Haikyuu x lector - Fanfics - Pausada

Astro brillante - Hinata Shouyou

Conmemorando el final de Haikyuu quise retomar las historias. Este one-shot va dedicado a ustedes lectores.

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Río de Janeiro, playa de Flamengo.

El sol estaba en su punto álgido a esa hora del día. El olor a mar y el viento irascible mezclados con la humedad característica de la playa hacían una mala combinación. [_______] aborrecía el calor veraniego, pero lo que más odiaba era tener que llevar a su hermano menor a las clases comunitarias de voleibol playero. Todas las semanas la rutina era la misma: sentarse cerca de la costa y esperar durante dos horas a que el entrenamiento terminara.

- En serio ¿por qué tengo que traerlo yo y no mamá? – se lamentó [_______] murmurando entre dientes, sacando de su bolsillo una fría bebida enlatada. Con su mano libre abrió el néctar que alivió la sequedad de su garganta y con la otra sostenía la pantalla de su celular. Contemplaba con devoción el nuevo vídeo de sus artistas favoritos, recostándose a la sombra de una palmera.

"Jimin es tan lindo" caviló, suspirando para sus adentros. Una tierna sonrisa se formó en sus labios al tiempo que observaba la pantalla del móvil. Cuando llegara a casa seguramente volvería a ver el vídeo.

Cuando llegara a casa...

Cual rayo sacudiendo la tierra, [_______] sintió el violento y fugaz golpe de un balón impactar contra su rostro. Su celular salió volando, al igual que su bebida, ambos chocando contra la superficie.

Todo se volvió oscuro.

- ¡¿Estás bien?! – preguntó cierta voz masculina en un portugués atropellado pero entendible -. Por fin despertaste...

[_______] abrió sus pesados parpados para observar a la persona junto a ella. El varón era un asiático de apariencia afable, atractivo ante sus ojos. Su cabello era cobrizo y su gesto preocupado desbordaba honestidad. El cuerpo del muchacho estaba tonificado, cual atleta profesional, y su piel se mostraba tenuemente tostada, producto de exponerse mucho tiempo bajo el sol.

- ¿Qué me pasó? – se atrevió a inquirir, su cabeza zumbando por el tremendo golpe recibido.

- Uno de los chicos hizo un mal saque, y el balón voló hasta acá – respondió con dificultad el aludido, tratando de encontrar las palabras correctas en ese lenguaje ajeno a él. Se ayudaba al realizar ademanes, que le hacían parecer un niño pequeño -. Lo siento – se disculpó haciendo una reverencia para después sonreír.

Su sonrisa era como el sol.

- Aquí está tu celular – continuó hablando el muchacho, devolviéndole su preciado objeto a [_______] -. Y cuando termine el entrenamiento déjame comprarte otro de estos – añadió, sosteniendo la lata del ahora inexistente jugo, señalándolo para darse a entender mejor.

Una ola de calor asaltó el rostro de [_______]. No podía despegar su vista de aquel abrumador varón. Definitivamente aquello era culpa del golpe ¿verdad?

- ¿Cómo te llamas? – se atrevió a preguntar la chica.

- Hinata Shouyou, mucho gusto – respondió el pelirrojo, manteniendo su sonrisa intacta. El acento marcado en su portugués imperfecto le pareció especialmente adorable a la aludida -. Tengo que regresar – señaló nuevamente, esta vez a la playa, donde le esperaban sus compañeros de práctica. Desde lo lejos [_______] pudo observar a su hermano riéndose de ella -. Pero te pagaré el jugo, lo prometo – se despidió Hinata enérgicamente, corriendo velozmente para regresar con sus colegas.

Al cabo de un rato, tras el súbito encuentro y luego de que su acelerado pulso regresara a la normalidad, [_______] abandonó su lugar pese al golpe anterior y se acercó lentamente hacia el sitio donde entrenaban voleibol. Aquel punto se hallaba repleto tanto de aficionados como profesionales por igual, pero uno destacaba de entre todos: el pelirrojo, mejor conocido como "Ninja Shouyou", cautivaba a la audiencia con sus ágiles y precisos movimientos, producto de horas de entrenamiento. 

Era como si aquel muchacho volara por los aires cuando saltaba, despegando sus pies del suelo y extendiendo sus imaginarias alas.

La chica esbozó un genuino gesto de admiración y, finalmente, tomó asiento al lado de otras personas que también observaban la práctica, guardando su celular en los bolsillos de sus vaqueros.

Después de todo, algo interesante había sucedido de llevar a su hermano a entrenar.

"Hinata... puede que sea más lindo que Jimin" meditó [_______] envuelta en sus pensamientos.