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E5: Furia atrayente (Kai)

Capítulo 9 desde la perspectiva de Kai

Esa primera vez que Kim Jongin lo vio en su habitación, el pelirrojo había estado sentado en la orilla de su cama, permitiéndole vislumbrar su nívea y tersa espalda. El lugar estaba iluminado por una pequeña lámpara y cuando el moreno se acercó más, tragó saliva cuando se dio cuenta que Do Kyungsoo lo esperaba totalmente desnudo, con una mirada brillante y susurrando su nombre con sus labios carnosos. Dicha situación le hizo despertar sudando y con un problema entre las piernas (lo que conllevó a que se duchara con agua fría por varios días).

El moreno estaba muy inseguro y confundido sobre su situación con su compañero de curso, pero luego de esa conversación con la agradable señora que conoció en el supermercado, sus sentimientos se habían aclarado.

Estaba jodido.

El día del apagón no dudó en acercarse hacia sus dulces labios gruesos. Estando tan cerca de él, pudo ver la tersidad de su piel y su corazón latía cada vez más rápido al oler su suave aroma natural.

Oh, vaya. Sí que estaba jodido.

Así que cuando llegó el día lunes, no sabía exactamente qué decir o hacer. Al menos podría darse el gusto de ver a Kyungsoo sentado delante de él y de acercarse lo suficiente para susurrarle o simplemente, embriagarse con el aroma del pelirrojo... ¿Desde cuándo se había convertido en un maldito acosador?

La llamada de su maestra que estaba a cargo de los preparativos para la celebración del aniversario de Busán interrumpió sus pensamientos y se alegró de ello. Caminando con tranquilidad (pero con una sensación que le hacía cosquillas por el cuerpo), se dirigió a la clase de Kyungsoo.

—¡Ah, Kai! Tu profesora me dijo que necesitaba hablar contigo. Pasa, ¿hay algo que debas decir? —le saludó un profesor.

Por supuesto, no se atrevió a mirar al pelirrojo primero.

—Sí, es respecto al aniversario de Busan —habló en un tono neutral, mirando a todos en general—. A la secundaria Baekseok le volvió a tocar la decoración de la ciudad. Aparentemente, lo hicimos muy bien para el festival.

—Cómo no lo íbamos a hacer bien, si Baekhyun nos mató trabajando —se quejó Chen desde su puesto.

—Y ganamos el premio al mejor curso, así que no me arrepiento —se defendió Baekhyun cruzando los brazos.

—Los presidentes de curso se van a juntar en el primer recreo para hablar al respecto, Baekhyun —le dijo, mirándolo fijamente.

—Bien, ahí estaré —el castaño ni se inmutó bajo su mirada—. Y más les vale que todos aparezcan a ayudar durante el fin de semana en caso de que haya premio otra vez, sino iré a sus casas a perseguirlos —amenazó Baekhyun, causando la risa de algunos.

—Sin embargo, el sábado es la maratón y Sehun va a participar en ella —dijo una chica.

—¿En serio? —preguntó Minseok a su compañero, a lo que el chico simplemente asintió con timidez.

—¿Y Kyungsoo? El año pasado casi gana —escuchó a un chico comentar.

Fue inevitable no mirarlo. Kyungsoo se sobresaltó al oir su nombre y miró a Minseok, quien lo miraba expectante. Parecía que estaba concentrado en otra cosa.

—No, este año no. No he entrenado nada —dijo con suavidad. Era extraño que, con tan solo oír su voz, causara estragos en su ritmo cardíaco.

—Claro, como entrenaste tanto el año pasado —dijo Chen, irónico, lo que provocó risas—. ¿Cuánto fue? ¿Un día?

—No tengo ánimos este año, eso es todo —musitó—. Pero iré a apoyar a Sehun de seguro —le sonrió afectuosamente a Sehun y este le sonrió en respuesta.