Miedos - Oikawa Tooru

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Un poco de angustia para los lectores. En la casilla [______] va el nombre del lector. Disfruten.

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El penetrante olor a químicos despertó a Oikawa, quien abrió sus ojos de par en par para encontrarse con un blanquecino techo que se extendía por encima de él. Inmediatamente dirigió su mirada hacia otro punto en la habitación, tratando de reconocer el lugar en el que estaba. A su lado izquierdo se encontraba una ventana abierta de par en par, con la brisa meciendo la cortina que colgaba de ella. Los rayos del sol entraban fulminantes por aquella ventana. Parecía un excelente día.

Menos para él.

De lado derecho, parado junto al jugador se encontraba un médico y una enfermera, observando sorprendidos al castaño. La enfermera se movió casi por inercia, saliendo del cuarto como rayo, mientras el médico se acercaba al paciente.

- ¿Cómo te encuentras Oikawa-san? – preguntó modulando su voz con un tono apacible, tratando de no desconcertar más al castaño.

- ¿Qué hago aquí? – soltó Tooru sin comprender absolutamente nada – estaba... estaba en un partido muy importante – comenzó a explicar – con el equipo nacional y...

- Está bien, no te sobre esfuerces, pronto estará aquí – al tiempo de decir esas palabras el médico desvió la mirada levemente, intentando escapar de los ojos desconcertados del jugador.

En cuestión de minutos una mujer entró corriendo a la impecable habitación, acercándose lo suficiente a la cama del paciente. No era otra más que [______], la amada de Oikawa. Tan solo de observarla el jugador se tranquilizó notoriamente, esbozando una pequeña sonrisa forzada.

- Querida ¿podrías explicarme qué clase de broma es esta? – Oikawa intentó con todas sus fuerzas levantarse de su camilla para abrazar a la mujer, sin embargo la parte baja de su cuerpo no respondía.

[______] tomó con fuerza la mano del castaño, mirándolo con el semblante más doloroso que Oikawa jamás hubiera visto. La pequeña sonrisa del jugador se esfumó completamente, dejando paso a una frente arrugada producto de la preocupación. El médico, como tercer agente se alejó de la habitación hasta salir de ella, dejando a la pareja.

- No es una broma Tooru – logró decir [______] intentando sonar fuerte, pero sus ojos que poco a poco se humedecían revelaban lo contrario – estabas en el partido pero... - un nudo en la garganta se le formó a la mujer, mientras soltaba las primeras lágrimas que se deslizaban sin clemencia por sus mejillas – el balón iba demasiado lejos, trataste de alcanzarlo corriendo a toda velocidad y – las lágrimas seguían cayendo con abundancia – lo alcanzaste pero en el proceso tuviste una caída muy aparatosa, golpeándote la espalda.

Vaya que al destino le gustaba realizar malas jugadas. Oikawa Tooru le había dedicado su vida al voleibol; se esforzaba hasta el punto en el que era capaz de superar hasta a los mismos genios, y, cuando finalmente su carrera como deportista estaba en el pináculo más alto, todo se derrumbaba. ¿Era posible ser tan cruel con alguien que amaba con tanta devoción el deporte?

Correr tras la pelota como si su vida dependiera de ello, eso era lo que siempre hacía el castaño y ese partido no era la excepción, pero quién diría que todo iba a terminar en ese resultado.

- Debe ser una maldita broma – murmuró Tooru entre sus dientes, bajando la mirada para no observar a su hermosa [______] llorando por él - ¡UNA MALDITA BROMA! – gritó llorando con todas sus fuerzas, escondiendo más su rostro.

Aún con su rostro escondido lo más posible, Tooru soltó a su pareja y cerró sus puños con una increíble brutalidad; tanta que podría haberse hecho daño. La rabia dominaba a su cuerpo, haciéndolo actuar por instinto. Acto seguido, Oikawa golpeaba sus caderas, siguiendo con sus muslos, en un intento por hacerlos moverse; por sentir algo.

- Detente – suplicó[______] sin saber qué hacer por él. Lo amaba desde lo más profundo de su corazón y verlo en ese estado sin poder hacer nada la hacía sentir miserable.

Tras golpear repetidamente su cuerpo en señal de respuesta, Oikawa sentía que su fuerza lo abandonaba; todo por lo que había trabajado tan duro reducido por una lesión. Los miedos que jamás había vislumbrado repentinamente atosigaban su imaginación, haciéndolo llorar con más fuerza.

Inclinándose para mirarlo desde arriba y utilizando sus dos manos para sostener el rostro de Oikawa, [______] logró que el castaño le hiciera caso. Sin fuerza para oponerse Tooru se vio obligado a encarar a su novia; los ojos vacíos del joven seguían goteando, mientras que su novia de igual forma lloraba.

- Nada está definido – dijo [______]con la voz firme en medio del llanto; a pesar de haber dudado por unos instantes, ella siempre estaría para Oikawa, sin importar qué sucediera – Harás terapias y todo lo que sea necesario – explicó sin miedo.

- ¿Y si no puedo volver a jugar jamás? – el lado vulnerable del armador se reflejaba en su mirar.

- Encontraremos una forma.

Because people don't have wings, we look for ways to fly.








Haikyuu x lector - Fanfics - PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora