NIGHTCORE (Kaisoo)

Capítulo cinco: Hasta que tu alma y la mía se toquen

-Este capitulo va dedicado a tessa-kimi-no-oto aunque toda la historia lo está en realidad. Mi querido apoyo moral-

"Solo acércate.

Acércate un poco más,

Hasta que tu alma y la mía se toquen,

y si es posible un poco más allá..."

BLASTER

-XXX-

Entre el suave resplandor de las lunas en el firmamento se mueve silenciosa una figura, revolotea entre las estrellas y avanza por el tiempo, recorriendo la nada con dolor entre sus dedos y amargura en sus palabras. Aumentan los kilómetros y disminuye la vida, todo parece perdido entre el avasallador silencio del espacio hasta que las cuatro cúpulas se imponen como un oasis perdido, como la gota de vida que necesitaban, la chispa de luz y esperanza en sus corazones sedientos de sangre.

Llega hasta el suelo rocoso y desierto para instantáneamente resguardarse él y su nave en un sitio seguro, buscando un cráter o cueva en donde no pueda ser encontrado antes de comenzar a caminar hacia el paso fronterizo de las cúpulas. Extiende sus pisadas otra vez por entre la superficie solitaria, dando pasos firmes y largos, tratando de que su cuerpo no decaiga ante la presión y desfallezca en medio de la nada sin haber podido lograr su cometido. Ajusta en su paladar el aparato productor de oxígeno y corrige los tubos en su nariz hasta que la sensación de ahogarse comienza a aminorarse, es entonces que puede colocar su atención en su paisaje y comienza a caminar con mayor velocidad. Teniendo casi en sus narices la cúpula (B), el peligro de ser descubierto comienza a aumentar, pero en la noche Arcadia apaga su sistema atmosférico y solo las lunas iluminan el cielo, dándole la oscuridad perfecta como para escabullirse entre los límites de la cúpula, posicionarse cerca de la frontera entre la cúpula (A) y (B) y esperar con paciencia el poder ingresar.

-XXX-

Bae Joohyeon corre por las calles de la cúpula (B), con un pesado bolso en su espalda y una sonrisa en el rostro. Se mueve entre las viviendas con agilidad y precaución mientras se acerca hasta el paso entre la cúpula (A) y (B), cruzando el puente al tiempo que con una de sus manos extrae un dispositivo ovalado y lo retiene en sus manos. Comúnmente tres guardias ocupan los puestos de control vehicular en cada una de las fronteras entre cada cúpula. Hoy, con el escaso movimiento aéreo solo una persona se encuentra en la torre registrando solo el traslado de vehículos terrestres, y Joohyeon aprovecha esto para recorrer inadvertida el lugar hasta poder alcanzar la torre vacía y realizar su maniobra con el dispositivo en el lector.

Su padre es un excelente guardia en la torre de control aéreo en la frontera que une la cúpula (A) y la (B), un padre dedicado y un esposo amoroso que lamentablemente fue demasiado descuidado mientras llegaba a casa y Joohyeon demasiado astuta como para robar su identificador y escapar de madrugada por su balcón como lo ha hecho ya muchas veces antes.

El lector no tarda en emitir el sonido de ingreso, y Joohyeon se apresura a entrar sin hacer nada que pudiese delatar su presencia intrusa dentro del lugar. Con sumo sigilo sube los escalones hasta ingresar a la habitación que contiene los controles de la zona de aterrizaje, la cual se sitúa a un costado del paso, y el control da acceso a una zona de descompresión y re oxigenación para luego ingresar a la cúpula. Toma asiento, y rebusca entre sus cosas el localizador en espera de su llamado para poder abrir la compuerta y dejarle pasar. A los diez minutos el localizador suena.

― Ya estoy aquí – su voz suave y profunda se introduce en sus oídos con el velo de la nostalgia entre cada silaba.

Joohyeon busca en la mirilla la figura del muchacho, su contextura delgada y su postura segura se encuentra a uno de los costados de las compuertas, puede observar la tensión en sus hombros incluso a esa distancia. Sabe que esto se debe hacer rápidamente y aunque no es la primera vez, Joohyeon siente como su fuera la última todo el tiempo. Exhala un largo suspiro antes de abrir la primera y la segunda compuerta con una diferencia de segundos, y puede ver por la mirilla como él corre para traspasar ambas compuertas a una velocidad inhumana, escabulléndose por el paso hasta entrar en la cúpula (A) y perderse de su vista. Joohyeon se levanta y rocía un desinfectante en la mesa de control para luego borrar toda evidencia de haber estado allí y descender las escaleras para luego salir y correr en dirección a la cúpula (A).