Nuevamente un poco de angustia para los lectores, pero quise hacerlo por la actitud del personaje, en todo caso, espero que disfruten. La casilla [_________] es para el nombre del lector ^^
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Debía de haber estado llorando durante horas. Sus ojos miel eran un desastre y su nariz no dejaba de moquear ni de estar roja. Estaba tumbado en su cama, con la puerta de su cuarto cerrada para evitar que Akiteru o alguien más entrara.
De vez en vez podía escuchar como tocaban a su puerta, preguntando por él:
"Tsukki, debes de comer" ¿Comer? No tenía apetito
"¿Estás bien? Debes de bajar" Podía estar encerrado en su cuarto sin ningún problema. Estar con otras personas lo irritaba y más en esa situación.
"Los chicos de Karasuno hablaron para saber cómo estás" Tsukishima chasqueó su lengua con su bien conocido tono sarcástico. ¿Cómo estaba? Era obvio sin que preguntaran.
El funeral había sido durante la mañana y justo cuando terminó aquella ceremonia decadente el rubio pudo escapar y regresar a su casa. Su refugio. Era casi gracioso como todas las personas asistentes a la ceremonia lloraban incesables por [_________], mientras que él, siendo su novio, no soltó ninguna lágrima. Pensando en ello, Kei dejó escapar una risa burlona a pesar de su espantosa cara descompuesta por la perdida. Se sentía como una basura viviente.
No obstante, al llegar a su habitación y cerrar la puerta tras de él, se derrumbó cual moribundo, deseando arrancar su pecho y con eso borrar todas las memorias que tenía con [_________]. Minutos después, logró reincorporarse tan solo para llegar a su cama y volver a caer, noqueado por la tristeza. Y luego de tortuosas horas estaba ahí, con la almohada y sabanas húmedas de tanto llorar, lamentable. Patético.
Sí, patético. Jamás pudo demostrarle realmente todo lo que sentía a ella y se reprochaba por eso; por ser tan cobarde y esconderse cubierto por una interminable máscara de ironía y sarcasmo. Todos los días sin falta, algún comentario zagas se deslizaba por su boca hasta llegar a los oídos de [_________], quien a pesar de ser orgullosa, toleraba de manera heroica el veneno de Tsukishima.
De verdad que [_________] era una mujer maravillosa. Lo entendía, no lo presionaba, era hermosa a su manera y diferente a lo que él idealizaba, pero perfecta para él. No era extraño que todos en el funeral lloraran mares por ella. Kei también deseaba hacerlo, pero ninguna lágrima brotó, no frente a toda esa gente. Nadie sabía que tan importante era ella; cuánto la amaba.
Tsukishima se quitó los anteojos, dejándolos en un buró cercano a su cama, frotó un par de veces sus irritados ojos y se recostó nuevamente, dándole la espalda a su cuarto, a todo. Recostado, cerró sus parpados, dispuesto a dormir pues en esos momentos ni siquiera tenía ganas de escuchar la música que siempre lo acompañaba.
- No sabía que Tsukki era un llorón... siempre te burlas de mí cuando lloro por algo – escuchó Kei mientras aún mantenía los ojos cerrados. La melodiosa voz ya conocida de [_________] estaba resonando; seguramente era una alucinación - No estás alucinando Tsukishima Kei, será mejor que mires a tu novia cuando te está hablando.
Los ojos del rubio se abrieron como platos al escuchar la sentencia, volteando impulsado por una euforia desconocida para mirar los alrededores de su cuarto. Su mente cansada no podía procesar lo que sucedía. Ahí estaba [_________], vistiendo el típico uniforme de la escuela, con su semblante despreocupado y su sonrisa amable, mirándolo en el centro de la habitación. Tal como la recordaba, tal y como la había visto hasta hace pocos días.
- Parece que viste a un fantasma – bromeó [_________] aunque su sonrisa se volvía cada vez más pequeña – No puedo quedarme mucho rato Kei, sólo vine por unos momentos.
El joven que normalmente es obstinado e indiferente saltó de la cama como resorte, posándose frente a la chica y abrazándola furtivamente.
- No entiendo cómo ni por qué estás aquí – comenzó a decir Tsukishima aun con la esperanza de poder enmendar sus errores – pero quédate – el abrazo del chico se volvió más fuerte.
- Me temo que no puedo hacerlo – respondió [_________] mientras se aferraba con fuerza al joven – sólo venía a despedirme – confesó escapando de los brazos de Kei – no quiero que te sientas mal por nada – explicó mirando al jugador.
- Pero yo debí de tratarte mejor, puedo comenzar ahora – suplicó Tsukishima tan solo para darse cuenta de que era demasiado tarde. Observando detenidamente a [_________], se dio cuenta que la chica poco a poco se volvía transparente; se desvanecía como un sueño y él no podía hacer nada.
- Fui muy feliz estando contigo Tsukki – dijo [_________] riendo con honestidad – ¿Puedes agacharte un poco? – pidió la chica, mientras Kei se agachaba siguiendo la petición de su novia – A pesar de todo, de todo – recalcó la chica aun con esa jovial risa, [_________] se acercaba a la cara de Tsukishima, que le quedaba a unos centímetros – siempre te amaré – al termino de esas palabras, la chica besó de forma protectora la frente de Kei para luego desvanecerse completamente.
Tsukishima había quedado de nuevo solo en su encierro, como si nada hubiese sucedido pero con la frente cálida. Aún sentía los finos labios de [_________] besándolo.
- Yo también, siempre te amaré – respondió débilmente cayendo en el piso de su vacía habitación.
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Haikyuu x lector - Fanfics - Pausada
FanfictionHaikyuu! fanfics x lector. Como su nombre lo dice, una serie de escenarios con los personajes de HQ. Habrá tanto romance como angustia. Sobre advertencia no hay engaño. ¡Comencemos!