CON LA ESPERANZA

Capitulo 11

La tarde pasa tranquila. Nos bañamos en la piscina de vez en cuando, vemos la tele o hacemos viajes a la cocina para no morirnos de hambre. Juan está un poco más distante que antes pero así estamos bien. A lo que nos damos cuenta tenemos que prepararnos y salir. Llegaremos tarde. Alba y yo siempre llegamos tarde cuando quedamos con los de clase así que están acostumbrados. Pero esta vez voy a intentar llegar lo más pronto posible.

Me meto al baño y me pongo el vestido. También me pongo los tacones negros y descubro que son súper cómodos. Mejor. Así esta noche no me cansare con ellos. Me peino y me maquillo un poco, sin excederme. Así voy normal. Sin destacar mucho pero sin pasar desapercibida. Me gusta cómo voy. Me miro una última vez al espejo, me sonrío a mi misma y salgo del baño. Mierda. Esta Juan en la puerta esperándome. Seguro que no le gusta este vestido. Se ha quedado con la boca abierta y se ha puesto colorado.

- Esto... estas perfecta

- No exageres Juan. Voy normal.

- Me encanta ese vestido. Deberías ponértelo más veces

- Es nuevo. Me lo ha regalado mi hermana

- Te queda fenomenal. Esta noche podre lucir de novia

- ¿Novia? Desde cuándo. Creo que eso ya lo hemos hablado. Tengo que pensarlo Juan

- Víctor se morirá de envidia

- Ya te digo que sí. Así que durante la noche más te vale estarte quieto y sin besos. Porque se puede formar un buen lio

- Está bien. Seré bueno. Pero en cuanto lleguemos aquí eres toda mía

- ¿Perdón?

- Tu no vas a ir a ningún otro sitio más que a tu casa después de esta noche

- ¿No te lo ha contado Alba?

- No. ¿Qué me tiene que contar?

- Nos quedamos Carlos y yo a dormir aquí esta noche. Acabo de montar las tiendas de campaña en el jardín. Hoy acampada

- Yo la mato. Luego hablo con ella. Por cierto, ¿Cuántas tiendas hay?

- Dos. Una para Alba y Carlos y la otra para nosotros dos

- Ni de coña. Yo voy a dormir con Alba.

- Ya veremos

Me voy a la habitación de Alba cabreada. Recojo mi bolso. Meto dentro el móvil, el mechero y el paquete de tabaco. Lo voy a necesitar. Cuando termino salgo de la habitación y me voy a la puerta. Allí ya están los otros preparados y esperándome. Se quedan callados cuando aparezco y no me dicen nada de mi aspecto. Mejor. Ya lo que me faltaba.

- ¿Ya estás?

- Si. Ya estoy lista.

- Pues vamos. Nos espera una buena noche. Promete. Lo presiento.

- Ya veremos. Aquí la señorita Sandra esta cabreada. Alba, no le habías dicho lo de la acampada y se lo he tenido que decir yo

- Juan tu dedícate a sonreír esta noche. Va a estar Víctor y no quiero que se lie. Respecto a lo de la acampada pensaba comentárselo ahora pero te me has adelantado.

- Oye. Que estoy delante. Podéis hablar conmigo y esas cosas

- Vamos que Sandra puede enfadarse de verdad.- dice Carlos

En silencio salimos todos a la calle. Enfrente está aparcado el coche de Juan. Nos subimos todos al coche. Durante el viaje yo hablo con Alba y de vez en cuando interviene Carlos pero Juan esta callado. Luego hablo con él. Llegamos a la zona y aparcamos. Salimos del coche y nos vamos al bar donde habíamos quedado con los de clase. Intrigada miro el reloj. ¡No puede ser! Hemos llegado media hora antes que el resto. No hay nadie, así que nos metemos al bar y pedimos. Yo una cerveza con limón y el resto piden unas copas. Prefiero empezar suave la noche. Al poco rato me entran ganas de fumar y salgo. Saco el cigarro y el mechero. Me enciendo el cigarro y justo sale Juan del bar. Mejor. Me apetecía estar un rato con él.

- ¿Quieres uno?

- No, ya me enciendo uno de los míos

- Como tú quieras. Me gusta que salgas conmigo a fumar. Me gusta estar contigo

- No he salido por ti. A mí también me apetecía fumar.

- A gracias por la parte que me corresponde

- Que es broma tonta. He salido para estar contigo y aprovechar estos últimos minutos antes de que vengan los de tu clase y ese tal Víctor. Seguro que el resto de la noche pasas de mi

- Eso depende de ti Juan. Igual paso de ti ahora con lo de clase pero en casa de Alba me lo tendrás que suplicar si quieres que entre en la tienda

- Lo hare encantado.

Nos quedamos en silencio fumando. Ambos no queremos que termine ese rato juntos porque sabemos que la noche será larga. Apago mi cigarro y le miro a Juan a los ojos. Esta cerca, muy cerca. Quiero besarlo pero no sé si es arriesgarme mucho. Al final no aguanto más y le doy un beso. Dejamos que nuestro alrededor se desaparezca y solo existimos los dos solos, de pie, con nuetros besos.

- Ejem, ejem. Víctor está llegando. No quería interrumpir pero como os vea la lía

La pareja de jóvenes se mira. Se da un último beso en los labios y ve como de lejos se ve a un chico moreno que les mira con muy mala cara. Poco a poco se va acercando pero lo que más les impacta a Sandra y a Juan es ver como se acerca Victor de la mano de  una rubia impresionante y que a mitad de camino le planta un besazo en la boca al chico moreno.