aún quedan 27 minutos —miró su reloj.

      — ¿No irás a desayunar o algo así? —me crucé de brazos.

      —No tengo hambre, además, las cosas aquí no son gratis. Mi padre aún no envía nada de dinero.

Se sentó en su cama a revisar su teléfono.

      — ¿No llevarás algo donde anotar las cosas y con que hacerlo?

Me observó por algunos segundos— ¿Necesito eso? —asentí—, no creo haber traído algo como un bloc.

Negué con la cabeza, tomé una libreta y un bolígrafo de mi bolso para entregárselo— Toma, me debes un favor —asintió, aunque lo había dicho en broma me hubiese venido bien que lo tomara enserio— un "gracias" no estaría de más.

      — ¿Gracias?

      — ¿Eso fue una pregunta?

      —Tal vez —suspiré, es lo mejor que podía recibir de él.

La puerta del baño no tardó en abrirse. Supuse que podría bañarme y cambiarme en el poco tiempo que aún me quedaba.

Al ser la última en hacerlo intentaba apresurarme todo lo que podía, cuando terminé fruncí el ceño al encontrarlos sentados en mi cama.— ¿Qué hacen? Creí que ya se habían ido.

El chico elevó los hombros— No quiero ir solo.

      —Llegamos un poco tarde, vámonos ya—ella me jaló del brazo; dándome apenas, tiempo para llevar el bolso conmigo.

      —Solo son unos minutos — me solté de su agarre—, no es como si nos fuesen a castigar por eso.

Resopló— Quizá tengas razón —y se calmó—, estoy estresándome con esto —empezó a andar a paso ligero.

Camp love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora