High School DxD [x Lectora]

Capítulo 4

Narradora Pov

~

—Es el, ¿verdad? "Amano Yuma-kun"

—¡A-así es! Pero... ¿Cómo hiciste esto?

—Este chico...no, este ángel caído, el mismo ser como el hombre que te ataco ayer por la noche—te mordiste el labio inferior ante sus palabras.

—¡P-pero...! ¡Mitsuda y Mito no lo recordaban! ¡Incluso su número de teléfono...!

—El uso sus poderes. Igual que yo lo hice con tus padres.

«Eso explica mucho...» suspiraste.

Ryas continuo—Y como ángel caído su objetivo es borrar todas las pruebas de ti y la memoria de los que te rodean.

—¿Su objetivo?—preguntaste.

—Para matarte. Para determinar si había o no cosas peligrosas dentro de tu cuerpo. Y cuando confirmaron eso, es que te asesinaron. Fuiste perforada por su espada de luz.

Recordaste las palabras de Amano. —Ahora recuerdo que Yuma me dijo algo de Sagrado o no sé qué...

—Arte Sagrada.

—Es un poder único otorgado a algunos humanos. Se cree que muchas personas notables en la historia del mundo han tenido esos poderes—explico Akeno.

El pelirrojo prosiguió—Y a veces, pueden tener el poder suficiente para dañar la existencia de los ángeles y demonios. (T/n) levanta tu mano izquierda.

Levantaste tu mano—¿Así?

—Cierra los ojos e imagina en la imagen más fuerte que puedas hallar.

«¿La imagen más fuerte que pueda hallar?» intentaste, pero inútilmente no lograste nada.

—Parece que todavía es difícil para ti.

Miraste al pelirrojo—Pero, ¿no hay algún tipo de error?

—Es real el hecho que el ángel caído te haya atacado.

—Pero, si eso es real, ¿no es extraño que siga viva?—preguntaste.

—Mira esto—el pelirrojo levanto una carta igual a la de aquella vez.

—¿Y eso?

—En el instante en que morías, esto me invoco.

«En ese instante recordé el cabello rojo de Ryas-senpai»

—(T/n), ahora me perteneces a mí, el hijo del Clan Gremory, renacerás como un familiar de Ryas Gremory, como siervo de un demonio—unas alas de demonio aparecieron en la espalda del pelirrojo.

Koneko, Akeno y Kiba enseñaron sus alas de demonio, (T/n) retrocedió, tragando saliva, nerviosa y asustada. Cuando de repente un par de alas aparecieron en tu espalda.

—Mucho gusto, (T/n).

«¿Esto es real? ¿Soy un demonio? ¿Deje de ser humana?»

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—El contrato de un demonio con un humano puede magnificar sus poderes. Hoy en día no hay humano que logre convocar a los demonios a través de un amuleto en el suelo. Así que pareces alguien que puede hacerlo—dijo Ryas.

—Si—(T/n) dijo mientras metía las cartas en un saco.

—Normalmente dejamos que algún familiar lo haga, pero debes hacer ese trabajo como nuestra esclava para aprenderlo—se acercó a tu oído, susurrando haciéndote estremecer por su aliento cálido—Esfuérzate, incluso tu puedes llegar a tener tu propio esclavo.