Capítulo 07

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El sonido del ringtone de su teléfono nos saco de nuestra ensoñación y aleje mis labios de los de él finalizando el beso. Nos observábamos y yo miraba su pecho subir y bajar tal cual el mío lo hacía por la falta de oxigeno que necesitaban nuestros pulmones y una pequeña sonrisa se filtró en los hinchados labios del hombre frente a mi mucho antes de que una llamada volviera a interrumpirnos y esta vez él tomara su teléfono contestando al llamado.

Cerré mis ojos repasando mentalmente cada pequeño momento que había ocurrido hace pocos segundos e inhalé para mantener a raya el impulso que tenia por acariciar con mis dedos los mismos labios que él había besado y sonreí.

"Besa aun mejor". Susurró la entrometida voz en mi cabeza haciéndome sonreír aun más y negar.

-Bonita forma de mantenerme lejos -susurro sacándome de mi ensoñación y haciéndome elevar los ojos hasta su rostro para ver cuanta felicidad se filtraba tanto en su mirada como en la postura de su cuerpo.

Ahora su espalda estaba ligeramente encorvada y respiraba mucho más lento que hace minutos.

- me besaste -resalté mientras una de sus espesas cejas se elevaba y me miraba incrédulo.

- me seguiste el beso -acusó señalándome con su dedo índice por lo que me encogí de hombros.

Di largas zancadas hasta el ascensor presionando el botón esperando a que las puertas metálicas se abrieran para así poder entrar a este.

-¿Por qué? -pregunte pensando en el porqué me había besado y cruzándome de brazos al entrar a la caja metálica mirando como el entraba también colocándose a mi lado.

-¿Por qué no? -pregunto mordiendo su labios inferior haciendo que todos mis nervios se pusieran de punta y solo quisiera saltarle encima.

-No vuelvas a hacerlo -advertí manteniendo mis ojos fijos en el reflejo de mi cuerpo que me dejaba ver las pulidas puertas metálicas del ascensor.

-Bien -susurro el castaño.

Solo faltaban dos pisos más para salir de aquí y tenía mis manos escondidas en los bolsillos de mi abrigo para mantener mi ansiedad en control pero, cada vez que lo veía de reojo podía ver la sonrisa en su rostro y solo quería borrarla con mis labios.

Un piso más. A la mierda el autocontrol

"¡Bésalo!" exclamó la segura y decidida voz en mi cabeza y finalmente lo hice. Tomé su nuca acercando su rostro al mío besando cortamente sus labios y separándome justo cuando las puertas se abrieron dejándome ver la planta baja del edificio.

-Jamás dije que yo no iba a hacerlo -susurré saliendo de la caja metálica y caminando apresuradamente fuera del edificio sin mirar a nadie a mí alrededor.

En el parking aun se encontraba el auto de Liam y corrí hacia el subiendo al asiento del copiloto en un pestañear mientras este me miraba divertido.

-¿Qué? -pregunté mirando al castaño quien reía silenciosamente y pasaba su dedo índice en la comisura de mi labio derecho.

-Saliva -afirmó limpiándola con mi abrigo antes de sonreír más abiertamente y poner el auto en movimiento de una vez por todas.

Durante todo el camino hasta la cafetería no despegué mi vista de la calle. No había dejado de pensar en sus ojos, en sus labios, sus pómulos. En la dulzura con la que me hablaba, en la sinceridad que transmitía y en el peligro que emanaba cada vez que estaba cerca de mí.

Algo había cambiado y yo no quería descubrirlo, quería mantenerme a raya. Lejos de él pero, me era tan difícil el alejarme del peligro cuando era tan tentador y en ese momento vinieron a mí las numerosas veces que le pedí en el club que se alejara de mí y en el sentimiento que transmitían. Dolor, perdida, desasosiego, desconsuelo y mi corazón se estrujó con fuerza.

"Perra" susurró la quisquillosa voz en mi cabeza haciéndome negar pero, si. Lo era a pesar de que lo amaba y no quería aceptarlo.

A pesar de toda la distancia y el tiempo que me separó de él aun lo amaba e iba a seguir haciéndolo porque ese beso que tal vez no significó nada para él, en mi solo había intensificado eso que quería quemar de por vida. Simplemente me encontraba aquí, en el auto de mi primo mirando cada calle pensando en el hombre que una vez me dejó y engañó. Estaba tan absorta en mis pensamientos que solo me di cuenta que habíamos llegado al local cuando la puerta del piloto se cerró con fuerza haciéndome despertar.

Salí del auto y seguí a mi primo hasta las instalaciones internas del lugar encontrándome de frente con los azules y calculadores ojos de la rubia. Me senté justo frente a ella y sonreí en forma de saludo a todos.

-¿Por qué tardaron tanto? -preguntó el castaño que abrazaba a Charlie por los hombros.

-Me he tomado 5 vasos de café -confeso Louis mirando el vaso frente a él con asco- ¿Es malo? -pregunto en mi dirección con el rostro fundido en la expectativa y haciéndome reír por su expresión.

-No -negué.

-Si -afirmó Emma mirando con malicia al ojiazul.

-¿¡Qué!? -exclamó el castaño mirando de Emma a mí y en viceversa- Orinare café -afirmó llevando las manos a su cabeza mientras todos en la mesa estallábamos en carcajadas.


Kingdom [HS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora