Capitulo 38

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Me despierta Juan con un beso en los labios. Pero como ha sido corto le vuelvo a atraer hacia mí y nos damos otro beso. De repente me viene a la mente todo lo que ha pasado y me echo a llorar

- Oye princesa, que no pasa nada. Esta todo solucionado. Por eso te he despertado. Tu madre está en camino y el otro se va a comisaria, probablemente le metan en la cárcel

- No sabes lo mucho que necesitaba esas palabras, vamos al salón a esperar a mi madre

Nos levantamos y me doy cuenta de que ya es de noche. No sé qué hora es, asique miro el móvil. Mierda. Un whatsapp de Víctor, ya lo que me faltaba. Cuando este todo arreglado ya le contestare, no estoy para tonterías de esas, tengo suficiente con lo mío

Alba esta en el salón con Carlos cuando aparecemos, están hablando. Están muy serios pero sonríen cuando me ven. Supongo que para animarme y transmitirme que todo ha salido bien.

- Tendrás hambre, ¿no?- me pregunta Juan

- Si, la verdad es que si, ahora que me lo preguntas

- Pues te preparo un bocadillo, ¿de qué lo quieres?

- Pues de jamón y queso, aunque de beicon no estaría mal

- Ahora mismo miro lo que hay por la cocina

- Gracias

Cuando se va, Alba se gira hacia mí y me sonríe

- Veo que os va bastante bien, hacéis muy buena pareja. Lo de tu madre ¿como lo llevas?

- Pues es difícil. Ahora cuando llegue veré como esta pero ahora me necesita y voy a estar a su lado para lo que necesite

- Lo entiendo, pero piensa que a nosotros también nos tienes a tu lado para lo que necesites

- Si, lo sé. Y os lo agradezco muchísimo.

- No tienes que agradecer nada, tu harías lo mismo si nos pasara algo a nosotros

- En eso tienes razón, pero sabes que mi madre es la única familia que tengo desde que se separo de mi padre y no podría perderla

- Estamos para apoyarte, si necesitas hablar hazlo

Justo en ese momento llaman a la puerta de la casa. Me levanto de un salto pero no puedo moverme del sitio. ¿Y si mi madre está mal? ¿Y si la ha maltratado? ¿Puedo enfrentarme a esto? Me dirijo a la puerta, pero con precaución y me cuesta mucho abrir.

Finalmente abro la puerta y tengo delante a mi madre, detrás va acompañada con los dos policías que vinieron la otra vez. Miro a mi madre a los ojos y veo en sus ojos alivio, mezclado con miedo. No puedo evitarla y la abrazo. Lloramos las dos. Cuando nos separamos le doy un beso y la hago pasar a la casa, junto con los dos policías.

Vamos todos al salón. Nos sentamos y hablamos de la situación. Los policías se muestran muy comprensivos y me aclaran todos los detalles. Raúl lleva un tiempo amenazando a mi madre e incluso ha llegado a pegarle, pero finalmente ella llamo a la policía. La denuncia esta en trámites y seguramente vaya a la cárcel. Antes de despedirse nos entregan dos tarjetas con sus números de teléfono por si tenemos que llamar en otras ocasiones. Les damos las gracias y se van.

Cuando salen y cierro la puerta tras ellos la casa se queda en silencio. Juan, que se ha mantenido al margen en la cocina todo el rato sale y acude al salón con todos

- Aquí tienes el bocadillo.- me dice

- ¿este es tu chico?- me pregunta mi madre

- Si, este es Juan. Juan esta es mi madre

- Encantado.-saluda Juan y le da dos besos

- Bueno, veo que esta Alba y otro chico también, intuyo que su novio

- Si, es Carlos

Cuando acaban las presentaciones comparto el bocadillo de beicon con mi madre y después vemos una película todos juntos.

Mi madre quiere que esta noche haya más gente en casa asique invita a todos a dormir. Alba y Carlos en el cuarto de invitados y yo con Juan.

Vuelvo a abrazar a mi madre pero esta vez con más cuidado y más rato. ¡Como la echaba de menos! Le doy varios besos. Finalmente nos separamos y se va cada uno a su habitación.

- ¿tu crees que estará bien?- me pregunta Juan cuando ya estamos a solas en mi habitación

- Si, supongo que si

- Anda, ve a dormir con ella que yo me quedo en tu cama.

- No, prefiero estar contigo y dejarla descansar

- Bueno, al menos ve a hablar con ella o a darle las buenas noches

- Está bien

Voy a la habitación de mi madre. Esta sentada en la cama mirando al suelo, mirando a la nada. En ese momento me doy cuenta de lo débil que esta y de lo que supone que yo esté a su lado. Ahora la veo como una persona vulnerable y no como la madre que siempre estará a mi lado para ayudarme en todo lo que necesite

- Mama, ¿necesitas algo?

- No cariño, de momento me voy a ir a dormir

- Pues ponte el pijama

Se levanta y se pone el pijama. No solo siento el miedo en sus ojos sino en ella entera. Me gustaría darle más de lo que le puedo ofrecer pero no sé cómo enfrentarme a estas situaciones. Cuando esta ya metida en la cama me siento a su lado

- ¿Seguro que no quieres que me quede?

- Si seguro, tú ves con Juan que también necesitas tu apoyo en esto

- Ya, pero eres tú la que peor esta y no quiero ser egoísta. Tu eres lo único que tengo y no quiero que estés mal y debemos olvidar este día

- Con el tiempo olvidaremos. Pero tienes razón, nos tenemos la una a la otra y a partir de ahora las cosas van a cambiar. Voy a ser la madre que quieres que sea

- No, ya eres la madre que quiero que seas, ahora solo quiero pasar todo esto y olvidarlo. Todo va a ir a mejor a partir de ahora

- Gracias hija, pero me voy a dormir ya

Le doy un beso en la frente, apago la luz y salgo de su habitación, antes de cerrar la puerta la miro por última vez y me doy cuenta de que tengo que cuidarla a partir de ahora.

Me vuelvo a la habitación con Juan y me tumbo con él. No tenemos nada que hablar asique no dormimos enseguida

Me despierta la vibración de mi móvil. Miro la pantalla medio dormida y veo que es Víctor

- ¿Qué pasa?

- Sandra, ¿estas bien? Estoy en la puerta de tu casa. Ábreme y cuéntame lo que ha pasado. Ha salido en las noticias y en todos los periódicos la noticia

Me levanto y Juan se despierta

- ¿A dónde vas? 

- Esta aquí Víctor y voy a abrirle

- Te acompaño

Nos dirigimos a la puerta y ahí lo tengo. Con una chaqueta de cuero negra, unos vaqueros desgastados y una mirada de preocupación, que no solo me transmite eso, sino que muchos mas sentimientos que hacen que se me remueva algo por dentro y sé que no deberia

CON LA ESPERANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora