Capitulo 1

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Suena la sirena que indica el final de la clase, el final del día, el final de la semana y el final de mi último curso de bachiller. Dentro de unas pocas semanas tengo selectividad y el año que viene a la uni. ¡Por fin! Aunque ahora queda lo más duro, sé que voy a superarlo sin problemas. Solo tengo que repasar los apuntes de todo el bachillerato y ya está. He sacado un 9,3 de media en los dos cursos y seguro que entro en la carrera que yo quiera. Quiero estudiar medicina, porque quiero ser pediatra.

Recojo mis cosas y las meto a la mochila. Alba, mi amiga desde que empecé el instituto, se acerca a mí y me entrega una carta. Es de Víctor. Un chico de mi clase. Me gusta desde el año pasado pero solo somos amigos. En la carta pone que quiere que nos veamos a la salida del instituto. Me quiere decir algo.

- ¿Me puedes decir que significa esto?

- No lo sé Alba, Víctor es mi amigo y no me esperaba eso

- Hoy no ha dejado de mirarte en clase, es obvio que le gustas

- Alba... ya sabes que ahora lo que menos necesito es un novio. Víctor me gusta pero debería esperar a que termine la selectividad

- Venga tía! Queda con él y decides

- No se... ¿seguro?

- Si si si tienes que saber si le gustas. Ambas sabemos que vas detrás de él desde el año pasado y ahora tienes la oportunidad de tenerlo para ti

- Está bien pero no quiero que se entere nadie ¿vale?

- soy una tumba nena 

Con muy poca seguridad voy hacia la salida del instituto. Le veo. Esta allí. En la puerta. Parado. Me mira y sonríe. Voy caminando hacia él. Pero mis piernas tiemblan. Lo admito me gusta, y no poco. Desde hace mucho y me encantaría tener algo con él. Cuanto más cerca estoy más nerviosa me pongo. Quiero parar, darme la vuelta y correr. Gritarle a todos que le quiero pero no estoy preparada para que todo acabe mal. Mi cuerpo responde por mí. Mierda. Sigue avanzando. Estoy a dos metros de él. Se adelanta y me da dos besos.

- Hola Sandra

- Hola

- Espero que pases un buen verano. Esta esperándote para despedirme, ya que dudo que volvamos a vernos mucho

- ¿solo me has esperado para despedirte?

- La verdad es que no...

- ¿Qué quieres decir?

- Quería decirte algo. Algo importante y especial. Y quería que tú me respondieras antes de saber que no volveré a verte

- No sé de me hablas pero aquí estoy. Dímelo

- Pues... todo empezó el año pasado. Sandra me gustas y no puedo evitarlo. Llevo mucho tiempo intentando quitarme esa idea de la cabeza pero es imposible. Quería proponerte si te apetecía quedar algún día para ir a tomar algo

- Buff... esto es raro Víctor.

Entonces no sé porque le pido su móvil. Quiero llamarlo. Quiero quedar con él. No quiero que se vaya.

- Te doy mi numero y me llamas cuando quieras quedar

- No, Sandra, te doy el mío porque si no estaría llamándote a todas horas

Buff... me derrite. Es que es tan perfecto. Madre mía que frase me acaba de soltar. Sé que quedaremos y pasara lo que tendrá que pasar. Entonces saca un permanente azul de su mochila. Es mi color favorito. Me escribe su teléfono en la mano. Me da un beso suave, dulce y tierno en la mejilla y sin decirme nada se da la vuelta y se va.

Me quedo así sin más. Sola en mitad de la calle. Mi mente se va a otro mundo, hasta que Alba me salta por detrás y me abraza

- Eh tía espabila, ¿Qué te ha pasado? Está en estado shock

- Bueno... no esperaba que fuera así la conversación con Víctor.

- ¿acabas de hablar con él?

- Si...

- Venga ya! Cuéntamelo TODO

- Me ha dicho que quiere quedar porque le gusto, en resumen

- ¡Ves! Te lo dije. Le molas y por fin te lo ha admitido

- Buff... y ahora tenemos selectividad... no sé cómo me saldrán los exámenes

- Genial. Porque estarás enamorada de él y pensaras que nada te puede ir mejor

- No se... me voy a casa Alba. ¿venias a comer verdad?

- Si, espera que guardo mi móvil

Nos dirigimos las dos hacia mi casa. Sin hablar. Ella súper emocionada por ser la primera en saber lo mío con Víctor y yo pensando en el teléfono que tenia grabado en el brazo. Menos mal que Alba todavía no lo ha visto.

La tarde se pasa volando. Alba se va a quedar a dormir a casa asique dudo que pueda llamar hoy a Víctor. Pero lo intento. Me meto en el baño. Cierro el pestillo y le llamo.

- ¿si?

- Hola Víctor, soy Sandra

- ¡Hola! Madre mía que poco has tardado

- Bueno... si...

- Había pensado en quedar mañana. Si tu quieres, claro

- Si por mi perfecto

- Conozco un restaurante cerca de tu casa. Te llevare a comer allí y luego nos damos una vuelta

- Está bien, me gusta tu plan

- Mañana te recojo a las dos en tu casa

- No sabes donde vivo

- Bueno eso ya lo veremos mañana

Y me cuelga. Me va a volver loca. Seguro que Alba le ha dicho donde vivo. Yo la mato. Salgo del baño y preparo la cena. De repente me llega un mensaje al móvil. Es mi madre. No vendrá a casa en todo el fin de semana. Lo que me faltaba. La necesito para que me ayude en estos momentos y no está. Le aviso a Alba de que hoy no vendrá mi madre a dormir, pero no le digo nada de mañana para que se vaya antes de comer. Nos vamos a dormir después de ver una peli. No veo el momento de que llegue mañana. Y me duermo con una sonrisa.

Alba me despierta con un beso en la mejilla. Buenos días dormilona. Ya son las doce. ¡Mierda! Las doce. Solo tengo dos horas para que venga Víctor. Dos horas para desayunar, arreglarme, echar a Alba de mi casa y salir. Me muerdo el labio. No sé si me dará tiempo. Tengo que intentarlo.

- Joder tía. Haberme despertado antes.

- ¿Qué prisas tienes chiqui?

- Hoy viene mi madre con su novio a comer y viene a las dos. Mira como esta esto. Es un desastre

- Mierda. Tienes razón. Menos mal que ya te he preparado el desayuno. Mientras desayunas recojo todo esto y me voy en diez minutos

- No hace falta

- Que si tía. Para eso están las amigas.

- Está bien. Muchas gracias

- Además tenemos todo el verano para poder dormir juntas y quedarnos en la cama hasta las tantas

Pero lo que no sabe Alba que a partir de ese fin de semana las dos van a tener muy poco tiempo para la otra.


CON LA ESPERANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora