Capitulo 27

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Este chico me desespera. Hace unos minutos se estaba riendo de mi cuando me había caído al agua y luego va y me tira otra vez y ahora me manda un sms que me deja atontadisima. No sé que voy a hacer. Me encanta.

Decido no responderle, como castigo de lo del agua. Seguro que si lo piensa sabrá porque no le he contestado.El coche para. Me abre Pedro la puerta y salgo. Alba ya esta fuera y me espera con una sonrisa.

- ¿te está gustando el día?

- Iba bien, hasta que me caí al agua.

- Yo también me caí. Fue divertido.

- Ya veremos a ver qué pasa ahora

- Si, seguro que es algo genial, como todo lo demás

Pedro nos guía hasta un edificio. En él se suelen hacer conciertos de grupos de ahora de vez en cuando. Es una nave enorme. En el fondo hay un escenario y a la derecha está la barra y los baños. Entramos al edificio. Pero no por la entrada normal. Nos lleva por otro sitio. Que debe ser para cantantes o algo así. Nos guía por un pasillo medio oscuro. Al final de este hay unas escaleras, que suben a un balcón. El balcón es súper elegante. Tiene un sofá y dos sillones muy cómodos. También hay una mesa con comida y un pequeño frigorífico, en el que supongo que habrá algo de beber o alguna comida fría.

Pedro nos coge los abrigos y nos acomodamos en los cómodos sillones.

- Perdona, Pedro, ¿a que hemos venido aquí?- le pregunto yo

- A ver un concierto

- Eso me lo imaginaba

- No les puedo decir nada señoritas. Lo sabrán cuando empiece. Creo que les va a gustar, por lo menos a usted Sandra.

- O igual no

- No seas negativa tía. De momento te ha gustado todo lo que hemos hecho en el día. ¿Por qué iba a ser esto diferente?

- No sé, tengo un mal presentimiento

- ¿quieren algo de beber? Hay vino, champan, Coca-Cola, fanta...?

- Si, a mi póngame un calimocho por favor.- pide Alb

a- Yo otro.

- Han tenido suerte. Los chicos no han comprado un vino caro porque se imaginaban que pedirían eso. 

- Entonces hubiera sido un calimocho de calidad

Alba y yo nos reímos. Pedro nos sirve los calimochos. Van pasando los minutos y la sala se va llenando. Creo que tardara poco en empezar.De repente se apagan las luces. La gente que hay en la sala, la mayoría chicas adolescentes, empiezan a gritar, pero no por miedo, sino entusiasmo. Miro hacia la oscuridad, donde se supone que esta el escenario. De repente se encienden tres fotos. Uno para cada uno de los tres chicos que sujetan un micrófono. Son ellos. Es el. Es su grupo. Es el grupo nuevo que me gusta. No puede ser. Me ha traído a uno de sus conciertos. Y me encanta.

CON LA ESPERANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora