Capitulo 25

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En menos de un segundo estoy en el agua. Menos mal que no llevaba el bolso encima, sino se me moja todo. Cuando mi cabeza llega a la superficie y puedo respirar lo primero que oigo es a alguien riéndose. Es Juan. Se está riendo a carcajada suelta. ¡Pero será cabron! Ni siquiera se molesta en ayudarme. Me quedo nadando en el agua, con cara de pocos amigos.

Se da cuenta de que estoy enfadada y me ayuda a subir a la barca.

- ¿estás bien?

- ¿tú qué crees? Adivínalo, listo. Lo único que se te ocurre cuando tu novia se cae el agua es empezar a reírte de ella. Muy bonito

- No te enfades cariño. No pasa nada. Ha sido gracioso. Pero no te preocupes, ya había pensado en que esto podía suceder. Hemos comprado ropa Carlos y yo para cada una de vosotras por si os manchabais o caíais al agua

- Si, tu ahora inténtalo arreglar

Me pongo de morros en mi sitio. Juan coge los remos y dirige la barca hacia donde nos espera Pedro. Salgo de la barca sin esperar a que nadie me ayude.

- Veo que la señorita se ha mojado

- ¿no me digas? Pero tráeme algo para cambiarme y no te quedes allí mirándome.

- Ahora no podemos pasar a la cabaña. Están dentro Carlos y Alba cambiándose, ellos tampoco han tenido muy buena suerte.Perfecto. Ahora a esperar. Me pongo con los brazos cruzados. Saco de mi bolso un cigarro y empiezo a fumar.Cuando termino apago el cigarro y busco a Juan con la mirada. Al principio no lo veo, pero al poco lo veo en el borde del lago, mirando a no sé dónde. Se me ocurre una idea. Pero es muy mala. Debería pagarlo. Pero igual se enfada. ¿Qué más da? El se ha reído cuando me he caído. Se merece lo mismo. Me dirijo hacia donde está el. Creo que no lleva el móvil encima, ni nada que se pueda mojar. Recuerdo que lo ha dejado todo en la cabaña antes de subir a las barcas.Me acerco en silencio a donde está el. Creo que no me ha escuchado. Me pongo detrás de él. Procuro no respirar, no vaya a ser me que escuche. Cuando estoy preparada, le empujo. Peor en el último momento me coge la mano no sé cómo y caigo al agua con él.

CON LA ESPERANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora